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¿Qué hacen los Cavaliers con el problema Warriors?

CLEVELAND - La postemporada casi perfecta de los Cavaliers - un paso arrollador de 12-1 sobre tres tentativos contendores en la Conferencia del Este, en el cual se destacó una eficiencia ofensiva en las rondas de apertura aún más explosiva que incluso la mejor que los Lakers de la época "Showtime" pudieron siquiera conjugar - llegó a un alto súbito contra los "monstruosos" Golden State Warriors esta semana.

"Monstruosos" fue una palabra usada por LeBron James, antes que otra edición de su ya clásico enfrentamiento con los Warriors comenzara. James la volvió a utilizar en la noche del miércoles luego que Golden State llegase a quedar 3-0 sobre los Cavaliers con una explosión 11-0 en los 3 minutos, 8 segundos finales que prácticamente pusieron punto final a las aspiraciones de Cleveland.

Si bien la temporada pasada los Cavaliers se convirtieron en el primer equipo en la historia de la liga en regresar de un déficit 3-1 en finales contra esta misma franquicia de los Warriors. Y tras la victoria de los Cavaliers la víspera, 137-116, vuelven a estar en la misma posición. Pero este no es el mismo equipo de Golden State. Este quinteto ha ganado 30 de sus últimos 32 compromisos. Este quinteto cuenta con Kevin Durant promediando 34 puntos con 56.1 por ciento de tiros en las Finales (hasta el Juego 3); los Warriors del año pasado contaban con Harrison Barnes promediando 9.3 puntos con 35.2 por ciento de tiros jugando la misma posición. Este equipo de los Warriors tiene a Draymond Green controlando su hábito de golpear al oponente en la ingle. Este equipo de los Warriors está alimentado por la venganza.

El ganar cuatro juegos al hilo no sólo sería inimaginable contra este grupo particular de Golden State, pero también acabaría con un patrón gigantesco: Los 126 equipos que se encontraron en esta posición de 0-3 perdieron la serie.

Nuevamente, pensando en la hazaña más increíble que pueda ocurrir en la historia del baloncesto (ya ganaron el Juego 4 del viernes y necesitan otras tres victorias, dos de ellas en casa de Golden State) la gran pregunta es: ¿A dónde irán los Cavaliers?

ESPN.com sondeó a más de 30 ejecutivos, entrenadores, scouts, agentes y jugadores en la NBA para encontrar las opciones a fines de responder esa interrogante.

En cualquier otro momento desde la fundación de la NBA, ser un equipo que haya tenido tres apariciones al hilo en Finales con una alineación que incluye tres miembros del Juego de Estrellas en el apogeo de sus carreras sería un gran sitio en el cual estar. Uno perfecto, incluso. ¿Por qué arreglar algo que no está roto?

Pues, las cosas cambian en la NBA hoy con el acecho de la Bestia de la Bahía de San Francisco.

"Son un gran equipo, pero creo que también lo somos", dijo el entrenador de Cleveland Ty Lue con respecto a Golden State luego del Juego 3. Solo los más grandes se llevan los anillos, sin embargo.

Los Cavaliers tienen que plantearse el camino a seguir y quién será el lider en su ruta. El poder acordar una dirección con el gerente general David Griffin, cuyo contrato expira el 30 de junio, tan rápido como sea posible, es primordial. Si bien él es el hombre o no (y debería serlo, a juzgar por lo que comenta cualquiera en la franquicia desde James hasta abajo, incluyendo personal gerencial con largo tiempo de servicio y quienes son leales a su liderazgo). Si no es él, se debe conseguir un reemplazo de forma inmediata a fin que el equipo pueda planificar su verano.

Hay una decisión fundamental que se debe hacer a fin de fundamentar cada movimiento posterior: ¿Se mantienen con lo que tienen en su núcleo y esperar que el equipo no arranque las Finales de 2018 con 31-104 en tiros de 3 como había ocurrido en los primeros tres encuentros de la serie (creyendo que esta actuación es más una rara ocurrencia que un síntoma de ineptitud en contra de la feroz defensiva de los Warriors) o barrer la casa?

"Realmente no creo que deban hacer nada", afirmó un ejecutivo de la Conferencia del Oeste.

También existe otro punto de vista que indica que los Cavaliers están por debajo de los Warriors y nada menos que un cambio dramático durante la temporada muerta significaría la rendición del título la próxima temporada.

El problema es que esa ruta dramática es tan inverosímil que algunos ni siquiera la toman en serio. "Contraten al exesposo de Tonya Harding", bromeó un ejecutivo de la Conferencia del Oeste.

"Firmen a Kevin Durant", dijo un agente prominente, bromeando con respecto a la raíz del problema en primera instancia. Otro agente simplemente respondió con dos emojis de manos en oración cuando fue preguntado sobre la situación de los Cavaliers.

