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Perfil de Manu Ginóbili, leyenda del básquetbol argentino

Getty Images

Manu Ginóbili (28 de julio de 1977) comenzó su vida basquetbolística en Bahía Blanca, defendiendo la camiseta de Bahiense del Norte, club en el que realizó las divisiones inferiores completas y cuyo estadio, al día de la fecha, tiene su nombre.

"Bahiense del Norte es muy importante para mí", dijo el astro argentino en uno de sus tantos viajes de regreso desde San Antonio a Bahía Blanca. Manu, el menor de tres hermanos de una familia de tradición de básquetbol (Leandro y Sebastián, hoy entrenador de Bahía Basket, brillaron en el profesionalismo), jugó todas las categorías en el club de Salta 28 y saltó al profesionalismo a los 18 años para debutar en Andino de La Rioja (1995) a las órdenes de Oscar 'Huevo' Sánchez.

De niño, Ginóbili mostraba destellos de calidad pero no era visto como una gran promesa del básquetbol nacional ni mucho menos. Sin embargo, su 'estirón' físico tardío le permitió empezar a hacer diferencias de inmediato y fue elegido mejor debutante de la Liga Nacional en su primera odisea como profesional en La Rioja.

Sin embargo, fue en Estudiantes cuando apareció el Ginóbili promesa de lujo, que partido a partido fue convirtiéndose en grata realidad. En Bahía comenzó a hablarse del menor de los Ginóbili, quien hacía cosas que nadie había visto antes: no sólo tiraba de tres puntos, sino que era un escolta punzante que llegaba con facilidad hasta el fondo de la llave y convertía puntos de diversas maneras. Poco a poco, fue convirtiéndose en el equipo de Manu, que logró, en 1997, ser el mejor jugador de las promesas en el Juego de las Estrellas doméstico y el Jugador de Mayor Progreso de la temporada.

Con Ginóbili de líder, Estudiantes alcanzó la cuarta posición en la Liga Nacional. Y lo mejor estaba por venir.

El año 1998 fue quizás el de mayor inflexión en la carrera de Manu, que vio su debut en la Seleccion Argentina durante el Mundial de Grecia en el partido ante Nigeria. Llegó al equipo absoluto tras ser citado por Julio Lamas y compartió el equipo que despidió a los míticos cordobeses Marcelo Milanesio y Hector "Pichi" Campana, tras un gran papel que vio el final del recorrido en cuartos de final.

A partir de ese momento, todo para Ginóbili fue puro crecimiento. Italia fue el destino elegido para empezar con su recorrido internacional, pero no lo hizo en un equipo de punta sino en el ascenso del básquetbol azzurro: desembarcó en Reggio Calabria y se convirtió en ídolo absoluto. Lo hizo tan bien en ese club que despertó el interés de los San Antonio Spurs, franquicia que lo drafteó, en 1999, en el puesto 57 de segunda ronda. Si de visionarios hablamos, R.C. Buford y Gregg Popovich pueden sentarse, desde ese entonces, en la mesa principal.

Con Manu en pleno crecimiento, pasó a Virtus Bologna, club en el que ganó dos MVP consecutivos de la Lega (2000-2001 y 2001-2002), un MVP de la Euroliga en 2001, otro de la Copa Italia en 2002 y a nivel grupal conquistó la triple corona (Lega, Copa Italia y Euroliga en 2000-2001).

Sin embargo, no fue eso lo que despertó los ojos del mundo sino el terremoto deportivo que causó junto a sus compañeros de la llamada Generación Dorada tras derrotar por primera vez en la historia a un equipo estadounidense conformado por estrellas de la NBA. Fue 89-81 en Indianápolis, la propia casa del Dream Team, durante el Mundial 2002.

Gracias a esto, ya nada fue igual en el mapa del básquetbol mundial. Y el crecimiento de Manu Ginóbili comenzaría un recorrido que sería estratosférico.

"Le dije a Timmy (Duncan): este muchacho está viniendo y nadie en Estados Unidos sabe lo bueno que es", confesó tiempo después Gregg Popovich.

Luego del Mundial, llegó a San Antonio para ser sustituto de Steve Smith y no fue un año fácil para Manu: además de adaptarse al estilo de juego de la NBA, tuvo que convencer a Popovich, un entrenador habituado a roles fijos y sistemas pre-establecidos, para que le permita ser explosión pura con el juego de un potrillo salvaje. En ese ajuste de roles, y tras una temporada regular plagada de lesiones, Ginóbili despegó en playoffs y ayudó al equipo a conquistar el anillo de campeón. De nuevo, tocado por la varita: primer año en la NBA, primera celebración de campeonato tras derrotar a New Jersey Nets por 4-2.

