Monsieur Dakar no llegará este año a su 15° triunfo. Sin dudas, en la previa de la carrera, Stéphane Peterhansel jamás habrá puesto dentro de la lista de posibles percances quedarse tirado en el camino por no poder cambiar un neumático. Pero eso fue, básicamente, el inconveniente que hipotecó definitivamente las chances de éxito del francés en la 46ª edición de la carrera más dura del mundo.
Peterhansel había creado la estrategia de la sexta etapa un día antes, cuando decidió aminorar el ritmo y hasta frenar antes de la llegada para quedar más atrás y así mejorar su lugar de salida para el tramo más duro de la competencia. La organización impuso este año un elemento nuevo: una etapa de 48 horas, toda dentro del gigantesco desierto Empty Quarter, y con roadbook diferentes para motos y quads, con respecto a autos y camiones. Así, el ganador del quinto especial debería abrir camino en el sexto, con las arenas del desierto totalmente vírgenes de huellas. Monsieur Dakar, viejo zorro de la carrera, optó por ceder el miércoles para ganar el jueves. Hasta que pinchó un neumático de su Audi y comenzó la odisea.
Al momento de comenzar el recambio de la cubierta con su navegante, surgió el problema: se rompió el gato hidráulico que es parte del auto con pistones que bajan desde el piso de vehículo. Y, al no tener uno manual… ¡No podían levantar el coche! Como pudieron y con ayuda, después de una larga espera, lograron poner el repuesto y seguir, pero con otro problema más: el sistema hidráulico del gato está unido al de la dirección asistida. Es decir, perdieron también la dirección. Todo en medio de una etapa de dos días, que finalizará este viernes, y en la que no tuvieron asistencia nocturna en el campamento.
"Hemos tenido un pinchazo, y el cuerpo del gato hidráulico falló. Como no tenemos un gato manual, no sabemos cómo vamos a cambiar la rueda. Con el sistema hidráulico dañado, ya no tengo dirección asistida y no sé cómo vamos a salir de esta", confesó Peterhansel desde el kilómetro 225 del tramo cronometrado, donde se quedó parado por un buen rato. El francés pudo continuar y llegó hasta el punto C de los diagramados por la organización en el Empty Quarter, a 2h08m54s de Carlos Sainz, quien lideraba la jornada que finalizará hoy, y a poco más de dos horas y media en la general.
Al Matador le salió redonda, al menos en la primera parte de la sexta etapa, la estrategia de levantar en la quinta etapa para mejorar su lugar de partida. El español comandó durante el especial y llegó al toque de queda de las 16 como puntero del día, con 4m31s de ventaja sobre Mattia Ekström (en el punto D) y arriba en el total, con 15m58s sobre el sueco. El salto a la cima de Sainz se apoyó en el abandono del local Yazeed Al-Rajhi, quien arrancó el día en lo más alto y perdió todo tras un vuelco. Para Nasser Al-Attiyah, la elección de vencer en el quinto tramo no fue la mejor. Hasta el punto D perdió 24m09s y en la general estaba tercero, a 21m41s de Sainz. Pero todavía queda un buen tramo de Empty Quarter para este viernes en el cierre de la etapa.
Para el argentino Juan Cruz Yacopini fue un suplicio el Empty Quarter. Un problema mecánico lo obligó a parar y reparar junto con su navegante y cerró el día en el punto B, cediendo hasta ahí 7h15m42 con respecto a Sainz.
Dentro de la categoría challenger, el chileno Chaleco López avanzó hasta el punto y marchaba sexto en la etapa, a 20m40s del líder, el polaco Eryk Goczal. Por su parte, el argentino Nicolás Cavigliasso era séptimo, a 21m10s.