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Rivales de Mavericks deben darse cuenta de que con Luka Doncic, todo es posible

Se suponía que los LA Clippers tendrían un día de campo el domingo por la tarde frente a los Dallas Mavericks y al final, sufrieron una pesadilla.

Luka Doncic estaba lastimado del tobillo, Kristaps Porzingis fue descartado para el Juego 4 de la serie de primera ronda de Playoffs por molestias en la rodilla. Los Clippers, considerados mejor equipo hombre por hombre y pese a la lesión de Patrick Beverly, parecían tener el camino sencillo para poner a los Mavs al borde de la eliminación.

Nadie hubiera pensado que los Mavericks, sin Porzingis, ganarían con triple de último segundo de Doncic, quien obviamente sí jugó, y mucho menos si se considera que llegaron a estar abajo en el marcador hasta por 21 puntos.

Tras obsevar los primeros cuatro partidos de Postemporada en la joven carrera del esloveno en la NBA, los rivales tendrán que comenzar a darse cuenta que con él, todo es posible, incluso lo que parece imposible a ojos del resto.

“Sabemos que este joven tiene talento para lo dramático”, dijo Rick Carlisle, entrenador de los Mavericks, en videoconferencia. “Es un muchacho que vive para estos momentos.

“Quizá es el partido más grande que ha tenido un muchacho de segundo año (…). Este juego fue de otro planeta”, agregó.

Los Mavericks van a necesitar más todavía de Doncic a partir de este martes, cuando disputen el Juego 5 de una serie que se convirtió ya al mejor de tres juegos al estar empatada 2-2.

El esloveno, de 21 años, sumó 43 puntos, 17 rebotes y 13 asistencias para que los Mavericks ganaran con su disparo de último segundo.

En la serie, Doncic promedia casi un triple doble por juego con 31.5 puntos, 10.5 rebotes y 9.8 asistencias en 35.5 minutos en la duela, pero esas estadísticas distan de ser la mejor parte.

Doncic demuestra cada partido que puede hacer jugadas en el momento más oportuno, desde las más pequeñas hasta las más grandes y visibles como el triple ganador de último segundo, aun lastimado del tobillo izquierdo.

“Cuando encesté el tiro y el equipo salió corriendo hacia mí, fue uno de los mejores sentimientos que he tenido. Fue algo súper especial”, reveló el esloveno.

Vaya que fue especial.

Doncic se convirtió en apenas el tercer jugador con al menos 40 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias en la historia de los Playoffs de la NBA y el primero desde que lo hizo Charles Barkley en 1993 con los entonces Seattle Supesonics.

La remontada de 21 puntos es la más grande en la historia de los Mavericks en Postemporada y así los records se acumulan por docena, cuando apenas se ha disputado temporada y media regular si se considera la pausa por la pandemia, y cuatro partidos de Playoffs.

“Lo más importante es que ganamos y seguimos peleando. Después habrá tiempo para ver qué hemos hecho bien y mal. Ahora sólo hay que concentrarse en el siguiente partido que tenemos que ganar”, añadió.

Los Mavericks enfrentan a los Clippers y el lunes aún tenían la duda sobre si contarán con Porzingis, a quien el entrenador tiene clasificado como “día a día”.

“Mucho de esto va a ser hora a hora, minuto a minuto, probablemente en las últimas etapas de mañana”, explicó Carlisle sobre el estatus de Porzingis. “El juego es por la noche, por lo que puede ser tarde en el día, tarde en la noche, antes de que sepamos con seguridad”.

De cualquier manera, con o sin Porzingis, cuyo estudio de resonancia magnética resultó negativo, todos los Mavericks confían en que mientras Doncic esté en la duela, habrá esperanza.

“Los grandes jugadores hacen jugadas en los momentos grandes”, señaló Trey Burke. “(Luka) es un gran jugador y lo ha probado en esta liga”.