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LeBron James: ¿esta temporada es una falla o su nueva realidad?

QUEDABAN OCHO segundos y el marcador empatado. LeBron James ya tenía 36 puntos, 14 de ellos en el último cuarto.

Él consiguió dar el pase bajo su propia canasta y se levantó, ganando velocidad. Su defensor, OG Anunoby, de los Toronto Raptors, lo acechó y lo forzó a irse, como dijo un informe de un scouting.

James se levantó, se retorció en el aire y le quitó la mano izquierda de la pelota. Su impuso lo estaba arrastrando hasta la linea de base y nunca se cuadró. Anunoby puso sus largos brazos en el campo de visión de James y lo obligó a flotar el balón con una mano. Cuando sonó el timbre, la pelota fue hacia la esquina superior izquierda del tablero trasero como un especial de Tim Duncan, y cayó. El Juego 3, y esencialmente la serie de los Cleveland Cavaliers con los Raptors en mayo pasado, terminó.

Fue una de los tiros más majestuosos en la carrera de James. Se combinó muchos rasgos en un momento. La velocidad, el tamaño, la visión, la voluntad, el tacto, el deseo, todos trabajando juntos.

Esto fue hace menos de 11 meses. Fue uno de los pilares en la mejor postemporada individual en su carrera, la mayor cantidad de puntos que había promediado en nueve años, el numero mayor de asistencias, su mejor PER en playoffs en nueve años.

Simplemente, la carrera que James realizó la primavera pasada luego de una brillante temporada regular en la que terminó segundo en la votación del JMV simplemente no cuadra con el jugador que está terminando la temporada más decepcionante con Los Angeles Lakers.

Es difícil comprender cómo un jugador que participó en todos los 104 partidos que jugó su equipo la temporada pasada y demostró un dominio en la resistencia, recuperación y el control del cuerpo, podría lastimarse dos veces esta temporada al deslizarse en la duela. La última sucedió la semana pasada cuando conducía contra los Brooklyn Nets y se golpeó violentamente la rodilla después de que en Navidad se lastimó la ingle.

El escenario ha dejado la pregunta sobre el jugador de 34 años. ¿Es esta temporada un caso atípico o será la nueva realidad?

¿Esta temporada está relacionada con la salud, la edad o el nivel de interés? ¿Los tres? ¿Es esto justo como en los primeros años de James, relativamente decepcionantes, en Miami y en Cleveland, o los años de Michael Jordan en los Washington Wizards?

Estas son preguntas que a veces se hacen dentro de la organización de los Lakers, dentro del propio equipo de apoyo de James e incluso por el mismo James.

Puede haber conjeturas. Pero en cuanto a las respuestas verdaderas, no llegan ahora. Flotarán durante los próximos seis meses hasta la próxima temporada.

Las estadísticas de James son sólidas, de hecho, por cada 36 minutos, su puntuación y rebotes han aumentado respecto a la última temporada en Cleveland. Pero la verdadera prueba de fuero de cómo está jugando James, su eficiencia, muestra la verdadera historia.

Esas lecturas se han reducido considerablemente, y está en el límite de su temporada PER más baja desde 2004-2005, la última vez que se perdió los playoffs. Además de sus imparables playoffs el año pasado, tuvo su mejor PER de temporada regular en cinco años. En otras palabras, 33 años, LeBron era tan dominante como el LeBron en sus años de JMV entre los mediados de y finales de los veinte años.

Hay que decirlo, a veces los jugadores muestran repentinamente su edad. Lo he visto de cerca a los largo de los años, cubriendo a docenas de veteranos de más de 30 años que anualmente han asistido o han sido recogidos por equipos contendientes con James.

Algunos jugadores de más de 30 años regresan de una temporada baja y de repente saltan media pulgada más abajo y ven que los disparos comienzan a golpear el borde delantero en lugar de la red. Recuerdo a Shaquille O’Neal en su única temporada con James en 2009-2010 a los 37 años y su porcentaje de tiros se desplomó. La temporada anterior, había liderado la liga en el tiro por décima vez en su carrera cuando logró ser un Jugador Estrella por décima quinta vez. Pero algo había pasado esa temporada. Había perdido ese medio paso.

“Me faltan los disparos que siempre he hecho”, me dijo O’Neal repetidamente esa temporada, desconcertado.

No parece razonable que James, quien acaba de tener una temporada tan buena, todavía esté ahí.

Es justo decir que James ha sido culpable de algunos pecados en esta temporada. Después de que regresó a Cleveland como un héroe conquistador y terminó la racha fuera de los playoffs de Cavaliers y llevarlos a las finales en 2014, podría haber tenido cierta arrogancia sobre el impacto que su llegada tendría en los Lakers esta temporada.

El liderazgo de James en esta temporada no ha sido el mejor, ya sea por comportamiento en la banca o su nivel de esfuerzo en la defensa. En las temporadas recientes, su intensidad defensiva ha caducado, especialmente al principio de la temporada, pero en 2018-2019 encontró un nuevo mínimo.

Estos no son un fenómeno totalmente nuevo, pero típicamente el dominio de la postemporada de James lo ha hecho fácilmente olvidables. Cuando un equipo celebra el título de una conferencia o planea un desfile de campeonato gracias a la grandeza en los playoffs de James, los recuerdos de que no volvió a defender unos meses antes tienden a desaparecer. Esta temporada, no tendrá esa oportunidad.

Se puede argumentar que la lesión en la ingle de James combinada con todos los cambios que enfrentó -no solo de escenario, sino de un equipo sin tiradores de seguridad a los que estaba acostumbrado, un estilo de subir el ritmo que era una salida de su zona de confort; y la competencia más rigurosa en la Conferencia Oeste- han creado la aberración. Que un largo periodo de descanso/curación y algunos nuevos compañeros de equipo cambiarán la narrativa.

Se puede argumentar que los jugadores no suelen tener años de recuperación en la temporada cuando cumplen los 35 años. Y que los Lakers, incluso con una selección de lotería y un espacio máximo en su límite, pueden tener problemas para modificar su roster lo suficiente como para crear un entorno de multiestrellas rico en tiradores donde James ha prosperado en la última década.

James ha sido una de las apuestas más seguras que ha visto la liga. Quizás ese es el sentimiento más extraño de todo, esta incertidumbre desconocida.