Por primera vez desde el 2015, cuatro campeones de conferencia del Power 5 fueron seleccionados para el College Football Playoff.
Los N° 1 LSU Tigers enfrentarán a los N° 4 Oklahoma Sooners en el Chick-fil-A Peach Bowl en Atlanta y los N° 2 Ohio State Buckeyes se enfrentarán a los N° 3 Clemson Tigers en el PlayStation Fiesta Bowl en Glendale, Arizona, tras la votación del comité de selección del CFP este domingo.
Ambos partidos se jugarán el 28 de diciembre y el Juego por el Campeonato Nacional del College Football Playoff se disputará el 13 de enero en el Mercedes-Benz Superdome de New Orleans.
LSU terminó la temporada con marca 13-0 y se proclamó campeón de la SEC tras vencer 37-10 a los Georgia Bulldogs. Ohio State está en una racha de 19 victorias consecutivas tras remontar frente a los Wisconsin Badgers para ganar el título de la Big Ten. Clemson avanzó al playoff por quinto año consecutivo, ganando el campeonato nacional en el 2016 y 2018. Los Tigers no han perdido desde el 2017 con 28 victorias al hilo y vienen de apalear a los Virginia Cavaliers, 62-17, para levantar el trofeo de la ACC.
Oklahoma es el único del grupo con derrota tras finalizar con récord 12-1. Los Sooners derrotaron 30-23 a los Baylor Bears en el Juego por el Título de la Big 12.
LSU abrió como favorito por 10 puntos sobre Oklahoma mientras Clemson es favorito por 2 puntos frente a Ohio State en el Caesars Sportsbook.
De acuerdo al "Football Power Index" de ESPN, Ohio State tiene la proyección más favorable para ganar el título con 35 por ciento. LSU está en la segunda posición con 29 por ciento, seguido por Clemson (28 por ciento) y Oklahoma (9 por ciento).
Este es el tercer año consecutivo que la Pac-12 queda fuera del CFP luego que los Utah Utes, que llegaron clasificados en el N° 5, perdieron 37-15 ante los Oregon Ducks el viernes.