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Steve Kerr: "Debimos haber perdido ante los Sixers"

FILADELFIA – Aún cuando se suponía que estaban destinados a perder, los Golden State Warriors encontraron la manera de alcanzar la victoria gracias a los dioses del baloncesto la noche del sábado ante los Philadelphia 76ers.

Los actuales campeones evitaron una vergonzosa derrota ante el peor equipo de la NBA, saliendo airosos del Wells Fargo Center en el primer partido de una gira de tres juegos, resultado de un triple de Harrison Barnes restando 0.9 segundos en regulación para desempatar el encuentro 108-105.

A pesar de haber concluido la primera mitad con una ventaja de 19 puntos, que entonces aumentaron en varias ocasiones a 24, el entrenador en jefe Steve Kerr tuvo el presentimiento durante los primeros minutos del tercer periodo que su quinteto titular se había alejado de todos los fundamentos del baloncesto que estos chicos han perfeccionado a lo largo de esta campaña histórica.

Kerr, que regresó al banquillo el viernes pasado tras haber perdido los primeros 43 juegos mientras se rehabilitaba de una operación en su espalda, por poco causó la caída de su conjunto cuando furiosamente sustituyó a los cinco abridores durante un tramo que abarcó casi dos minutos a pesar de que su equipo comandaba una ventaja de 22 puntos restando 4:25 en el periodo.

Golden State como quiera concluyó el periodo arriba en el marcador 91-72, pero el temor de convertirse en la octava victima de los 76ers casi fue un sueño hecho realidad, producto de un increíble remonte del conjunto local, que logró el empate a 105 puntos por bando faltando 22.3 segundos en el marcador tras un robo de balón por Isaiah Cannan que se convirtió en una bandeja de Ish Smith.

“Si los dioses entregan lo que debería haber sucedido, probablemente deberíamos haber perdido”, admitió Kerr luego del triunfo que aumentó la foja del mejor equipo de la liga a 43-4, una marca que comparten con los 76ers de 1966-67 tras los primeros 46 juegos del inicio de torneo.

“Eso es lo que sucede cuando te haces el tonto con el juego, con el balón y tuvimos 23 pérdidas de balón. Después de una excelente primera mitad con el movimiento de balón, nos alejamos totalmente de nuestro juego y perdimos nuestro enfoque, pero Harrison (Barnes) nos rescató, Draymond (Green) hizo un buen pase al final, pero sí que fue bastante feo”.

Los Warriors establecieron una asombrosa marca de franquicia con 26 asistencias en una primera mitad, pero apenas lograron 11 en la segunda mitad y cinco se produjeron en los últimos 12 minutos del duelo. De sus 23 errores con el balón, 15 fueron ocasionados en la segunda mitad, incluyendo siete en el cuarto periodo – tres que entonces fueron forzados restando 2:06 en el juego.

Kerr, que durante la práctica que organizó la noche del viernes enfatizó lo duro que juega Philadelphia a pesar de su pésimo registro, en ningún momento descartaba que los 76ers tenían el interés de rendírsele frente a una casa llena de 20,798 aficionados que compensaron su equipo, independientemente de la derrota, con una ovación tras la conclusión de juego.

“No debería ser natural. Esta es la NBA. Todo el mundo tiene talento”, esgrimió el coach, cuya escuadra ganó su sexto partido al hilo y además mejoró su foja a 21-4 como visitante.

“La belleza de nuestro juego está en la ejecución, compartiendo el balón, haciendo la jugada simple y permitiendo que las jugadas se desarrollen”, prosiguió. “Creo que en el tercer periodo nuestro grupo titular salió sin enfoque y trató de hacer todo por su propia cuenta. Por eso fue que los saqué a la misma vez y eso dañó nuestra rotación de la segunda mitad. Definitivamente no dirigí un buen juego, pero nos escapamos”.

Una jugada de cuatro puntos por Canaan cortó el déficit a 105-103 restando 38.6 segundos. El armador reserva de los 76ers interceptó un pase de Harrison Barnes, que entonces se convirtió en una bandeja de Ish Smith para igualar el partido.

Tras un tiempo muerto de 20 segundos restando 22.3 en el juego, Stephen Curry fintaba el balón cuando de repente encontró a Draymond Green abierto en la pintura y afuera de la zona de restricción para entonces atraer tres defensores y lograr el pase adicional hacia donde Barnes para el enceste del bombazo de 3 puntos, que selló el triunfo y eludió un pequeño contratiempo mientras los Warriors marchan en plena dirección de tratar de romper la mejor marca de una temporada regular de 72-10, establecida por los Chicago Bulls en 1996.

“Estuvimos agitados, perdimos el balón, perdimos nuestro ritmo en ambos lados del costado”, señaló Curry, el actual Jugador Más Valioso y líder en promedio de anotación. “Obtuvimos la victoria. Es una temporada larga. Estamos decepcionados con la manera que jugamos pero conseguimos la victoria”.