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Repasamos lo mejor del Evo 2019

LAS VEGAS, Nevada – Otro año ha pasado en los umbrales del Evolution Championship Series, el torneo más prestigioso de videojuegos de combate del mundo. Durante el evento de tres días de duración, miles de personas hicieron el peregrinaje a la Ciudad del Pecado para ver si podían escribir sus nombres en las páginas de los libros de historia como campeones del torneo Evo. Brillaron nuevos países. Nuevos juegos se apoderaron del escenario. Y un jugador oriundo de Pakistán se convirtió en leyenda del torneo, haciendo demostraciones de su fe en el mayor escenario de los juegos de combate.

A continuación, presentamos nuestras cinco conclusiones del Evo 2019.

“Sin fe, no soy nadie”

Casi todos los años en el Evo, se produce un momento que define este torneo. La forma como Daigo Umehra logró esquivar en su enfrentamiento contra Justin Wong en 2004. El reencuentro de Daigo y Wong cinco años después cuando el Evo necesitaba más que nunca de sus dos mayores estrellas, abriendo la puerta a una nueva era de juegos de combate en las finales del debut de Street Fighter IV. Cuando Juan “Hungrybox” Debiedma finalmente pisó la cima de la montaña en 2016, librándose de las fauces de la derrota para alzarse con el título en Super Smash Bros Melee. Dominique “SonicFox” McLean corriendo por el escenario sin importarle nada, cubierto con su característica cabeza de zorro, después de ganar la edición inaugural de Dragon Ball FighterZ el año pasado.

Esos momentos hacen del Evo el mayor torneo de juegos de combate del mundo.

El pasado domingo, en el Mandalay Bay Events Center, Arslan “Arslan Ash” Siddique, de 23 años y oriundo de Pakistán, se arrodilló en el escenario central después de vencer en la gran final del Tekken 7, en oración mientras los asistentes a su alrededor aplaudían. Había llegado una nueva súper estrella, de un país no precisamente conocido por sus proezas en los juegos de video.

“Sin fe, no soy nadie”, expresó Arslan Ash en una entrevista posterior a la partida con Jacob Wold de ESPN, con respecto a su creencia musulmana.

Antes del evento, Tekken 7 estaba inmerso en una ola de fuerte impulso, creciendo en popularidad con el tiempo. Cuando el juego fue lanzado al mercado en 2015 e hizo ese mismo año su estreno en el Evo, apenas tenía 458 participantes. Cuatro años después, las inscripciones prácticamente se han cuadruplicado, totalizando 1,885. La profundidad infinita de este juego, con su diseño de combate tridimensional, con elusiones y todo, ha hecho de esta edición de la longeva serie de juego de combate una cita obligatoria para consumidores de los videojuegos tanto casuales como apasionados.

Arslan Ash llamó por primera vez la atención cuando ganó el campeonato del Tekken 7 en el Evo Japón a principios de año. La duda después de su histórico triunfo en Japón no radicaba en si éste sería contendor por la corona en Las Vegas. Más bien, era si éste pudiese hacer su aparición en el torneo. Tuvo problemas a la hora de gestionar su visa con las autoridades japonesas, además de una multitud de inconvenientes con su viaje, lo cual puso en incertidumbre su asistencia al torneo Evo original.

Gracias a los esfuerzos de Sherry Nhan y eFightPass, un programa creado por la primera para ayudar en la gestión de visas para los jugadores de esports, Arslan Ash tuvo la aprobación de su visa a Las Vegas para lo que se convertiría en el momento más importante de su carrera, venciendo al surcoreano Bae “Knee” Jae-Min en la gran final.

Fue el momento más importante del Evo de este año.

Uno de los momentos más importantes en la historia del Evo.

Sonic Fox sigue sumando a su legado en el Evo

A pesar de que Dominic “SonicFox” McLean no pudo obtener títulos consecutivos en Dragon Ball FighterZ, el estadounidense de 21 años tuvo un fin de semana en Las Vegas para el recuerdo.

En los tres torneos Evo en los cuales ha participado SonicFox, su peor registro se produjo en el juego en el cual tiene menor experiencia, Soulcalibur IV, en el cual terminó en el puesto 33 de un total de 746 participantes.

