BERLÍN (Enviado especial) -- Espectáculos musicales, juegos, fútbol recreativo, comida, bebida y mucha diversión. Eso es lo que se puede ver en el Champions Festival a pocas horas de la gran final de la Liga de Campeones entre Barcelona y Juventus. Es cierto que la gran mayoría de los hinchas todavía no llegó a Berlín, pero también lo es que el partido más importante del fútbol europeo ya se transformó en el atractivo más importante de una de las ciudades más hermosas del mundo. Hoy, la Champions supera a todo en la capital alemana.
Por una vez, los turistas que visitan la Puerta de Brandeburgo y la Pariser Platz no sólo se pueden sacar fotos con la cuadriga ornamental que se ve en las alturas, sino que también tienen la oportunidad de disfrutar de varias actividades relacionadas con el gran partido del sábado. Y lo aprovechan.
En medio de la plaza, del lado oriental de la puerta, se levanta una mega tienda con los artículos oficiales de la Champions. Centenas de personas por hora pasan por el local, algunos sólo para ver y otros -la mayoría- para llevarse un recuerdo: una camiseta, una bufanda, un banderín y hasta un reloj de 200 euros. A pocos metros se encuentra el sitio donde se exhibe el trofeo. La Orejona es, sin duda, la máxima atracción del festival. La larga fila que espera para fotografiarse junto a la copa nunca se achica y está compuesta por hinchas de todas las edades.
Hacia el lado occidental se abre una gran feria de atracciones que comienza con lo mejor de todos: el un verde luminoso de una canchita de fútbol reducido. Allí juegan niños y niñas como si ellos estuvieran definiendo al mejor de Europa. Este viernes participarán de un partido viejas glorias del campeonato europeo. Hombres que alguna vez sintieron la gloria que este sábado sentirán los hombres de Barcelona o los de Juventus.
Luego, los patrocinadores de UEFA tienen su sitio en el Festival. Empresas automotrices, de alimentos y de tecnología se suceden en la recorrida. Hay juegos que siempre llaman la atención. Un arco en el que hay que hacer un gol al ángulo, una red para practicar pases al estilo Xavi-Iniesta, un metegol y otras atracciones que generan el interés de grandes y chicos. Además, hay firma de autógrafos de figuras como Christian Karembeu y también está el espacio para disfrutar de una gran variedad de comidas.
En el medio, muñecos de Carlos Tevez y Gianluigi Buffon saludan, promotoras ofrecen a la gente pintarse la cara con los colores de los equipos y una banda de vientos toca el himno de la Champions. Hasta horas antes del partido quienes pasearán por el festival serán, en su mayoría, turistas que están en Berlín y de paso pueden disfrutar de esta final. Porque los simpatizantes llegarán muy sobre la hora, teniendo en cuenta las crisis que se viven tanto en Italia como en España.
Una zona que en hasta hace poco más de dos décadas estaba desierta y era presa de la división, hoy es el escenario de una fiesta del fútbol. Eso solo es algo para celebrar. Gane quien gane.r este sueño cumplido. A la vida y a la pelota.