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Pitcheo, defensa y una estrella en ciernes: Por qué los encendidos Royals podrían ser reales

Kansas City ha tenido una racha sorprendente y divertida al abrir la temporada. Ahora la pregunta es si será a largo plazo.


Mientras la temporada 2024 está a punto de cumplir su primer mes de actividad, los Kansas City Royals (el equipo que igualó el récord de su franquicia con 106 derrotas el año pasado) no sólo está por encima de los .500. También cuenta con uno de los mejores diferenciales de carreras de todo el béisbol.

Para entender mejor dónde se encuentran hoy, intentemos entender dónde estaban (hace apenas pocos meses), al final de una desastrosa temporada 2023. Si Kansas City se encontrase en las primeras etapas de un proceso de reconstrucción, quizás no sería justo catalogarlo como desastre. Sin embargo, la reconstrucción actual podría remontarse al menos a 2018, cuando los ganadores de dos banderines consecutivos en la década pasada fueron disueltos gradualmente. Seis años después, se esperaría que un equipo en modo de reconstrucción estaría surgiendo en vez de caer al sótano. Pues, sí, es un desastre.

Mucho peor: En los rankings de pretemporada del experto de ESPN Kiley McDaniel que valoran los sistemas de granjas de todo el béisbol en los últimos tres años, los Royals han quedado en los puestos 12, 28 y 26, respectivamente. Y en el ranking de prospectos de McDaniel de 2024, no lograron ubicar a ninguno de sus prospectos en el Top 100.

Nada de ello suena como la hoja de vida de un equipo en pleno surgimiento. No obstante, revisemos la tabla actual de las Grandes Ligas: los Royals tienen uno de los 10 mejores porcentajes de triunfos en las Mayores.

La conclusión obvia es que se trata de cuestión de suerte. Eso ocurre prácticamente todas las temporadas. Algún equipo surge de la nada, inspira una serie de análisis con el titular "¿Son una realidad?" (como la presente nota). A finales de abril del año pasado, los Pirates ostentaban el mejor récord de la Liga Nacional con un diferencial de carreras que justificaba dicha marca. Terminaron la campaña a 10 juegos por debajo de .500.

Los Royals ocuparon un cupo en playoffs de "si la temporada terminase hoy" a principios de primavera. Ha sido una carrera sorprendente y digna de disfrutar. La pregunta es si se mantendrá en el tiempo.


Si el fuerte inicio de temporada de los Royals se convierte en una pelea por un puesto en los playoffs durante todo el torneo, se dirá que el inicio de dicha búsqueda fue la decisión tomada por la organización el invierno pasado de intentar en serio. Podría parecer una perogrullada, pero cuando se analiza el comportamiento de cada equipo en el reciente mercado de la estufa caliente, no es algo que los aficionados puedan dar por sentado.

Según los datos de Spotrac, los Royals quedaron en el sexto puesto entre los inversores en agentes libres esta temporada baja, comprometiendo más de $110 millones en ocho agentes libres: los pitchers Seth Lugo, Michael Wacha, Chris Stratton y Will Smith y los bateadores Adam Frazier, Hunter Renfroe, Garrett Hampson y Austin Nola.

No se trata de un grupo de estrellas, pero (liderados por los veteranos abridores Lugo y Wacha) se trata de un grupo de ocho peloteros con nombres reconocibles y una buena cantidad de éxitos en Grandes Ligas en sus historiales.

"En este deporte, todo comienza y termina con el pitcheo abridor", expresó el gerente general de los Royals J.J. Picollo. "Evidentemente, ese era el objetivo número 1: intentar asegurar dos pitchers abridores".

Muchos se sorprenden al ver a un equipo como los Royals, una de las cuatro novenas que perdieron más de 100 juegos en 2023, optó por el derroche durante una temporada baja en la cual una cantidad de clubes no sólo ganadores, sino también clasificados a los playoffs (siendo el ejemplo más notable el campeón reinante de la Serie Mundial Texas Rangers) frenaron el gasto.

Sin embargo, debemos entender que los Royals, a pesar de lo mediocres que fueron en 2023, probablemente no tenían una mediocridad digna de 106 derrotas en cuanto a su nivel real de talento. Según su diferencial de carreras, eran más semejantes a un equipo de 98 reveses. Antes de la temporada pasada, su over/under consensuado se acercaba a los 70 triunfos; o sea, 92 derrotas.

A pesar de lo miserable de la temporada pasada, ostentaron porcentaje de triunfos de .423 durante la segunda mitad (a ritmo de 68 victorias), con récord 15-12 después del 1º de septiembre y terminaron la campaña con marca 12-5 en sus últimos compromisos.

