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Los Warriors regresan a las raíces, pero ensayan para el futuro

Se ha convertido en un juego de salón popular entre los ejecutivos de la NBA durante toda la temporada: ¿Cuánta calidad tendrán los Golden State Warriors si Kevin Durant decide partir?

No se puede trazar una línea directa entre los Warriors que obtuvieron 73 victorias (la última versión previa a la llegada de Durant) y el teórico equipo que jugará la temporada 2019-20. Harrison Barnes partió. Andre Iguodala, volcando y robando el balón y corriendo por todos lados en estos playoffs, tiene 35 años. Shaun Livingston se encuentra en las etapas finales de una carrera maravillosa. Sus elegidos en los puestos bajos de primera ronda del draft no han aportado mucho como colaboradores a nivel de titular. Ese es el precio de la grandeza. Las tres estrellas originales tienen más allá de los 35 años, o se acercan a esa edad.

TEl tenor de ese juego de salón cambió durante la primera ronda de la presente postemporada. Los Clippers, equipo dueño del octavo sembrado, se llevó dos partidos en el Oracle Arena y presionaron a los Warriors de la era Durant hasta alcanzar una distancia que sólo otro equipo había podido manejar. Stephen Curry se asemejaba a un mortal. Durant enloqueció y los rescató. El mismo patrón se repitió durante los tres primeros partidos de la serie contra los Rockets.

Parecía que los Warriors necesitaban que Durant entrara en estado de demencia. Eso no parece ser un buen augurio con miras a la próxima temporada. Quizás no debamos apuntarlos como favoritos indiscutibles en la Conferencia del Oeste. Quizás sea hora de colocarlos en el mismo grupo de Houston, Utah, Oklahoma City, Denver, Portland y quien sea que gane el derbi de agentes libres.

O quizás no. Golden State ahora tiene récord 31-1 en sus últimos 32 partidos en los cuales juega Curry y no Durant; aparte de 34-4 en tales encuentros desde que se produjera la contratación de Durant. El tamaño del muestreo está creciendo. Sugiere que los Warriors siguen siendo una súper potencia que juega con un estilo diferente cuando los jugadores estrellas fundadoras de su dinastía se encuentran sanos y motivados, sabiendo bien que tienen que arreglárselas sin la estrella que se les incorporó posteriormente.

Puede ser difícil ver dicha súper potencia (cerrar los ojos y observarlo) cuando juega Durant. Esa fue prácticamente la idea de su contratación. Durant podía compaginarse con la filosofía generosa de Steve Kerr, aunque también era capaz de generar un estilo de juego más tradicional.

No siempre ha sido fácil mezclar a los dos a mitad de cancha. Contra algunos equipos (particularmente aquellos, como los Rockets, que hacen cambios a la defensiva) los Warriors se inclinan más a un estilo de búsqueda de enfrentamientos desiguales más lento que gire en torno a la anotación de Durant en marcaciones personales. Las otras tres estrellas de Golden State pueden seguir volando cuando. Durant posee el balón.

Sin embargo, tal y como lo admiten por cuenta propia, en ocasiones han bajado su velocidad. Se han detenido a ver. Se han quedado a media marcha. Pasar por las cortinas sin su usual ferocidad estridente.

No siempre ha sido fácil para Curry, Klay Thompson y Draymond Green pasar el interruptor. No tenían que hacerlo con Durant presente. Cuando éste descansaba, estos tres jugadores raramente se encontraban juntos en la cancha. La temporada regular es sumamente larga y tediosa para un equipo que se apresta a disputar su quinta edición consecutiva de las Finales de la NBA. Green se encontraba fuera de forma hasta que se adhirió a una dieta planificada para él durante el mes de marzo. Al igual que cualquier otro jugador que subsiste de cestas pull-ups, Durant sufre de una noche fría ocasional. En esas noches (cuando Durant fallaba más cestas y las otros tres jugadores estrellas no lograban armar su ritmo de los tiempos previos a la llegada de Durant) se puede entender la existencia de la ilusión de un futuro post-Durant poco menos que dominante.

Estos seis triunfos anteriores y el dominio sinérgico de los padres fundadores de la dinastía de Golden State han sido un recordatorio: Permanecemos aquí. Quizás no se hagan con el primer sembrado en la Conferencia del Oeste sin la presencia de Durant; se han ganado el privilegio de ahorrar esfuerzos y descansar. No obstante, se mantendrán dentro del panorama de candidatos al campeonato cuando realmente importe.

Analicemos de manera más profunda cómo los Warriors lograron reconectarse con sus raíces, con la ayuda de entrenadores y jugadores (algunos de forma pública y otros que prefirieron mantener el anonimato) que les han enfrentado recientemente.