SonicFox pasó la página de su resultado en Soulcalibur con el objetivo de convertirse en el primer jugador en ganar dos torneos importantes en el Evo en un mismo día, intentándolo en DBZ y Mortal Kombat 11 y si no hubiese sido por su archirrival Goichi “GO1” Kishida, esta hazaña se hubiese convertido en realidad. Ambos jugadores se vieron las caras en la gran final del torneo que contó con una terna de 1,191 personas y tuvieron un clásico instantáneo con aproximadamente 100,000 aficionados viendo a través del streaming la reedición de su choque de 2018, cuando SonicFox fue coronado campeón.

En este año, fue el turno de la revancha para el japonés. GO1 dispuso de SonicFox en la final de ganadores antes de alzarse con el campeonato al vencerle nuevamente en la gran final. Después de la emotiva victoria de GO1, la primera persona en felicitarle fue el propio SonicFox. El excampeón alzó el brazo de GO1 para deleite de la afición que presenciaba el evento en persona.

Después, SonicFox dio punto final a su actuación en el Evo yendo de punta a punta en Mortal Kombat, juego en el cual se mantiene invicto en el Evo desde la primera ocasión en la cual se alzó con el título, en 2015. SonicFox defendió su trono en Mortal Kombat con una victoria sobre Ryan “Dragon” Walker en la gran final. Contrario a lo ocurrido en la final del DBZ, en esta ocasión fue un monólogo de SonicFox, disponiendo rápidamente del resto de la terna de participantes justo antes de que el reloj marcara la medianoche del sábado.

Con su triunfo en MK11, ahora SonicFox ostenta cinco campeonatos en el Evo en su ilustre carrera, quedándole aún muchos años de actividad en el horizonte. A pesar de no tener la victoria doble en DBZ o los dos títulos en un mismo día, el lugar de SonicFox en el panteón de los grandes jugadores de videojuegos de combate ahora se encuentra forjado sobre piedra, si no lo estaba ya.

Junto a jugadores de la talla de Daigo Umehara y Justin Wong, el nombre de Dominique “SonicFox” McLean quedará siempre dentro del mismo nivel de respeto.

A la tercera va la vencida para MKLeo

Leonardo “MKLeo” López, el jugador número 1 del mundo de Super Smash Bros. Ultimate, se encontró en muchas ocasiones contra las cuerdas en Las Vegas. Se esperaba que el fenómeno adolescente mexicano pasara a la gran final del domingo sin mayores problemas. Ese no fue el caso. El japonés Takuto “Kameme” Ono envió a MKLeo a la terna de perdedores el sábado, trayendo a la mente malos recuerdos de ediciones previas del Evo. En 2017, MKLeo llegó hasta la gran final para terminar cayendo ante Gonzalo “ZeRo” Barrios. Al año siguiente, el azteca ni siquiera tuvo la oportunidad de reivindicarse después de su reñida derrota, quedando fuera del torneo más importante del año tras sufrir un repentino caso de varicela.

Por tercer año consecutivo, MKLeo se encontró al borde de dejar pasar otra oportunidad de ganar un trofeo en el Evo. Sin embargo, el mejor del mundo dio la pelea y sin ninguna seguridad en caso de caer por segunda ocasión, MKLeo arrolló en la terna de menor categoría, llegando así a su segunda gran final en el Evo, para enfrentarse al jugador número 2 del mundo, el estadounidense Gavin “Tweek” Dempsey, quien estaba en su camino.

Una vez más, MKLeo se encontró en desventaja, cayendo rápidamente 2-0 en la serie y a un juego de ver como su férreo dominio en Ultimate se le arrebataba. Eso ocasionó otra furiosa incursión del mejor del mundo mientras las cifras de visualizaciones en Twitch llegaban a aproximadamente 200,000 para ver a MKLeo hacer una remontada histórica. Mientras MKLeo tomaba el quinto set en la gran final y reiniciaba la terna después de barrer en reversa a Tweek, ya parecía que todo había terminado. Tweek intentó la remontada sin éxito y para MKLeo, la tercera fue la vencida. El trofeo del Evo regresaba a México.

En esa misma noche, MKLeo demostró sin sombras de duda quién es el mejor jugador del mundo y Super Smash Bros Ultimate demostró su legitimidad, plenamente digno de convertirse en el juego final de la mayor noche del año de los juegos de combate.