No son precisamente faros iluminados de esperanza, pero son datos que mejoran la línea de base con la que partieron los Royals en 2024, permitiendo al equipo replantearse cómo se veían a sí mismos. Estadísticamente, incluso sin cambios algunos, habrían mostrado mejor proyección. Eso, en sí mismo, justifica cierta agresividad en la temporada baja; sin embargo, esta fue sustentada por el estado de su división y cierto repliegue general en las nóminas de los equipos de su categoría económica, creando oportunidades que se multiplicaron mientras el interés de los Royals por sumar circulaba entre los círculos del mercado de agentes libres.

"Pensaba que terminaríamos negociando por un pitcher abridor sin evolucionar mucho. La oportunidad no estaba presente", afirmó Picollo. "Pero hicimos nuestra tarea desde principios de junio y sabíamos quiénes serían los agentes libres y cómo podríamos conformar una rotación que volvería a ser competitiva".

Una línea base de 70 victorias, dentro del contexto de una División Central de la Liga Americana que probablemente no genere un equipo ganador de 90 encuentros, es un destello de esperanza. Es algo escalable. Le permite al gerente general acudir a los accionistas con un plan para reforzar el roster con incorporaciones específicas, en vez de un plan para que todo vuele por los aires y se comience otra vez de cero.

Afortunadamente para Picollo, el dueño John Sherman estaba de acuerdo con su filosofía, incluso a pesar de que los Royals es uno de los equipos afectados por la actual crisis de derechos deportivos de TV regional que se ha propagado por todo el béisbol.

"No estaba excesivamente preocupado por lo que considera como el pronóstico a largo plazo", expresó Picollo. "A corto plazo, nos dio luz verde, diciéndonos que hiciéramos lo que debíamos hacer. Fue agradable escuchar eso. Esta es su quinta temporada como propietario, y no hemos tenido buenas campañas. Creo que su deseo de ganar se hizo muy evidente, nos dio un gran apoyo".


La clave fundamental del inicio de temporada de los Royals ha sido su pitcheo, especialmente gracias a la que podría ser considerada la rotación más consistente de todo el béisbol. Kansas City ocupa el tercer puesto en aperturas de calidad, el quinto en efectividad colectiva y el cuarto en efectividad de su rotación.

El quinteto conformado por Wacha, Lugo, Brady Singer, Alec Marsh y Cole Ragans ocupa el segundo puesto de las Mayores en promedio de innings por apertura. Sin embargo, los Royals es uno de apenas tres equipos sin un solo lanzador con al menos 100 pitcheos en una apertura. Esto demuestra que su eficiencia proviene del grupo, en vez de una o dos mejorías repentinas.

La fuerza que impulsa a este cuerpo de lanzadores ha sido un enfoque renovado con la intención de lanzar strikes a la vez que mantienen la pelota por debajo en la zona. La rotación de Kansas City ocupa el puesto 10 en porcentaje de strikes (ascendiendo del puesto 17 del torneo pasado) y es tercera en pitcheos clasificados como bajos, según los datos de TruMedia.

"Miras constantemente y observas cómo los chicos atacan a los bateadores y las secuencias que utilizan", indica Lugo. "Sabes qué pasa cuando envías pitcheos de calidad en la zona de strike. Eso contagia a todo el staff".

Este enfoque difiere de la estrategia de algunos equipos; por ejemplo, los siempre progresistas Tampa Bay Rays, que atacan la parte alta de la zona con rectas de alto giro. A pesar de que la filosofía colectiva de los Royals no precisamente concuerda con la última ola de las tendencias, es una fórmula clásica: golpea la zona, trabaja rápido, deja que tus atletas brillen a la defensiva.

Y hasta ahora, este regreso a la ortodoxia ha dado buenos resultados. Los pitchers de los Royals ocupan el puesto 24 en promedio de ponches, pero son décimos en promedio de boletos y quintos en promedio de jonrones. Por su parte, la defensiva que los respalda es una de las mejores de las Grandes Ligas en carreras salvadas a la defensiva y el infield es líder en porcentaje de outs producto de roletazos.

"Pitcheo y defensa, ¿cierto?, el viejo adagio", expresa el mánager Matt Quatraro. "Si lanzas muchos strikes, tienes a la defensiva alerta. Y especialmente, mientras más reñidos sean los partidos, tienes mayor conciencia. Y sin duda, creo que eso es algo que estamos logrando".


