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Chivas, Tigres y León ladran mejor echados

LOS ÁNGELES -- El gran problema con Chivas, Tigres y León, es que ésa es, también, su gran y última esperanza.

Están, los tres, tan muertos que aún se sienten vivos. Ese rigor mortis, los vuelve más peligrosos.

Juan Rulfo, en Llano en Llamas, lo explica mejor: “Lo que pasa con estos muertos viejos es que en cuanto les llega la humedad comienzan a removerse. Y despiertan”.

Así llegan Chivas, Tigres y León a la obscenidad competitiva que es el despechaje del Repechaje. Llegan tan desahuciados, tan malheridos, tan condenados, como esos muertos que lo que único a lo que ya no le temen es a su muerte.

Si acaso Pachuca, Atlas y Toluca se sienten más poderosos, si menosprecian acaso a estos tres que se arrimaron reptando a la repesca, que se enteren que a estos muertos viejos les ha llegado la humedad y empiezan a moverse.

1.- RE-BAÑO DE SANGRE…

Chivas dio, en triunfos circunstanciales, muestras de mejoría ante un sospechoso Xolos, un desmantelado Monterrey, y un aterrorizado Atlas, además de expulsiones de los rivales, en los dos primeros casos. Después, asedió sin éxito a los alguna vez Tigres, hoy tristones gatos bodegueros de Zuazua.

Tiene un equipo competitivo, marcado, cierto, por muchos bribones enarbolando vodka con tamarindo o noches de banda y mezcal, pero, además, los jugadores han sido mal utilizados.

El ex ‘Rey Midas’, Víctor Manuel Vucetich, parece haber tenido una epifanía de lucidez táctica, y abandona por momentos la doctrina del miedo. Y es cuando mejor se ha visto el Guadalajara, aunque insisto, con detalles circunstanciales en esas tres victorias consecutivas.

2.- ¿TIGRE? EL DEL CEREAL…

Difícilmente los Tigres podrán tener un rendimiento más paupérrimo que el de este 2021, aunque ya alguna vez descendieron con Vucetich.

La medalla de plata del Mundial de Clubes se oxida de humillaciones. Catar fue el principio del fin. La sabia frase encaja perfectamente: “Un gran hombre siempre sobrevive a una gran derrota; un hombre pequeño nunca sobrevive a una gran victoria”.

Ricardo Ferretti se va. Hará uso de sus exquisitos modales, con las más estentóreas mentadas de madre sobre los lomos flagelados de sus jugadores, esos que aseguraron que renunciarían si no renovaban al Tuca. Irónica tanta hipocresía: estarían dispuestos a abandonar el barco después de que durante 17 semanas abandonaron al capitán Ferretti.

Por eso, Pachuca y Atlas seguramente entenderán el riesgo en esta fase de Repechaje. Estos muertos viejos empiezan a humedecerse de ese aroma de la última esperanza.


Ambos, Tuzos y Zorros, entienden el mensaje. De hecho, ambos estaban desahuciados. Pachuca consiguió 20 de los últimos 27 puntos, y Atlas tiene un 66.66 de efectividad en los últimos 14 juegos, incluyendo, claro, aquella decisión gansteril de la mesa de la FMF, en el #ViñasGate. Y ambos cerraron con implacables 5-1 –hablando de muertos--, sobre los embalsamados San Luis y Necaxa.

3.- CORAZÓN AJADO DE CAMPEÓN…

León despierta nostalgias. Su futbol embelesador en 2019 y 2020, fue el único que retribuyó generosamente el pago del boleto, o el tiempo de audiencia apoltronada en la pandemia.

La Campeonitis fue su propio virus. Tardó en despertar. Llega al Repechaje sin Fernando Navarro, con muchas incertidumbres, y sin un depredador confiable en el área, más allá de que Emanuel Gigliotti fue demoledor ante Pumas en la Final del Guard1anes 2020.

Poco le ha beneficiado el rompimiento con el hacedor de milagros, Nacho Ambriz, quien decidió no renovar contrato, aparentemente, por sus elevadas pretensiones económicas. Difícil será para un plantel, cerrar venturosamente a un solo juego, este torneo, más allá de un Toluca tan inconsistente y voluble, que depende estrictamente de la inconsistencia y de la volubilidad de Rubens Sambueza.

León todavía enarbola aquella frase de Rudy Tomjanovich, entrenador de los Rockets de Houston: “Nunca subestimes el corazón de un campeón”.

Ayuda, sin duda, un refrán colombiano, a dar una semblanza de estos tres equipos: “Los perros viejos ladran mejor echados”. Y estos tres perros viejos, con tres entrenadores sabiamente correosos, aún tienen aire en sus pulmones.

Y reseñando ironías, una más. Curiosamente están en repechaje los equipos de dos de los personajes que se sienten los grandes genios, sabios, visionarios, próceres, precursores, y machos alfa lomo plateado del futbol mexicano: Jesús Martínez (León y Pachuca) y Alejandro Irarragorri (Santos y Atlas). Sus equipos que bordean el 50 por ciento de efectividad, unos monumentos a la mediocridad.