Luego de ese campeonato, Ginóbili ganó el Olimpia de oro y recibió una bendición en su propia ciudad: el estadio que lo vio nacer, el de Bahiense del Norte, fue bautizado con su nombre y apellido.

A partir de este momento, Ginóbili conquistó todo lo que se propuso: fue campeón olímpico en 2004 con su selección en Atenas, tras derrotar en la final al seleccionado italiano -además, por supuesto, de un nuevo triunfo ante el Dream Team- y volvió a ser campeón tres veces más en la NBA con la camiseta de San Antonio: en 2005, en 2007 y en 2014.

Ginóbili fue elegido en el segundo equipo de novatos en 2003 y alcanzó su primer All-Star Game en Denver (Colorado) en 2005, tras ser elegido como reserva. En esos playoffs, Manu promedió 20.8 puntos y 5.8 rebotes por juego, y pese a ser determinante en las Finales ante Detroit Pistons, Tim Duncan se alzó con el premio a Jugador Más Valioso.

En 2006-07, tras una temporada 2005-06 plagada de lesiones, Ginóbili colaboró para que San Antonio gane el campeonato, pero fue la temporada siguiente la que descolló, siendo nombrado Sexto Hombre de la temporada y fue seleccionado en el tercer equipo ideal, algo que se repetiría en 2011. Tras el cuarto puesto del Mundial 2006 en Japón con su selección, Manu participó en el equipo olímpico que alcanzó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing.

En 2010-11, Ginóbili volvió a ser determinante para su equipo repitiendo su puesto en el tercer equipo ideal y jugando su segundo y último All-Star de su carrera en Los Angeles en 2011. En 2011-12, los Spurs cayeron en playoffs a manos de Oklahoma City Thunder y fue en 2012 cuando Manu jugó su anteúltimo juego olímpico tras alcanzar la cuarta posición en Londres 2012, tras caer en un juego clave ante Rusia.

El combo entre 2012 y 2014 fue realmente especial para Ginóbili y los Spurs. En la temporada 2012-13, San Antonio cayó en Finales ante Miami Heat luego de dejar pasar el sexto partido de esa definición, en el American Airlines Center de Miami, cuando el campeonato estaba casi en el bolsillo. Es el día de hoy que el imaginario colectivo recuerda ese triple fantástico de Ray Allen que envió el partido a tiempo extra y le devolvió, al equipo de LeBron James y Dwyane Wade, la energía necesaria para ganar luego el campeonato.

En julio de 2013, Ginóbili renovó por dos temporadas y los Spurs tuvieron revancha ante el Heat. Con un básquetbol maravilloso sentenciaron la serie en cinco juegos, hecho que significó el cuarto anillo de campeonato para Manu.

En 2015, Manu volvió a renovar con San Antonio por dos Ligas más. En tanto, durante los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, Manu Ginóbili anunció su retiro de la Selección Argentina luego de caer ante Estados Unidos en segunda ronda.

En 2016, ya con LaMarcus Aldridge en el equipo, tuvo promedios de 7.5 puntos en 18.7 minutos, siendo clave en la sapiencia del equipo de Gregg Popovich y coronando su temporada con un tapón célebre a James Harden, escolta estrella de Houston Rockets, que significó el pasaje de su equipo a las Finales de Conferencia Oeste en la NBA.

La Liga 2017-18 finalmente fue la última temporada de Manu en la NBA. Promedió 8.9 puntos en 20 minutos de promedio, finalizando con la derrota ante los Golden State Warriors, actuales campeones, por 4-1 en primera ronda de playoffs.

En 2021, Ginóbili regresó a los San Antonio Spurs como asesor especial de operaciones de básquetbol y luego de pasar los cortes de los Comités de selección, fue nombrado para formar parte de la Clase 2022 del Salón de la Fama.

El 10 de septiembre de 2022, Manu Ginóbili se convirtió en el primer argentino de la historia en ser inducido al Salón de la Fama del básquetbol en Springfield, Massachusetts. Nacido en 1959, el espacio lleva el nombre de James Naismith, el profesor canadiense que inventó el deporte.