LOS ÁNGELES - Nicolás Brussino sabe por la experiencia de algunos de sus compañeros de la selección de Argentina que permanecer en la NBA es algo que está al alcance de muy pocos. Lo de compartir vestuario con Dirk Nowitzki es ya una vivencia irrepetible. El argentino está viviendo un sueño no sólo por la experiencia de jugar en la NBA, por tener continuidad y por codearse con jugadores espectaculares, sino por estar recibiendo lecciones del jugador internacional que rompió todos los registros en la liga. El argentino es consciente de ello.
"Es algo muy lindo que me está pasando: compartir vestuario, el día a día con él, entrenamientos, juegos... Tanto con él como con otros jugadores que también fueron figuras y campeones. Es todo un sueño que estoy viviendo. Lo estoy aprovechando al máximo, aprovechando los consejos que me da, viéndolo cómo entrenan y cómo juega. Eso me sirve mucho en mi carrera", agregó.
Aunque, ¿cuál fue el mejor consejo que le dio Nowitzki a Brussino?
"Siempre mirar para adelante, si tuviste un mal juego tienes que seguir porque esto se juega cada un día o dos días. Nunca puedes mirar para atrás, siempre tienes que estar positivo y darle para adelante".
Mientras la Generación Dorada vive sus últimos coletazos después de la reciente retirada de Andrés Nocioni y con Manu Ginóbili a las puertas de decir adiós con 39 años de edad, la sabia nueva se abre un hueco en la mejor liga de básquetbol del mundo. El caso de Nicolás Laprovítola el tiempo que estuvo en San Antonio Spurs, Patricio Garino como nuevo refuerzo en Orlando Magic y el propio Brussino en Dallas Mavericks son algunos ejemplos de las ganas que hay en la liga de probar el talento argentino.
Formar parte de un equipo sin opciones abre las puertas para que haya una mayor participación de jugadores jóvenes y eso es precisamente lo que está provocando que el santafesino esté entrando habitualmente en los planes de Rick Carlisle durante el tramo final de la temporada. La continuidad es un lujo y Brussino la está teniendo de manera continua por primera vez esta campaña. El alero participó en tres compromisos consecutivos: Milwaukee Bucks el domingo (7 puntos, tres rebotes y una asistencia en 17 minutos), Sacramento Kings el martes (13 puntos, 7 rebotes y cinco asistencias en 33 minutos de juego) y Los Angeles Clippers el miércoles (9 puntos, 4 rebotes y 1 asistencia en nueve minutos).
"En lo personal estoy muy contento tuve muchos minutos, pude hacer mi juego, tuve muchos lanzamientos", concretamente 23 intentos en estas tres citas de las que nueve entraron por el aro (39.1 por ciento).
Los 25 encuentros que disputó hasta el momento supusieron un premio para Brussino, quien pensó que pasaría más tiempo en la Liga de Desarrollo defendiendo a los Texas Rangers.
"Desde el comienzo sabía que podía pasar eso, lo que me habían planteado al principio fue más D-League que NBA y sucedió todo al contrario así que es más de lo esperado", confesó a ESPN Digital. "No esperaba tantos minutos, tanto de anotación. Este año fue de aprendizaje tanto al juego al idioma a la cultura... todo muy distinto a lo que venía viviendo. Estoy muy contento porque he superado la expectativa que la gente tenía en mí", agregó.
Se trata de su primer año en Estados Unidos y el representante de la albiceleste durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro tuvo que aclimatarse a varios aspectos.
"El idioma es lo principal. En el juego, el tema físico, pero eso a medida que fue pasando el tiempo las horas de gimnasio, de entrenamiento, me fui acomodando, me fui adaptando y me siento bien y cómodo", apuntó.
Los halagos a Brussino llegaron desde compañeros como José Juan Barea, hasta el coach Carlisle, quien antes de que comenzara el encuentro ante los Clippers habló maravillas de su jugador.
"Creo que Brussino puede jugar en cualquier posición desde 1 a 4. No lo hemos puesto de 4 mucho pero mide 6-8, tiene la altura y agarra rebotes. Contra Sacramento le quisimos ver de armador porque entiende el juego, tiene gran visión gran destreza con el balón. Un armador de 6-8 tiene muchas ventajas porque tiene visión. Lo hizo muy bien, le pusieron presión mientras estuvo ahí. Se cansó un poco porque no está jugando 33 o 34 minutos por partido. El chico batalla y es un gran competidor. Es como el resto de los jugadores argentinos, son grandes competidores, saben cómo jugar y lo hacen de la mejor manera", esgrimió.
El coach es consciente de que este es el momento de probar a su jugador ya que no tiene contrato garantizado de cara a la temporada que viene y la siguiente. Cada oportunidad es una final para Brussino.
"Debemos usar esta oportunidad para ver exactamente cómo lo hacen los más jóvenes. Quiero ver cómo lo hacen cuando incrementan sus minutos. Eso es lo que uno quiere ver de los jugadores. Brussino hizo eso todo el año, batalló y aunque parece joven y delgado es muy fuerte y mentalmente muy duro", aseveró.