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Raúl Jiménez, el que sobrevive a la muerte, sobrevive a la vida

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Raúl Jiménez se visualiza jugando con el 'Tri' en el octagonal (9:30)

El delantero del Wolverhampton también destacó que la lesión le permitió vivir los primeros momentos de su hija. (9:30)

LOS ÁNGELES -- El roce del beso de la muerte le devolvió la vida a Raúl Jiménez. “Un milagro que esté vivo”. Eso le dijeron los médicos.

El choque brutal con la indestructible cornamenta de paquicefalosaurio de David Luiz, le provocó fractura de cráneo. Revivir la imagen es un acto de sadomasoquismo. Escalofríos absolutos. Su mirada perdida, el desvanecimiento. La histeria. La espera.

Pero el delantero mexicano está de vuelta. Se confiesa con su propio club a través de Wolves TV. Y es inevitable revivir el pasaje dantesco de aquel 29 de noviembre de 2020. Dos tipos de colosales carrocerías, colisionando en la estratósfera.

Sin embargo, Raúl Jiménez puntualiza fervorosamente que el accidente no terminó siendo un punto final, sino un punto de partida. Vencido el temor a la muerte, intensificó el amor por la vida, especialmente por su forma de vida.

“Nunca pasó por mi cabeza (dejar de jugar al futbol), a pesar de que los doctores te dicen los riesgos que pueden existir, siempre pensé positivamente, siempre para delante y sabiendo que no era una lesión fácil de sanar, pero con trabajo, dedicación y esfuerzo lo podía lograr”, declaró Jiménez a WolvesTV.

Con sangre fría, esa, la del depredador del área, Raúl Jiménez subraya esa simbiosis de los médicos que estuvieron ahí para salvarle la vida. “Un milagro”, le llaman ellos. Voluntad de vivir, entremezcla el mismo Lobo Mayor de Tepeji del Río. Y, especialmente voluntad por vivir a su manera.

“El tiempo que me iba a tomar regresar, siendo un jugador que durante mi carrera había tenido pocas lesiones, y la más larga había sido cuatro semanas, y sabiendo que iban a ser seis meses mínimo, me hacía pensar mucho en lo que tenía que aprovechar para estar lo más pronto posible”, relata el macho alfa de la manada.

El atacante mexicano se siente bendecido y blindado. Esa sensación de que el que sobrevive a la muerte, sobrevive a la vida.

Con una diadema especial ha vuelto a la brega. Numerosos futbolistas, compañeros, ex compañeros, se han acercado a él. Palabras de aliento, de solidaridad, de fe. El arquero checo Petr Cech ha sido uno de los más cercanos. Él sufrió una lesión similar en 2006, tras un rodillazo de Stephen Hunt. Debió, entonces, usar un casco especial el resto de su carrera.

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Análisis: Raúl Jiménez peleó y luchó sin problema alguno... ¡excelente noticia!

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“(Cech) me envió un mensaje de texto, ofreciendo su ayuda. Siempre estuvo ahí. Llevó su propio casco con el doctor, por si servía de ayuda para que yo usara algo similar”, ha revelado Jiménez.

Esa diadema protectora que usará Jiménez mientras siga jugando al futbol, está aún en una depuración. “Estamos muy cerca de lo que queremos, de lo que necesitamos”, ha explicado. La tecnología y los neurólogos al servicio de sus requerimientos.

Sin embargo, Raúl Jiménez ratificó que está listo para las batallas. La diadema misma, la convicción de que fue un accidente del que salió ileso, porque puede seguir jugando al futbol, y el amor mismo por el juego, le mantienen con el espíritu intocable que debe tener un lobo en beneficio de la manada.

“Estoy a nada (de su mejor forma futbolística). Me sentí muy bien en el primer partido de la liga. Creo que mi desempeño fue bueno y solo es cosa de seguir jugando para retomar el 100 por ciento que mostraba antes de la lesión”, comentó.

En medio del confinamiento, el reposo, la rehabilitación, Raúl Jiménez encontró una felicidad suprema. Al lado de su esposa, Daniela Basso, descubrió el despertar de su hija Arya en esos pequeños detalles primerizos que arrullan de felicidad a los padres. “Me habría perdido todo eso, pero pude disfrutarlo”, dijo a la televisora.

El Lobo Mayor regresó ante el Leicester City. La bienvenida fue amarga: 1-0. Wolverhampton Wanderers hizo el doble de remates (18 por 9), pero ninguno encajó. Ahora la Jauría visita al Tottenham Hostspur, que irónicamente piensa en dos caninos: el mismo Raúl y su compañero de abordaje al área contraria, Adama Traore.

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¿Raúl Jiménez con un nuevo socio al ataque?

El Wolverhampton presumió la conexión del mexicano con el refuerzo recién llegado del Barcelona.

En la charla con WolvesTV, Raúl Jiménez reveló que sigue atento de las selecciones mexicanas. Estuvo al tanto de las dos finales perdidas por México ante Estados Unidos, una en la Liga de las Naciones y la otra en la Copa Oro. Además, claro, de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Pasa lista de presente para jugar las eliminatorias rumbo a Catar 2022, deja entrever su ansiedad por regresar a vestir la camiseta del Tri, e incluso no reclama su puesto como titular, sino que habla de compartir el ataque con Rogelio Funes Mori, algo complicado, tomando en cuenta que las otras dos puntas de ataque pertenecen a Hirving 'Chucky' Lozano y Jesús 'Tecatito' Corona.

“Yo creo que siempre habrá las circunstancias para hacerlo. Al Tata (Gerardo Martino) le gusta jugar con tres delanteros, dos por los costados y con un punta, pero siempre es adaptarse a lo que el rival da y se puede lograr y ver si se dan esas circunstancias”, comentó Jiménez.

En los albores de su regreso, Jiménez encontró una sorpresa. Nuno Espirito Santo, el técnico portugués que lo respaldó incondicionalmente, dejaba el puesto como entrenador de la Jauría, en manos de su paisano, Bruno Lage.

Afortunadamente para Jiménez, no encuentra grandes diferencias en los requerimientos de juego, y entiende que el futuro sigue estando en sus manos, aún con el cambio de estratega.

Y enfrenta así, en su regreso, un panorama igualmente generoso, en el que todo está cambiado, pero para él y sus ambiciones y proyectos absolutamente nada ha cambiado, menos aún para alguien que tras el roce del beso de la muerte recibió un nuevo soplo de vida.