El temido Split

Curry y Thompson conforman la pista trasera encestadora más grande de la historia del baloncesto y quizás sea la pista trasera más grande de la historia (¿o sin duda lo es?). El cambio más importante en líneas generales hecho por Kerr tras reemplazar a Mark Jackson fue potenciar el poder del enceste de los "Splash Brothers" cuando no tenían el balón. La acción en el Split (dos jugadores que entran juntos y se alejan mientras estallan con su juego) existió mucho antes de la dinastía de los Warriors; sin embargo, Curry y Thompson explotaron dicha arma de una forma jamás antes vista.

En la jugada que pueden ver arriba, CJ McCollum y Evan Turner hacen cambios defensivos y todo parece estar bien. Sin embargo, mientras Curry choca pechos con McCollum y se enfrenta a McCollum de manera casi vertical, siente la posibilidad de hacer un corte atrás.

Green bota el balón para un pase preciso. Maurice Harkless acelera frente a Kevon Looney para apoyar la incursión de Curry. Curry bota el balón de dirección de Looney, quien coloca el balón mientras Harkless se mueve detrás de las sombras.

¿Qué se supone debes hacer aquí? Quizás McCollum y Turner debieron haberse quedado en sus puestos en vez de hacer cambios defensivos; McCollum casi cae frente al pick de Curry, rindiéndose ante un cambio defensivo antes de que él necesite hacerlo. Tal y como lo demostraron los Rockets en la temporada pasada, una parte importante de un esquema sensato de cambios defensivos contra Golden State es percibir correctamente cuándo no hacer dichos cambios.

En teoría, Damian Lillard podría caer a la presión de Alfonzo McKinnie y apabullar a Looney. Lillard es el quinto defensor que Golden State anula dentro de la acción en cuestión de aproximadamente dos segundos. Casi ningún defensor puede pasar de estar "fuera de jugada" a "formar parte de rotación urgente" de forma tan rápida. Ha sido popular burlarse de la ofensiva equitativa denominada "Kumbaya Kerr", pero los resultados le han dado a Kerr la razón. Soltar a Curry y Thompson como cortadores ha rendido dividendos más allá de mantener a los jugadores de reparto involucrados y lo suficientemente contentos para esforzarse fuertemente a la defensiva.

Esto maximiza el juego de Green, uno de los gigantes creadores más grandes de todos los tiempos. Desata la generación de espacios fáciles alrededor de la cesta para jugadores de reparto que serían inútiles jugando un papel estático cerca del poste. Los súper equipos con amplio talento protagónico mendigan para conseguir apoyo a salario mínimo. Dichos jugadores aparecen con vacíos evidentes en su juego. Muchos de ellos son encestadores mediocres. El magnetismo que generan Curry y Thompson como cutters abre grietas que pueden aprovechar positivamente hombres como Looney, Iguodala, Livingston, McKinnie, aparte de los Zaza Pachulias, JaVale McGees y Jordan Bells del mundo.


El triple desconcertante

La mayoría de las defensivas rivales han adoptado de manera razonable una estrategia de ignorar a cualquier jugador que no sea Curry, Thompson o Durant y que intente ayudar al trío histórico de encestadores con el que cuenta Golden State. Sin embargo, con Curry y Thompson en movimiento permanente, uno nunca sabe dónde podrían emerger esos encestadores.

Dicha incertidumbre nubla la mente de esos defensores que merodean en busca de esos colaboradores, incluso con Durant ausente.

Esta es una clásica acción de Golden State, aunque prefieren ponerla en marcha con Durant frente al poste y Green asumiendo el rol de Looney en la cortina.

"Constituye la mejor de sus jugadas y la más difícil de marcar", indica Doc Rivers, cuyos Clippers llevaron la estrategia de "ignorar a los jugadores de reparto" al extremo durante la primera ronda de los playoffs.

En teoría, Enes Kanter se encuentra marcando a Looney; sin embargo, está a 15 pies de distancia de Looney, a fin de poder ayudar a defender contra cualquier amenaza más peligrosa que pudiera surgir.

No obstante, Kanter no está realmente ayudando a nadie. Está tranquilamente ubicado cerca de Green, aunque no hay necesidad de acosar a Green en el bloqueo. Kanter no se molesta en intentar romper el pase de entrada de Looney. Tal como lo dijo en una ocasión Krusty el Payaso a otro oponente: "¡SÓLO TÓMALO! ¡TOMA EL BALÓN!"

Desde ese momento, todo ha terminado. Curry se abalanza cerca del pick de Looney, con la certeza de que Kanter no tiene oportunidad de cubrir tanto terreno.