Soulcalibur aprovecha su protagonismo al máximo

Junto a juegos consolidados como Street Fighter, siempre hay uno o dos juegos que tienen la oportunidad de cobrar relevancia en el Evo. Esto se produce usualmente en la forma de un juego más antiguo que súbitamente se gana el apoyo de los aficionados, como fue el caso de Super Smash Bros. Melee. Después del lanzamiento de Soulcalibur VI en octubre pasado, este año se produjo una oportunidad clave bajo los brillantes reflectores del Evo. Si bien este juego no disfrutó del mejor horario (el torneo apenas duró un día, mientras otros tantos tuvieron dividido su espacio entre todo el fin de semana), los apasionados aficionados hicieron acto de presencia hasta bien entrada la noche del viernes para ver el inicio de los enfrentamientos.

La final de ganadores entre el japonés Yuta “Yuttoto” Sudo y el francés Jérémy “Skyll” Bernard no fue la partida más vista del fin de semana, aunque terminó siendo la más reñida. Lo que comenzó siendo una mera partida de juegos de combate entre dos de los mejores jugadores de Soulcalibur del mundo evolucionó hasta convertirse en una guerra de voluntades, con cada jugador cobrando ventaja antes de que su rival diera el golpe para igualar la serie. Su guerra por el desgaste fue lo más cerrada posible: empatada a dos victorias a un máximo de cinco, con empates a dos rondas por lado, empatados en el daño, aferrándose ambos a una sola barra de vida. Yuttoto dio el golpe final para imponerse en la maratónica partida y enrumbarse al triunfo en el torneo, superando al norteamericano Zain “Bluegod” Tibeishat para convertirse en campeón mundial de Soulcalibur VI.

En general, el torneo fue un buen inicio para el Evo y una audición exigente para Soulcalibur VI en sus aspiraciones de aparecer el próximo año, cuando el fundador del torneo Joey Cuellar deba decidir cuáles serán los ocho juegos que compartirán el escenario principal en el Mandalay.

Nuevos países que brillaron en Las Vegas

Bahréin, Pakistán y los Emiratos Árabes Unidos no son precisamente los primeros países que vienen a la mente a la hora de pensar en esports, pero eso podría cambiar después del Evo 2019.

Sayed “Tekken Master” Hashim Ahmed, de 24 años y oriundo de Bahréin, es un rostro familiar en la comunidad de juegos de combate. Su momento revelación como jugador se produjo en 2016, cuando se enfrentó a SonicFox en la gran final del Mortal Kombat X en el Evo, perdiendo por estrecho margen ante el jugador cinco veces campeón. Después de su participación en otro juego de los estudios Netherrealm, Injustice 2, Tekken Master volvió al Mortal Kombat con la salida al mercado de MK11, llegando entre los 16 primeros en el Community Effort Orlando hace un mes en Florida. En el Evo de este año, Tekken Master regresó al podio medallero, terminando en el tercer puesto del torneo de MK11 en el cual, una vez más, SonicFox fue el gran ganador.

Durante la jornada del domingo, el argelino Adel “Big Bird” Anouche, representando a los Emiratos Árabes Unidos, cobró protagonismo para la causa de un país emergente en los esports jugando Street Fighter V. El técnico de Rashid hizo la carrera desde la terna de perdedores hasta la gran final para enfrentarse a Masato “Bonchan” Takahashi. Al igual que Tekken Master, el campeonato no estaba en el destino de Anouche, sin poder reiniciar el bracket para perder así con el Karin de Bonchan después de llevarse los dos primeros juegos a un máximo de cinco. A pesar de ello, su segunda posición pone a Big Bird en una fuerte posición con miras a las Finales del Capcom Tour a disputarse este otoño. Y tal como lo mencionamos previamente, Arslan Ash hizo lo que los otros dos jugadores no pudieron lograr: conseguir el primer campeonato mundial del Evo para Pakistán con su victoria en ascenso en el Tekken 7.

El Evo contó con jugadores provenientes de 80 países distintos y dicha cifra debería seguir aumentando a medida que la industria de los videojuegos sigue creciendo en todo el mundo. Ya han pasado aquellos días en los cuales dos países acaparaban los primeros puestos de la tabla de líderes. La mayor conclusión que nos podemos llevar del Evo 2019 es que este torneo y no sólo su versión japonesa, se hace cada vez más internacional. Y eso es algo sumamente positivo.