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Bottas, sobre todo, ganó en confianza, y eso es bueno para la F1

El único antecedente que hay de una victoria de Valtteri Bottas seguido por Lewis Hamilton en la Fórmula 1, es aquel triunfo del finés en Abu Dabi 2017 por 3.8 segundos adelante del entonces ya campeón de aquella temporada –las otras dos victorias que tenía Bottas antes de esa, fueron con Hamilton terminando cuarto.

Se puede considerar este como el primer mano a mano que Valtteri le gana a Lewis, y la victoria en Melbourne la construyó a razón de tres décimas de segundo por vuelta en promedio, para finalmente dejar a Hamilton a 20.8 segundos –y más preocupado por contener al Red Bull-Honda de Max Verstappen, que en acercarse a su compañero de equipo. Solo un desastre como aquel ocurrido en Bakú el año pasado le hubiese negado a Bottas el lugar más alto del podio.

Un gran arranque y luego un ritmo sin fisuras a lo largo del Gran Premio de Australia puso a Bottas como líder del campeonato mundial de pilotos, una posición que esperemos defienda contra quien sea. Incluso contra Toto Wolff, director deportivo en Mercedes, que al menos en dos ocasiones se ha referido a Bottas como, “a sensational wingman” -algo así como un fiel escudero de Hamilton.

Que Bottas rete a Hamilton por el campeonato es una buena noticia para la categoría, siempre ávida de drama. También excelente es el podio de Honda con Red Bull.

Verstappen no se sintió cómodo en las sesiones de prácticas libres y clasificación, e incluso parecía descartado para inquietar a las Flechas Plateadas –dicha misión recaía en Ferrari. Pero el piloto holandés tuvo un buen domingo en Albert Park y el motor Honda, tan caricaturizado desde su vuelta a la máxima categoría del automovilismo por McLaren y Fernando Alonso, rindió y lo hizo más que bien. Un dato, no menor: Honda se quedó con la marca de velocidad y ninguno de los autos que impulsa se quedó en el camino debido a alguna falla en la UP –caso contrario a Carlos Sainz, quien se quedó en su primera carrera con McLaren fuera debido a la rotura del Renault... toda una ironía, ya que McLaren huyó de Honda a Renault, y Red Bull de Renault con Honda. Ya veremos cómo se desarrolla esa historia.

Quizá Helmut Marko fue muy optimista al señalar después de la pretemporada que Red Bull era el segundo auto más rápido por debajo de Ferrari. Doble error.

No solo Red Bull no parece el segundo mejor auto, sino que Ferrari quedó lejos de ser el primero y en Melbourne no fueron ni el segundo. “¿Por qué somos tan lentos?”, preguntó por la radio un frustrado Sebastian Vettel quien necesitó del escudo de las órdenes de equipo para terminar cuarto, delante de Charles Leclerc, contenido desde el pitwall con la clara indicación de no atacar al alemán, piloto número uno de la escudería italiana.

Apenas fue la primera carrera, y el circuito Albert Park no se ajusta a lo que mayoritariamente veremos a lo largo de la temporada –China, tercera fecha sería más el circuito arquetipo F1. Bahréin y Shanghái replantearían muchas cosas: Ferrari debería estar más fuerte, pero sin ser favoritos, Mercedes parece ser el mejor auto; Honda tendrá en frente dos pistas que exigen más velocidad y más fiabilidad así que serán pruebas de fuego, si las libra y pone a los Red Bull en la pelea contra los rojos y los plata, tendremos una muy interesante campaña.

Pero lo más importante que debemos esperar de las carreras orientales, es que Valtteri no se arrepienta de la declaración de intenciones que dejó en Australia y se mantenga en plan retador por la hegemonía en el equipo. Y es que, si ganar el campeonato mundial de pilotos no es suficiente incentivo para competir muy duro este año, quizá si lo sea Esteban Ocon, quien estuvo en el box de Mercedes a lado de Wolff, su representante.

  • Si el año pasado fue parejo en el medio pelotón, este año será aún más cerrado. Quitando a los tres más fuertes y al más débil, Williams, el resto estará pelando por lo que dejan los tres de arriba. Los puntos estarán muy caros y Sergio Pérez lo entendió muy bien en Melbourne.
  • Sobre los rebases. Sí hubo más que el año pasado, pero queda la sensación de que no fueron suficientes. Los pilotos dicen que no sintieron mucha diferencia respecto al 2018, pero démosle el voto de confianza a la FIA y creamos que en Bahrein y China, circuitos muy distintos al australiano, ofrecerán muchos más rebases. Lo que sí aseguraría son los trenecitos que se armaran en el medio pelotón muy pegados unos a los otros, la pregunta es: ¿lo suficientemente pegados como para rebasarse unos a otros?
  • Lamentable la pérdida de Charlie Whiting. En 20 años de seguir la categoría no conocí otro director de carreras.