"Hay que reconocer que el hombre al cual no estás marcando a propósito, ahora se encuentra armando una cortina y correr hacia adelante, eso es sumamente difícil", indica Rivers. "No te puedes quedar paralizado".

Se requiere de una rara combinación de alerta, anticipación y velocidad para pasar en un instante de "ignorar" a "presionar", tal como lo logró hacer Harkless en contra de Green en la siguiente jugada:

Harkless juega por las alas. Los gigantes (tales como Zach Collins en la jugada de abajo) tienden más a paralizarse cerca de la pintura:

Al convencer a los rivales que necesitan ayudar de forma tan dramática enfrentándose a cada jugador no encestador, pensando que una amenaza podría surgir de la nada en cualquier rincón, que necesitas estar en todo sitio a la vez, los Warriors engañan a sus rivales, que terminan marcando fantasmas.

"Causan muchísima confusión", expresó Meyers Leonard días después de que los Warriors barrieran a Portland. "Es increíblemente difícil ser un defensor colaborador y luego enfrentarse a una cortina. Se siente extraño. La defensiva de colaboración en contra de los Warriors es un asunto totalmente diferente cuando ellos juegan a ese estilo antiguo de los Warriors. No es normal. Uno nunca sabe que vendrá después".

Rivers estaba viendo ese partido y se reía en señal de exasperación por ese triple de Curry, afirma. Noten cómo ambas cortinas de Looney dirigen a Curry hacia la esquina. La mayoría de estas jugadas hacen que los encestadores se alejen de los límites de la cancha. Los Clippers bloquearon a Curry y Thompson y evitaron que usaran dichos picks, lo que se denomina "top-locking" en la jerga del baloncesto:

Los Warriors respondieron redirigiendo su ofensiva hacia los rincones. "Son tan inteligentes", expresa Rivers. Particularmente, percibió la forma en la cual Curry desplazó a su hermano dentro del pick de Looney. Qué fuerte.

Golden State es un equipo que destila calidad a niveles absurdos en espacios estrechos. Su ofensiva florece en ambientes (los rincones) en los cuales la mayoría de los equipos se marchitan.

Thompson comprende el poder de su enceste, capaz de hacer que surja marcación doble en su contra. Livingston sabe bien cuál pase tiene que hacer antes de que siquiera reciba el balón. ¿Debieron los Blazers haber hecho un cambio defensivo? Probablemente. Intenten hacer esa lectura en tiempo real. ¿Debió alguien haber rotado hacia Bell? Creo que sí. Sin embargo, esos pases se generan demasiado rápido. Golden State ha dado preponderancia a la inteligencia con los pases y cortes dentro de sus jugadores de reparto, debido al hecho que la forma en la cual ellos juegan (la identidad mayor que constituye una extensión del estilo de Curry) así lo requiere.

El reto intrínseco de jugar contra Golden State (con o sin la presencia de Durant) es que no hay una sola respuesta que ayude en todos los casos en los cuales haya que marcarles, o incluso a la hora de defender contra cualquiera de sus jugadores en cualquier posesión. En ocasiones hay que hacer cambios defensivos. En otras simplemente hay que merodear. A veces hay que montar trampas. En otras circunstancias hay que ejercer todas las opciones anteriores en rápida sucesión.

Muchas de esas estrategias entran en conflicto directo. Digamos que un jugador es un bloqueador de tiros que marca a Green por un ala mientras Curry dribla el balón por la otra. Hay que prepararse para ayudar a detener la incursión de Curry en el aro, ¿cierto? Pero ¡espera! Green está armando una cortina sin el balón para Thompson. Tu labor consiste en hacer cambios defensivos ante ambas acciones. ¿Cómo puedes hacer un cambio por fuera frente a Thompson y ayudar adentro en contra de Curry?

No se puede. Si estás haciendo un cambio defensivo no puedes ayudar adentro y si ayudas adentro no puedes hacer un cambio defensivo e intentar descifrar qué hacer depende de una docena de variables diferentes: quién tiene el balón, cuánto tiempo queda en el cronómetro para encestar, cuáles otros jugadores de los Warriors están en la cancha, si Joe Lacob te está retando. Eso puede causar que los defensores más inteligentes queden perplejos.

"Es similar a encontrarse en un bote con tres hoyos en su fondo", me comentó durante la temporada pasada Jeff Bzdelik, ex coordinador defensivo de los Houstion Rockets, "y solo tienes dos tapones en tus manos. Hay que mantenerse moviendo los tapones.