La capacidad de capitalizar el talento que otros equipos han pasado por alto mediante la optimización basada en el análisis estadístico podría ser un rasgo floreciente en la organización de los Reales. Tendríamos que ver más de esto para colocar a Kansas City en la misma categoría que Los Angeles Dodgers, los Rays y un puñado de otros equipos. Pero ha habido un par de éxitos recientes.

El año pasado, Picollo pudo hacer una apuesta de bajo riesgo por el relevista veterano Aroldis Chapman dentro del cambio que llevó a Cole Ragans de vuelta tras su paso por Texas. Ragans ha sido un pitcher distinto y más dominante desde su adquisición, un as del pitcheo emergente con un repertorio tan feroz que le ha merecido comparaciones con Jacob deGrom.

Ragans no es la única noticia positiva del mercado de las segundas oportunidades. Hace un año, el relevista James McArthur era un desconocido, elegido por los Phillies en la ronda 12 del draft. Fue adquirido en un cambio de bajo nivel en mayo pasado luego que el equipo de Filadelfia lo pusiera en asignación. En aquel momento, McArthur tenía 26 años y solo tenía 16 innings de labor en categorías superiores a Doble-A, en las cuales tuvo 7.31 de efectividad.

Actualmente, McArthur es el cerrador de los Royals. Ha salvado nueve encuentros, incluyendo cinco en el presente torneo. Tiene proporción de 35:4 entre ponches y boletos.

"El proceso para adquirir [a McArthur] fue genial", expreso Quatraro. "Muchas opiniones de muchas personas distintas en el departamento de pitcheo, la gerencia, la colaboración para ver en qué pensaban que podía convertirse. Y una vez que lo adquirimos, los ajustes a su uso y los agarres, el diseño de pitcheos".

"Ese aspecto es sumamente emocionante porque demuestra que hubo mucho trabajo entre distintos departamentos para encontrar un diamante en bruto".

Quatraro, contratado como mánager después de la temporada 2022, ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo dentro del equipo grande de los Royals, añadiendo la perspectiva que él y el coach de pitcheo Brian Sweeney internalizaron en sus paradas previas en Tampa Bay y Cleveland, respectivamente. Fue un elemento de progresismo necesario para los Royals, que solían ser gestionados con criterios tradicionales de evaluación de talentos y desarrollo de peloteros.

"Representaban algo distinto a lo que había visto en el pasado", expresó Piccolo. "(Se han tomado) decisiones más objetivas, más dependientes de los datos. Se nos hizo muy evidente en los entrenamientos primaverales que debíamos reforzar fuertemente nuestro departamento [de análisis estadístico] para satisfacer las exigencias. Y a veces era incómodo, pero la forma en la que trabaja y se comunica Q lo hicieron más fácil de digerir".

Este es un buen presagio para los Royals mientras se adentran en la rotación de rosters que siempre ocurre en las Mayores a medida que avanza la temporada. Solo se necesitan dos o tres historias de éxito por temporada para reforzar la profundidad de una organización, ayudando a cubrir vacíos a medida que el sistema de ligas menores retoma su ritmo óptimo.

"Éste es un buen grupo de jóvenes que juegan muy buena pelota", afirma el relevista Will Smith, miembro de los últimos tres campeones de la Serie Mundial y que llegó a las Mayores vistiendo la camiseta de los Royals en 2012. "J.J. y la gerencia hizo un gran trabajo incluyendo algunos veteranos que tuvieron éxito en Grandes Ligas, intentando enseñar a estos jóvenes cómo ser ganadores. Hasta ahora ha sido divertido".


El líder individual de los Royals en carreras salvadas a la defensiva es Bobby Witt Jr. Este aspecto radicalmente mejorado de su juego puede verse a veces opacado por sus hazañas ofensivas, que alcanzaron otro nivel durante la segunda mitad del 2023... para mantenerse allí.

"Bobby es (un pelotero) sumamente motivado y desea aprender. Se le puede entrenar", afirma Picollo. "Creo que sólo rasga la superficie de lo que hará (en el futuro)".

Desde el debut de Witt en 2022 hasta el 27 de julio de la temporada pasada, su OPS de .724 ocupó el puesto 145 entre 263 toleteros con al menos 500 apariciones al plato. Desde entonces, su OPS de .956 es el undécimo mejor registro de las Mayores y se encuentra entre los 20 primeros en las categorías de imparables, carreras anotadas, impulsadas, promedio ofensivo, slugging y bases robadas. Y solo tiene 23 años.

