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Brandon Crawford dispara ¡siete hits! en maratónico partido

MIAMI -- Lo que se proyectaba como un duelo de pitcheo terminó siendo una maratónica batalla campal a palo limpio, decidida en el decimocuarto episodio por el séptimo hit del juego de Brandon Crawford, que le dio a los Gigantes de San Francisco triunfo de 8-7 sobre los Marlins de Miami.

Crawford bateó un doble, un triple y cinco sencillos en ocho turnos, con una carrera anotada y dos impulsadas, incluida la decisiva ante Andrew Cashner, usado como relevista por el manager Don Mattingly al quedarse sin hombres en el bullpen.

El campocorto de San Francisco es el primer bateador con siete hits en un juego desde que lo hizo Rennie Stennett, de los Piratas de Pittsburgh, el 16 de septiembre de 1975.

''Fue algo loco. Este es un juego que no olvidaré nunca, pues es difícil tener ocho turnos al bate en una noche. Sólo traté de tener buenos turnos y las cosas salieron solas'', dijo el héroe de la jornada al finalizar el encuentro.

''No sabía que soy el primer jugador de los Gigantes en conseguir esto y me siento honrado, pues es una franquicia con una larga historia'', añadió Crawford, quien llevaba cuatro imparables en sus últimos 36 turnos.

Después de dos outs en el principio del inning 14, el relevista Dustin McGowan regaló boletos a Brandon Belt y Buster Posey, tras un intenso trabajo de tres y dos tercios. Mattingly echó mano a Cashner, pero Crawford lo recibió con cohete al medio que remolcó la decisiva.

El partido comenzó con un duelo de dos de los mejores lanzadores latinos de las Grandes Ligas.

De un lado estaba la experiencia y sabiduría del dominicano Johnny Cueto, de los Gigantes, en busca de su decimocuarta victoria de la temporada.

Del otro, la juventud y el poder del cubano José Fernández, de los Marlins, casi invencible en casa y tras un decimotercer triunfo que significaba una máxima en su corta carrera. Pero ambos se fueron sin decisión.

Luego de tres innings sin anotaciones, la balanza se inclinaba para Fernández, quien dejaba el partido con ventaja de 5-1, mientras que Cueto siguió sin ganar un juego después de la pausa del Juego de las Estrellas.

De hecho, ni Cueto, ni el derecho Jeff Samardzija, ni el zurdo Madison Bumgarner, los tres astros del pitcheo de San Francisco, han podido aportar ni un triunfo en la segunda mitad de la temporada.

En el final del cuarto inning, Miami rompió el empate a cero al combinar boleto al venezolano Martín Prado, doblete remolcador de Christian Yelich y sencillo empujador de Giancarlo Stanton.

San Francisco descontó una por imparable de Denard Span y doble impulsador de Buster Posey después de dos outs, pero los Marlins volvieron a la carga en el quinto y marcaron tres por hit del propio José Fernández y jonrones seguidos de Prado y Yelich para poner la pizarra 5-1.

Pero tras la salida de ambos abridores, el juego quedaba en manos de los relevistas... ¡Y tanto los de Miami, como los de San Francisco, lo hicieron muy mal!

Ante 22,806 fanáticos, buena concurrencia a pesar de la lluvia que cayó durante todo el día sobre Miami, ni el zurdo Hunter Cervenka, ni los derechos Nick Wittgren y Brian Ellington, pudieron defender la ventaja de cuatro carreras en el séptimo episodio.

Span y el puertorriqueño Ángel Pagán pegaron sencillos consecutivos y Brandon Belt sonó doblete limpiabases ante Cervenka. Wittgren vino al rescate y fue recibido con imparables consecutivos de Posey, Brandon Crawford y Hunter Pence, para igualar las acciones 5-5.

Joe Panik se sacrificó y puso corredores en tercera y segunda, pero Ellington, tercer lanzador utilizado por el manager Don Mattingly en la entrada, inició su actuación con lanzamiento desviado que le abrió las puertas del plato a Crawford con la quinta anotación de los Gigantes en el inning y sexta en el partido.

Los peces volvieron a la carga en el cierre del séptimo y retomaron el mando ante el relevista Will Smith por sencillo de Dee Gordon, biangular de Prado y cañonazo remolcador de dos de Yelich.

Pero en el octavo volvió a fallar el relevo de los Marlins, cuando Kyle Barraclough regaló pasaportes seguidos a Span y Pagán, y tras ponchar a los peligrosos Belt y Posey, permitió sencillo de Crawford, su cuarto de la noche, que provocó un nuevo abrazo en la pizarra.

A partir de ahí, los apagafuegos de ambas novenas cerraron las llaves de las carreras, hasta el cohete decisivo de Crawford en el decimocuarto.

George Kontos (3-2) sacó los últimos dos outs del decimotercero y los tres del decimocuarto para apuntarse la victoria. McGowan (1-3) cargó con el revés.