Rivers recurrió a decirle a sus jugadores que intentaran cortar agresivamente las acciones de los Warriors si sentían que se quedaban atrás. "Esa fue la primera vez en mi carrera de entrenador que he hecho algo semejante", afirmó.


Añadiendo otra capa media

Esta es la misma configuración, solo los Warriors agregan un cuarto jugador -el otro Splash Brother- al lado fuerte. Pasan del corte dividido a la pantalla de Green, de modo que todo es solo una acción líquida.

Thompson corta antes de la cortina para Curry, y se corta detrás de McCollum. Eso obliga a Leonard a alejarse de Green, y desde allí estás en el modo de oración.

"Estás pensando: 'Está bien, estoy ayudando en este corte de Klay, pero ahí está Steph y, ¡oh no!, voy a llegar tarde'", dice Leonard, quien estaba en el pívot en esta jugada. "Siempre estás preocupado".

Una posible alternativa: Harkless podría desprenderse de Green, dar cuenta de Thompson y esperar que uno de dos entre McCollum o Leonard lo lea, y salga corriendo hacia Looney/Curry. Ese tipo de improvisación es mucho pedir, dadas todas las partes móviles de Golden State. Diagramarlo antes de tiempo corre el riesgo de parálisis por sobrepreparación.

Una variante de la misma combinación de división en la pantalla:

La ayuda de Leonard también es necesaria aquí, primero en el corte de Curry y luego en la puerta trasera de Thompson. Aun así, Leonard queda fuera de posición ante la movida Curry-Green.

Por eso Rivers dice que ajustó las reglas de ayuda de los Clippers después del Juego 1 de esa serie: ignorar a los que no tiradores a menos que tengan el balón, en cuyo caso, por favor, por el amor de los dioses del baloncesto, vayan por ellos.

Seguir esa ruta presiona a los chicos que vigilan a Thompson y Curry para que naveguen en el Ballet de los Splash Brothers sin exponer ningún agujero. Los dos defensores de Portland en cuestión fallan aquí.

Hay un principio básico debajo de todo este movimiento de zumbido: los Warriors quieren forzar al mismo defensor a que se escurra en la pintura para encontrar un Splash Brother, y luego retroceder para encontrar el otro. Puede ser tan simple como vincular un pick-and-roll de Curry con una entrega a Thompson:

Eso es demasiado viaje de ida y vuelta para el pobre Kanter.


Dónde comenzó todo

Y al final, está esto, una y otra vez, hasta que se someta al dominio de la hipervelocidad de quizás la mejor combinación de pick-and-roll desde John Stockton y Karl Malone:

Curry corrió menos pick-and-rolls esta temporada que en cualquier otro momento desde su ascensión al estrellato, según los datos de Second Spectrum. Seis de sus 20 juegos de pick-and-roll de mayor volumen de la temporada se han producido desde la lesión en la pantorrilla de Durant.

Green, como de costumbre, es el compañero de baile de Curry, una pareja igual. Green mata las defensas con el lob a Looney. Livingston se desliza para proporcionar una segunda salida. Lillard nuevamente no gira, y otra vez no puedes culparlo; los Warriors involucran a cuatro jugadores (Curry, Green, Looney, Livingston) en la acción de la pelota en aproximadamente dos segundos.

Mantenerse fuera de las rotaciones es menos gravoso. Es por eso que cambiar defensas es en teoría la estrategia óptima contra el juego de dos hombres de Curry y Green. Pero pocos grandes pueden rastrear a Curry más allá del arco. Es un anotador de aislamiento subestimado por derecho propio, incluso contra los bases. La caída de un ala conmutable en Green crea una desventaje de pareo en otros lugares.

Cuando juega Durant, ese desajuste es fatal. Sin Durant, los Blazers se sintieron cómodos jugando a tres bases pequeños juntos. Durant es la opción de rescate de Golden State, la carta de triunfo, contra los esquemas de cambiar todo. Es seguro contra las noches heladas de tiro.

Nunca sabremos realmente si los Warriors necesitaron a Durant para vencer a los Cavs 2017, el mejor equipo de LeBron en Cleveland, o los Rockets de la temporada pasada. Se sentía como si lo hubieran hecho, pero también se sentía como si lo necesitaran para sobrevivir a los Clippers hace tres semanas. Tal vez necesitaban que se volviera invencible, que fuera algo más que un equipo normal de campeonato. (Es posible ser un equipo de nivel de campeonato y no ganar el campeonato).

Pareció a veces esta temporada como si necesitaran a Durant para ser simplemente eso: un gran equipo normal. Las últimas dos semanas han sido un recordatorio enfático: tal vez no lo lo necesiten.