"(La mejoría) era prepararse lo mejor posible cada día y todos los días", indica Witt. "Estar consciente de que hay mucho más que estar listo a la hora del juego. Debes asegurarte de que tu cuerpo está bien en todos y cada uno de los partidos. Debes asegurarte de que tu preparación es la correcta".

Si eso suena simple, no es cuestión de accidente. Witt, cuyos talentos naturales y sorprendentes se hacen evidentes en prácticamente todos los encuentros en los que participa, solía tener al principio una tendencia de intentar hacer demasiado: al plato, en el terreno y sobre las bases. Ahora, opera de acuerdo con un mantra que escribió sobre los implementos que utiliza en los partidos: simple.

"Siento que estoy en ese momento en el que solo intento controlar las cosas que puedo controlar", indica Witt. "Salir al terreno y tomar las cosas pitcheo a pitcheo, sin preocuparse por los resultados".

La sorprendente transmutación de Witt, pasando de estrella potencial a superestrella real es lo que convierte a este inicio actual de los Royals en una historia positiva con la que no puedes evitar acariciarte la barbilla mientras piensas en las posibilidades. Eso es lo que puede hacer el impacto de una estrella trascendental.

Piénsenlo de esta forma: digamos que el cambio radical del personal del equipo asumido por Picollo y la estrategia para evitar carreras hace que la porción distinta a Witt del roster de Kansas City llegue a los .500. Un pelotero aporta estadísticas de la clase de Witt con el bate y el guante es candidato al Más Valioso, con valor entre cinco a seis victorias por encima del promedio dentro del marco bWAR. (Actualmente, Witt es líder de la Liga Americana en bWAR entre peloteros de posición).

Un pelotero con seis victorias por encima del promedio eleva el perfil de un equipo con récord 81-81 a 87-75. En el Centro de la Americana, eso basta para ser un equipo contendor. Y esa es la filosofía en Kansas City: cubrir vacantes para estabilizar la línea base, esperar que Witt aporte su potencial, al igual que los jóvenes talentosos del roster como Vinnie Pasquantino, M.J. Meléndez, Maikel Garcia y Ragans.

Sin embargo, todo esto es un poco frio, porque el ascenso de Witt aporta mucho más a los Royals que un WAR total. Es el rostro de prácticamente todo lo que la franquicia intenta hacer, bien sea volver a ser contendores en el terreno o la estabilización del futuro de la franquicia con el estadio que los Royals esperan construir en el centro de la ciudad durante los próximos años. Eso dice algo sobre la presencia y productividad constante del (posible) futuro miembro del Salón de la Fama Salvador Perez, el último eslabón sobreviviente de los Royals que alzaron el campeonato en 2015.

"[Witt es] realmente especial", indica Picollo. "Sus herramientas, su habilidad para asimilar información y hacer ajustes en el camino se destacan. Seguirá mejorando cada vez más. No creo que alcanzará su mejor condición hasta que tenga 27, 28 años... y actualmente es un pelotero muy, muy bueno".

Y Witt estará con los Royals durante esos mejores años, ya que pactó una complicada extensión por 11 años y $288,8 millones este invierno. Si bien su pacto tiene cláusulas de rescisión que podrían abreviarlo o prolongarlo por hasta 14 años, hasta en su forma más básica asegura que Witt seguirá en Kansas City durante el futuro previsible y su ventana de agente libre. Witt es el pelotero base que los Royals aspiraban de él y se muestra firme en convertirse en el equivalente de los Royals de Patrick Mahomes en los Chiefs, sus vecinos al otro lado del Truman Sports Complex.

"Quería saber si estábamos comprometidos en lo económico para poner un buen equipo en el terreno", indica Picollo. "Ahora bien, seguimos siendo un equipo de mercado pequeño, debemos seguir siendo dependientes del draft, el desarrollo de peloteros y todas esas cosas. Pero creo que, en el futuro, porque Bobby está en el equipo, eso ayudará a que nos hagamos con algunos peloteros".

Cuando buscamos pistas sobre la sostenibilidad del nivel mostrado por los Royals a principios de temporada, Witt es el punto inicial. Es un pelotero de gran calidad y no se irá a ninguna parte. Hace que lo hecho actualmente por Kansas City se sienta más sólido.

En cuanto a otros indicios de sostenibilidad, la imagen no está tan clara.


Si han visto regularmente jugar a los Royals esta temporada, hay muchas razones para sentirse optimista. Han ganado más juegos de los que han perdido. A menudo, han jugado bien en sus derrotas, una razón por la cual su diferencial de carreras los pone como desafortunados en la columna de triunfos y reveses.

