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Cinco claves del Juego 5: Todas las miradas depositadas en las zebras

Las escobas al final se quedaron en casa, al igual que los potenciales invictos históricos que te elevan al Olimpo del deporte, y este lunes continúan las Finales de la NBA con el quinto juego de la serie entre los Golden State Warriors y los Cleveland Cavaliers en la bahía de California.

El asunto es bastante simple, en realidad, ya que solamente una de dos cosas pueden suceder este lunes a partir de las 6 de la tarde del pacífico: Los Warriors se consagran como campeones frente a su gente, o ganan los Cavs forzando un Juego 6 el jueves en Cleveland y generando pánico escénico combinado con flashbacks post-traumáticos en la afición de Golden State.

A continuación presentamos una nueva edición de las cinco claves de un partido que por primera vez en la serie no tendrá a todos los ojos depositados en LeBron James, Stephen Curry, Kevin Durant o cualquier otro jugador, en realidad. No, ahora los apuntados son los vestidos de barras negras y blancas, y solo se pueden culpar a ellos mismos por ello.

1. ¿Cómo cambiarán los referís en el Oracle Arena?

La lupa está posada sobre ellos tras la debacle que fue la expulsión/no expulsión de Draymond Green en el Juego 4, la patada de Zaza Pachulia a Iman Shumpert pasada por alto, y los 22 tiros libres a favor de los Cavaliers en el primer cuarto de aquel choque el viernes pasado.

En comparación, LeBron y sus amigos contaron con 25 tiros libres en total en el Juego 1 y 19 en el Juego 2 en Oakland. La NBA siempre es tema predilecto de aquellos que creen que cada partido está arreglado y creen en conspiraciones como que la liga quería alargar la serie a propósito a pesar de que no existe evidencia alguna de ello.

Sin embargo, desplegar un nivel de incompetencia tal que todo el mundo se pregunta si tu trío de referís se quiso pasar de vivo o pecó de distraído en el peor momento no ayuda a la liga, los jugadores y mucho menos al nuevo trío de árbitros que debe cargar con una mochila ajena durante 48 minutos y no puede ganar, pase lo que pase.

Si los Warriors se ven favorecidos, los acusarán de localistas y compensadores. Si los Cavaliers son los que prevalecen con un fallo controversial u otra cantidad monstruosa de tiros libres en poco tiempo, entonces fue Adam Silver y su avaricia el que influenció todo, ¿no?

O quizás se puede esperar que un equipo experimentado de veteranos haga su trabajo y sea fantasmal para dejarnos disfrutar de básquetbol de alto vuelo. ¿Es demasiado pedir?

2. ¿Qué ajustes hará Golden State?

Cuando tu rival te mete 49 puntos en el primer cuarto, 86 al descanso, 25 triples, 137 puntos y la estrella del rival vuelve a contar con un triple-doble de más de 30 puntos, eso te debería dar la pauta de que algo hay que hacer al respecto.

La mejor receta para remediarlo es volver a embotellar las vías de acceso a la canasta para su rival. En los tres juegos iniciales de la serie, los Warriors superaron a los Cavaliers por 94-59 en el rubro de asistencias, con apenas 17 y 15 de su rival en los dos. En el cuarto perdieron esa batalla por 27-26.

En esta serie no existe detener a tu oponente por completo, pero los dirigidos por Steve Kerr son más que capaces de contenerlos forzándolos a jugar uno contra uno para que así sean LeBron y Kyrie Irving los únicos capaces de dañarlos.

Luego los Cavaliers se erran más tiros, los Warriors salen lanzados en transición, y asunto arreglado.

3. ¿Cuál será el próximo conejo en la galera de Kyrie Irving?

Para ser un base tan criticado por no saber defender a Curry o contar con apenas dos asistencias en el primer juego de la serie, a Kyrie nunca le podrán decir que se borra en los momentos decisivos.

Las dos veces que lo ha hecho hasta ahora en esta postemporada han sido frente a su gente en los cuartos juegos de las Finales de su conferencia contra los Boston Celtics y de la NBA contra Golden State respectivamente.

En Golden State también se acuerdan de su triple en el Juego 7 el año pasado.

Además, como dijo Draymond Green, no hay nada más delicioso que silenciar al público rival en su propia cancha. Que a nadie le quepa duda que a él le encantaría darle a Draymond una dosis de su propia medicina.

Hablando de Draymond…

4. ¿Podrá el jugador dinamita de los Warriors evitar explotar de la ira?

“Yo no le presto mucha atención a nadie en Cleveland, honestamente. No parecen ser las personas más sagaces por ahí”, Draymond Green dixit este sábado en la previa del Juego 5. Su bocota es tan prodigiosa como su talento defensivo, y nadie lo va a cambiar.

El problema es que esa misma bocota a veces (bah, siempre) lo mete en lío tras lío aun cuando sus acciones son relativamente inofensivas. Ese es el precio que pagas cuando quieres ser el chico malo de la cuadra.

Los Warriors se alimentan de esa adrenalina, pero existe una línea tan fina como vital que Green no debe cruzar. La de la segunda falta técnica. Ya es prácticamente un milagro que él esté en la cancha para este Juego 5.

5. La batalla entre Durant y LeBron

El presunto MVP de las Finales vs. Mr. Triple-Doble, mano a mano hasta que suene la chicharra.

La principal crítica para LeBron más allá de sus 31.8 puntos, 11.8 rebotes y 10.5 asistencias en la serie es que él se ve ampliamente superado por Durant en los momentos decisivos, más específicamente en las instancias clave del único juego que tuvo suspenso…aquel tercero con el triple ganador de KD con 45 segundos por jugar después de que el número 23 de los Cavaliers puso el destino de la serie en manos de Kyle Korver.

Será interesante ver que sucede el lunes si la pelota vuelve a quemar en los momentos finales.