Si bien es fácil ver el por qué la persecución de los Cavaliers sobre los Warriors desata este humor sarcástico (acechando a un equipo con 73 triunfos que agregó a su plantilla a Kevin Durant, por Dios), ellos tienen opciones con las cuales jugar.

"Comenzaría buscando las opciones disponibles para (Kevin) Love", dijo un entrenador de la Conferencia del Este.

Y, ¿cuál sería la opción ideal?

"Me concentraría en Paul George", dijo un veterano con más de 10 años en la NBA. "No conozco qué podría dar a cambio, pero daría a todos menos a LBJ y Kyrie para conseguirlo. Melo (Carmelo Anthony) y D-Wade (Dwyane Wade) no resuelven los problemas que tienen contra Golden State". Y, ¿quién no querría consigo a George, con 27 años, quien regresó de una aterradora lesión en la pierna para tener un promedio de 23.7 puntos, 6.6 rebotes y 3.3 asistencias en la pasada temporada con los Indiana Pacers?

El problema con el Plan A es que George no se encuentra actualmente disponible, según lo indicado por fuentes a ESPN. Indiana y Cleveland podrían acordar un pacto de extender y cambiar, pero George necesitaría la seguridad por parte de James que el cuatro veces Más Valioso se quedaría con Cleveland más allá de 2017-18, el único año garantizado que queda en su contrato. Todo un dilema.

Sería valioso, sin embargo, porque si bien Love puede liderar a los Cavaliers (y tuvo unos tres primeros partidos de las Finales muy buenos con 17 puntos, 13.7 rebotes, 2.7 robos y un bloqueo por partido), George está mejor capacitado para el ritmo de juego que requiere una serie contra los Warriors y la transición súbita de defensiva a ofensiva y viceversa.

Fuera de ese escenario idílico con George, una opinión compartida por muchas de las fuentes contactadas por ESPN es la necesidad de más jugadores versátiles en el roster de los Cavaliers.

"Necesitan mejorar sus hombres con roles de 3 y defensiva", dice una fuente. "Siento que están a punto de envejecer sumamente rápido".

Quizás esto pueda pasar al firmar nuevamente a Derrick Williams y que se familiarice lo suficiente con el sistema para que Lue se sienta cómodo dándole tiempo de juego. Posiblemente, Kay Felder siga madurando. No obstante, su tamaño de 5 pies, 8 pulgadas, sugiere que siempre podría ser un problema a la defensiva. Quizás el traer a Cedi Osman de Turquía, seleccionado en el draft 2015, un jugador de largo alcance que puede ser un hombre enérgico a la defensiva, pueda colaborar. Sin embargo, Osman costará posiblemete parte de la excepción a nivel medio para firmarle (un costo prohibitivo cuando los Cavaliers tienen tan pocas opciones para añadir jugadores siendo un equipo al cual se le cobra impuesto al lujo) lo cual podría llevar a Cleveland a investigar el mercado a fin de negociar sus derechos a fin de meterse en la primera ronda del draft este año, viendo que los Cavs actualmente no tienen un puesto allí.

Los jugadores versátiles, listos para jugar y baratos no son fáciles de conseguir. Un miembro de una gerencia de la Conferencia del oeste indicó que los Cavaliers trataron de conseguir un hombre a ese estilo con DeAndre Liggins la temporada pasada, pero Liggins dejó de ser atractivo para los Warriors y fue liberado una semana antes del inicio de los playoffs.

Hombres de la talla de James Jones y Dahntay Jones han sido invalorables para la cultura de los Cavaliers, pero han pasado ya el punto en el cual se les pueda confiar por más de 15 o 20 minutos consistentes. Deron Williams era, a lo sumo, aceptable a la defensiva en su mejor momento pero lo compensaba con una serie de destrezas ofensivas brillantes. Ambos aspectos de su juego han retrocedido significativamente y, con él arrancando las finales de 0-11 a la distancia, sería un poco descabellado hacer de Williams una parte importante de planes a futuro.

Debido a su situación en lo que a tope salarial respecta (ostentando el roster más costoso de la historia de la NBA en campañas consecutivas) los Cavs deberán pagar nuevamente impuesto al lujo el próximo año. Esta temporada ya están desembolsando $24 millones por ese concepto. Si tienen exactamente la misma nómina el próximo año, pagarían $38 millones en impuestos. Obviamente, si ya hay aumentos planificados de sueldo, más la necesidad de firmar nuevamente a Kyle Korver (un tirador que puede exigir una cifra cercana a los $14 millones al año que obtuvo Jamal Crawford el verano pasado en el mercado libre), su nómina muy seguramente aumentará, lo cual significa que su cifra de impuesto al lujo podría llegar al rango de los $50 millones.

