El Titán disputó una carrera brillante y estaba para terminar entre los diez, hasta que una penalización lo mandó al fondo. Josef Newgarden fue el ganador.
Qué difícil es analizar la carrera de Agustín Canapino en las 500 Millas de Indianápolis, quinta fecha de IndyCar. Se necesita ver la película y no la foto, aunque eso sin dudas no alcanzará para que el Titán se saque la mufa de una competencia en la que tenía todo para hacer historia de la grande para el automovilismo argentino y el resultado final lo encuentra 22° y último entre los que completaron la competencia.
Primero, lo malo. El Titán fue penalizado por exceso de velocidad en la calle de boxes durante su última parada, que realizó en la vuelta 171. La sanción, debió pasar otra vez por pits en la 172, perdiendo absolutamente todo lo que había construido. ¿Error de él? Probablemente. Así, cayó al fondo del pelotón y la ilusión de un resultado brillante se terminó.
Ahora, todo lo bueno. Canapino realizó una carrera sólida, tranquila y muy bien manejada. El equipo Juncos Hollinger Racing le entregó un auto muy rápido para la edición 108 de las 500 Millas y lo administró notablemente. Realizó superaciones precisas, esperó, administró el desgaste de cubiertas y combustible, avanzó cuando debía y batalló en los puestos de adelante. Fue un buen rato peleando con Helio Castroneves, cuatro veces ganador de la competencia, con Takuma Sato, dos veces vencedor, con Will Power.
El argentino había guardado algo para el final. Y la chance de terminar entre los diez era clara. De hecho, era cantado. La estrategia del equipo también fue buena y el ritmo de Canapino, brillante. Todo estaba dado para hacer historia. Y si faltaba algo, aplastó a su compañero Romain Grosjean, expiloto de Fórmula 1.
Probablemente nada de todo eso le quite la mufa, especialmente en las horas posteriores. De todas maneras, historia hizo porque se convirtió en el segundo argentino en finalizar la carrera, después de que Rául Riganti lo hiciera 91 años atrás.
Canapino mostró que es un piloto de IndyCar, está en la pelea grande. Pero hasta ahora el equipo y el Titán no lograron amalgamar todo para cerrar una carrera con un resultado. Falta la foto.
Josef Newgarden se quedó con un triunfo memorable, en un duelo final muy vibrante con el mexicano Pato O’Ward, quien no pudo contener las lágrimas tras la carrera por la chance que se le escapó.