Pero en todo esto, hay una idea de la que no podemos escapar: este equipo perdió 106 juegos en 2023, con porcentaje de triunfos de .346.

Durante la era moderna (desde 1900), 103 equipos han sumado porcentajes de triunfos tan bajos, sin incluir a los Royals y Athletics del torneo anterior. Solo ocho novenas quedaron por debajo de .500 o mejor al año siguiente: Phillies (1904-05). Cardinals (1913-14), Pirates (1917-18), Athletics (1946-47), Phillies (nuevamente, 1961-62), Athletics (nuevamente, 1979-80), Orioles (1988-89) y más recientemente, otra vez los Orioles (2021-22). El mejor registro para dichos equipos fueron los 87 triunfos de los Orioles en 1989.

Pues sí, decimos que hay probabilidades de que los Royals tengan una temporada ganadora en 2024, pero la historia contra semejante escala de mejora es intimidante. Para que la puedan superar, deben ocurrir ciertas cosas.

Este truco de limitar a los rivales sin un promedio de ponches de elite tendrá que mantenerse, al menos hasta cierto punto. ¿Lo pueden lograr?

Según FanGraphs, el promedio de ponches colectivo de los Royals es el 87% de la media de las Grandes Ligas, ubicándolos en el puesto 28. Desde 2015, solo se han registrado 22 equipos con promedios de ponches relativos tan bajos. Solo cuatro de los 22 terminaron con efectividades colectivas ajustadas al parque superiores al promedio de la liga: los Cardinals (2021 y 2022), los Rangers en 2017 y los Twins en 2015. Estos cuatro equipos superaron al promedio de la liga en 2,2%. La efectividad actual de los Royals ajustada al parque es 18% mejor al promedio.

Eso no es muy probable que se sostenga, especialmente a medida que aumentan las temperaturas y los promedios de cuadrangulares. Los Royals han tolerado jonrones en solo el 6,8% de sus elevados hasta ahora (el tercer mejor registro de todo el béisbol). El promedio de las Grandes Ligas es 7,9. Otra cifra que no se sostendrá, pero eso no significa que tenga que colapsar, especialmente si el Kauffman Stadium sigue siendo el paraíso de lanzadores que suele ser.

En ambos aspectos (boletos permitidos y vuelacercas), los Royals deberán apoyar a su staff de pitcheo con una defensiva de primer nivel. El infield la aportado hasta ahora, pero el outfield deberá igualar esa productividad a largo plazo. Obviamente, este equipo fue diseñado así: la defensiva de élite ha sido la médula de todos los equipos contendores en Kansas City.

Finalmente, los Royals deben ostentar una buena salud excepcional. No es una organización profunda en los escalones superiores de las Ligas Menores y, hasta ahora, no han puesto a prueba su profundidad. Mantuvieron su roster del Día Inaugural hasta la semana pasada, cuando necesitaban de un jugador 27 para disputar una doble tanda contra los White Sox.

Esta buena salud ha sido muy útil para los Royals, pero nadie sale ileso de una temporada completa. Los Royals no disputarán todo su calendario con esa misma rotación núcleo de cinco lanzadores. También requerirán muchos más relevistas que los nueve que han actuado hasta ahora.

Muchas cosas deben seguir saliendo a su favor. Sin embargo, centrarse en eso va más allá del punto. La idea verdadera es que nadie pudo haberse imaginado, considerando cómo terminaron la temporada pasada, que pocos meses después haríamos esta clase de análisis profundo sobre esta franquicia.

La gran defensiva que apoya a un staff de pitcheo consistente que lanza muchos strikes, buena salud, la actuación de Witt digna del Más Valioso... todo ello se encuentra dentro de las posibilidades razonables. Y considerando el estado de su división y lo que hemos visto hasta ahora de los Royals, lo que está en juego con estos acontecimientos podría importar de verdad.

Los Royals han reavivado el entusiasmo de una afición siempre presta a explotar cuando se les da la mínima razón para hacerlo. Al agregar piezas en un momento en el que parecía no tener sentido, Kansas City ha sentado una plataforma en la cual se le puede dar una oportunidad a las posibilidades. Es un mensaje maravilloso el que se envía cuando un equipo lo intenta de verdad.

"Es algo inmenso", expresa Witt. "El liderazgo veterano que tenemos ahora con los chicos que acaban de firmar y el núcleo de jóvenes que empieza a tomar forma. Sabíamos que teníamos esta clase de talento. Y ahora todo comienza a juntarse".