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La inspiración de Giannis

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Giannis tocó el cielo este martes al conquistar su primer título NBA en su octava temporada con los Milwaukee Bucks.

En septiembre de 2006, Giannis Antetokounmpo se encontraba en el pequeño departamento donde vivía junto a sus hermanos y padres, en los suburbios de Atenas, Grecia. Tenía 11 años, mientras veía en una diminuta televisión un partido de baloncesto que le cambiaría la vida, aunque fuera un deporte que simplemente no le gustaba.

Giannis no jugó basketball hasta los 12 años. Él no quería ser Jordan, ni Kobe, ni LeBron. Él quería ser Thierry Henry y jugar futbol profesionalmente. Sin embargo, un personaje capturó su atención aquel día. El partido era Estados Unidos vs Grecia, semifinal del Mundial de Baloncesto disputado en Japón. Aquella noche, en Saitama, la Selección de Grecia derrotó a Estados Unidos de la mano de dos jugadores: el legendario Vassilis Spanoulis, quien había liderado a Grecia a ganar el Eurobasket un año antes, y por otro lado el hombre que se convirtió en la inspiración de Giannis Antetokounmpo para convertirse en basquetbolista.

Su nombre es Sofoklis Schortsanitis, y nació en Camerún. De tez negra, pesaba 140 kilogramos y le decían “Baby Shaq”. En 17 minutos anotó 14 puntos y fue pieza fundamental para el triunfo del equipo helénico. Al verlo en la pantalla, algo hizo click en la mente de Giannis, como se lo relató a Adrian Wojnarowski en el podcast “The Giannis Draft”: “Oye, un hombre negro fue parte de esto, ¡lo podemos lograr! Podemos ser profesionales y representar a Grecia, ¿lo podemos hacer, no?”.

Sofoklis había sido tomado por los Clippers en el Draft del 2003 en el pick 34, pero jamás llegó a disputar un solo minuto en la NBA. En cambio, fue campeón de clubes a nivel europeo con el Maccabi Tel Aviv. Sin embargo, su simple aparición sirvió para inspirar un joven Giannis que hasta los 15 años empezó a entrenar con regularidad por las tardes en el Filathlitikos de la Segunda División de su país, mientras por las mañanas iba a la escuela y alternaba trabajando vendiendo souvenirs en los sitios turísticos de la capital griega.

Giannis tocó el cielo este martes al conquistar su primer título NBA en su octava temporada con los Milwaukee Bucks, equipo que lo tomó en el pick 15 del Draft 2013. Lo primero que hizo Antetokounmpo al concretarse su victoria fue voltear a la tribuna y lograr que su familia bajara a la duela, para luego sentarse en una silla de primera fila en el Fiserv Forum y ponerse a llorar en una especie de desahogo. Las lágrimas de Giannis parecían decir “todo el esfuerzo ha valido la pena”.

Giannis es el quinto jugador no nacido en Estados Unidos en ganar el premio a Jugador más Valioso de las Finales, después de Hakeem Olajuwon, Tim Duncan, Tony Parker y Dirk Nowitzki. Pero su historia tal vez es la más entrañable de todas y su carisma el más grande. Su lealtad también es gigantesca con el equipo que apostó por él. En diciembre firmó una extensión de contrato de 5 años cuando bien pudo haberse ido a otro equipo con más estrellas y recorrer un camino más sencillo. Giannis lo hizo a su manera, con la sencillez y autenticidad con la que siempre se ha manejado. Ahora Disney llevará su historia a la pantalla grande. No es para menos. Si hay una historia de película, esa es precisamente la de Giannis Antetokounmpo.