Termina una de las mejores series documentales deportivas. ESPN dedicó vastos recursos en producir The Last Dance para escudriñar más sobre esa última temporada de Michal Jordan en los Chicago Bulls y cómo y por qué ese año se convirtió en ‘El último baile’.
En el proceso y para comprender al personaje principal, otros nombres tomaron fuerza ya sea para engrandecer el mito de Michael Jordan o para conflictuar la representación que se ha hecho a los años de una de las máximas leyendas del deporte mundial.
Dejamos tres de los principales personajes que acompañaron a Michael Jordan a lo largo de esa travesía en la NBA, ya sea para bien o para mal.
Jerry Krause
Gerente general de los Bulls de 1985 a 2003, no cabe duda que fue el arquitecto de aquel legendario equipo que dominó la NBA casi por una década. Pero era un tipo complicado y decidió desmantelar al equipo empezando por el entrenador Phil Jackson; fue injusto con Scottie Pippen –al menos en opinión de muchas personas- y finalmente Jordan decidió también dejar a Krause y su proyecto para los Bulls. Después de 1998 Chicago no volvió a ser aquel equipo dominante. Krause renunció en 2003. Murió en 2017 y ese mismo año fue incluido en el Salón de la Fama de la NBA.
Isiah Thomas
Uno de los mejores bases del deporte y principal rival de Jordan y los Bulls a finales de los ochenta y principios de los noventas. Sus Pistons vencieron a los Bulls en un par de ocasiones y cuando estos por fin ganaron para avanzar a la serie final, Thomas y el equipo de Detroit no lo tomaron nada bien y, de acuerdo a Jordan, fueron unos malos perdedores, algo que MJ nunca le ha perdonado. Merecía estar en el Dream Team, pero, de nuevo de acuerdo a Jordan, la naturaleza conflictiva de Thomas lo apartó del equipo –otros piensan que fue vetado por la súper estrella de la NBA.
Dennis Rodman
Rival y luego compañero de Jordan. Con los Pistons fue un duro contrincante y en los Bulls, junto a MJ y Pippen, formó una de las mejores tripletas en la historia del deporte. El hombre escándalo de la NBA tuvo una dura juventud, pero escapó de la calle gracias a las duelas. En 1993 Rodman se quedó dormido en su auto en el estacionamiento del Palace, arena de los Pistons. Tenía un arma cuando la policía lo encontró, alertada por un amigo suyo que estaba preocupado por su estado emocional.