Todo esto le pone mayor presión a Cleveland a fin de reagruparse en la forma apropiada. Claro, ganar otro campeonato es el objetivo para incrementar el legado de James y recompensar a los aficionados en Cleveland, pero también hay un reto crucial: ¿Cuál es el sentido que el dueño de los Cavaliers Dan Gilbert gaste cerca de $150 millones en costos salariales para terminar aferrado al segundo lugar? Las posibilidades indican que no pueden agregar talento usando la excepción a nivel medio y los incentivos mínimos para firmar veteranos a fin de estrechar la brecha con los Warriors. Por ende, el reto es el de cambiar talento y esperar que (A) las piezas actuales despierten interés en la liga y que (B) las piezas que adquieran puedan hacer la diferencia.

¿Cuán valioso es Iman Shumpert? ¿Puede hacer que consigas un Jae Crowder, como lo dijo un entrenador de la Conferencia del Oeste? ¿Hay forma de mejorar lo hecho por Richard Jefferson, quien cumple 37 años este mes, con otro jugador suplente de James que pueda aportar una ofensiva más consistente desde el banco cuando LBJ deba tomar un receso?

¿Es acaso la decepcionante actuación de Tristan Thompson en las finales un indicativo que deben desprenderse de él? ¿Acaso los Cavaliers se preguntan en qué les beneficia tener un jugador con un rol tan fundamental en tu equipo toda la temporada si su capacidad no es suficiente para resistir la presión que te impone Golden State? Un agente sugirió que el cambio por Thompson no es posible incluso si así lo quieren, afirmando: "El juego está cambiando para esos jugadores muy limitados a la ofensiva a menos que tenga 15 rebotes y/o bloqueos. Es un jugador irrelevante".

James sabe bien lo que los Cavaliers han necesitado por un tiempo. En enero, viendo las deficiencias en el roster de cerca día tras día, se confesó luego de una derrota en New Orleans, indicando que Cleveland era un equipo "muy pesado" y exponiendo la carencia de jugadores capaces de armar jugadas en Cleveland a voz en cuello.

Existe una inmensa presión sobre James e Irving a fin de cargar con el equipo en hombros y hacer que se produzcan cosas a nivel ofensivo. Durante una temporada de 82 partidos, eso es mucho peso. Los Cavaliers se han hecho tan dependientes de James, que pueden colapsar por completo incluso si es sustituido por un minuto o dos, como ocurrió en el Juego 3 de las Finales cuando Cleveland estuvo por margen sobre 7 en los 46 minutos en los cuales jugó James y por menos 12 en los dos minutos en los cuales no.

"Detesto el hecho que no podamos, ¿sabes?, intentar mantener la ventaja y, si salgo o no del juego, pues mantener esas ventajas, sostenerlas", dijo James. "Detesto que le ocurra a mis compañeros, lo detesto por mí mismo, lo detesto por todos los involucrados. Por ende, tenemos que hacer algo".

Se exigirá mucha paciencia esta temporada muerta. Sin embargo, ¿cómo se puede ser paciente como segundo lugar sin mostrarse complacientes? Un ejecutivo en el Oeste se preguntaba: "¿Cómo acabas con un equipo que ha llegado a tres Finales consecutivas? Pienso que lo sortearán, harán algunos ajustes". Obviamente, haciendo contrapeso, se preguntan: ¿cómo unos simples ajustes pueden hacer que alcancen a un equipo comparado con uno de los mejores de todos los tiempos?".

Otro agente lo resumió así: "No hay forma que ellos mejoren. Solo hay que esperar que Iggy (Andre Iguodala) y otros Warriors decidan salir". Y este plan suena similar al estudiante que no está preparándose para un examen y espera que suspendan clases. El único beneficio que pueden recibir de perder a manos de los Warriors por segunda ocasión en tres años es que la trama sicológica regresará a los Cavaliers. Serán los buscadores de venganza la próxima campaña en vez de pensar en "agregar algo de helado cuando ya se han comido el pastel", como indicó una fuente de la NBA cercana a los Cavaliers, que sugirió que esta carrera de 2017 ha sido consecuencia de la fuerte emoción causada por el título en 2016.

Pueden usar esa corriente emocional y utilizarla para alimentarse en el campo de entrenamiento, haciendo énfasis en los hábitos defensivos que no han podido conseguir esta temporada al recordar al equipo lo devastadora y avergonzante que puede llegar a ser la ofensiva de los Warriors para los contrarios cuando no se ha retado. "Su Gerente General tiene mentalidad ofensiva, y Ty Lue ha perdido su concentración en la defensiva desde que se hizo entrenador", indicó una fuente. "Debe haber ese ajuste sin importar cómo sea el roster.

Entonces, ¿qué viene después para los Cavaliers?, preguntamos de nuevo.

"Si su roster se mantiene igual", indicó un asistente en la Conferencia del Oeste, "llegarán a las Finales de nuevo, nadie los está amenazando en el Este".

Y ahí yace el problema. Las cuartas finales en forma consecutiva para cualquier franquicia en el deporte serían algo sublime. Pero, ¿perder con el mismo equipo en tres ocasiones en cuatro años al llegar allí? Simplemente es una verguenza.