Lucas Merolla rompió el silencio en ESPN Fútbol 90, luego de pasar meses "colgado" en Huracán tras no acordar la renovación de contrato y aseguró: "Siempre mis intenciones fueron renovar, nunca quise quedar libre".
El defensor explicó su situación en un mano a mano con Sebastián Vignolo y su equipo:
"Mi idea siempre fue una venta, lo habia hablado hace dos años con la dirigencia del club. Me llegó una oferta de Italia, la acepté yo y la rechazaron ellos. Me pidieron que me quedara a pelear el descenso y les dije que estaba de acuerdo, porque la forma de pago no era la adecuada. Les dije 'vamos para adelante y en seis meses buscamos la venta'. La dirigencia me prometió que iban a aceptar una oferta aunque no fuera de su agrado".
"Lamentablemente, tres meses después le fracturo la tibia, una lesión muy dura para mí, y ahi fue cuando me di cuenta quiénes me acompañaban y me di cuenta que del otro lado eran poquitos. Mi familia, mis amigos, mi representante. La cabeza me hizo un click. Desde ese momento, hace dos años, vengo pidiendo la renovación del contrato que había quedado devaluado".
"Yo era el capitán del equipo, sentía y creía que tenía que cobrar un poco más. Ellos me dijeron "no sabemos cómo volvés de tu lesión, entonces vamos a esperar". Ahí me di cuenta que no había un respaldo que yo esperaba del otro lado".
"Volví a los cinco meses y medio y nos sentamos a hablar. Yo les pedía por favor, de verdad lo necesitaba. Era de los peores pagos".
"Volví, capitán, titular, les pedí que me actualizaran el contrato, me pateaban para adelante, y nunca pusieron en la balanza todo lo que no habían hecho por mí. Consideraban que yo tenía que ser de los "medianos". Yo siempre dejé la vida por Huracán, porque amo al club, siempre lo dije, es mi casa".
"Siempre mis intenciones fueron renovar, nunca quise quedar libre. No fue mi culpa llegar a esta situación. Yo quería que ellos me ayuden, necesitaba una plata para comprar mi casa. Ellos insistieron en lo que ellos querían".
"Luché mucho para estar donde estoy, me fui a jugar a clubes del ascenso para ganarme un nombre, en el club. Siempre fue un sueño jugar en Huracán. Fui capitán. Defendí la camiseta hasta el útimo partido, lo más que pude, y que del otro lado no te reconozcan lo que hacés es feo y que no se hagan cargo de que llegamos a esta instancia, que no fue mi culpa. Pensé que se iban a hacer un poco cargo, pero no".
"Fueron duros todos estos meses que me tocaron pasar. Más viendo el presente de Huracán, me dolía como si estuviera ahí, sin poder hacer nada. Rogaba que me mandaran un mensaje: 'vení a entrenar mañana', pero estar ahí con mis compañeros. Siempre fue un grupo unido".
"Yo sabía que no podía equivocarme en mi próximo paso. Es el paso de mi carrera de mi vida, porque si me equivoco acá con 28 me podía arrepentir para siempre".
"Tuve que pensar con la cabeza, no con el corazón, porque el corazón me decía 'firmá, renová'. Yo sentía y siento que Huracán va a ser mi casa siempre".
"Siempre he tenido la mejor con los empleados del club, los hinchas, que me han puteado y lo entiendo. Ojalá algún día pueda volver, porque cerrar un ciclo así es muy triste. Lo siento muy injusto".
"Huracán es lo mejor que me pasó porque me formó como soy hoy. Y cerrar un ciclo así es muy triste. Pasé estos meses muy mal con mi familia y amigos, apoyándome, pero fue muy duro".
LA SEPARACIÓN DEL PLANTEL
"La primer medida que tomaron, no me la esperaba, me mandaron a entrenar a la tarde. Yo tenía buena relación con la dirigencia, pero cuando pasan estas cosas, queda todo de lado. Yo siempre les manifesté mis ganas de renovar, pero ellos querían que fueran bajo sus condiciones, que no estaban muy lejos de lo que yo pedía. Yo pedía un seguro para quedarme tranquilo".
"Al principio me lo tomé tranquilo, después se me hizo difícil".
"Después de cada partido de Huracán, esperaba que me llamaran. Yo quería estar".
"Yo con Diego Dabove hablé antes de que me mandaran a entrenar a la tarde, le agradecí todo lo que hizo por mí, me bancó hasta el último partido. Le dije no quiero que pongas en riesgo tu puesto y tu relación con la dirigencia".
EL MAL MOMENTO DEL EQUIPO Y EL RECLAMO DE TOBIO
"Con Fer (Tobio) hablo muy seguido. Me dijo que no le encuentran la vuelta. Lo banco a muerte, porque si hay jugadores que no tienen la cabeza puesta en lo que se está jugando hoy Huracán, no pueden estar. No suman y hacen que cada vez te caigas más".
"Yo veo al equipo y los veo medio caídos en todo sentido".
EL PASE FRUSTRADO A BOCA
"Le pregunté qué pasó con Boca, me dijeron que si quería que arreglara. Yo ya estaba en tratativas. Llego a un acuerdo para que Huracán después arreglara, que era lo yo quería, que le quedara algo al club. Y después no hubo acuerdo, eso lo manejaron entre clubes".
"Me dijeron que no arreglaron porque ofrecían poco".
"Creo que nadie quería pagar lo que Huracán pretendía porque en seis meses quedaba libre".
"Yo les dije 'por qué llegamos a esta situación. Háganse cargo'".
"Al hincha de Huracán no le puedo reprochar nada. A los que me putearon, los entiendo, porque yo nunca me quise ir así y eso me lo reconocieron".
CÓMO VIVE LA CRISIS DE HURACÁN
"Me duele el presente de Huracán. Yo sabía que podía aportar algo. Yo le mandaba mensaje a los chicos".
"Están pasando un mal momento".
"Yo sentía que podía haber ayudado, capaz sin jugar".
EN BUSCA DE SU FUTURO
"No sé a donde voy".
"Viajo a México para ver si cierro. Voy a Mazatlán".
"Hasta hoy voy a estar mal, mañana capaz...El dolor lo tengo. Mañana, si empiezo un contrato nuevo, hay que cambiar la cabeza. Pero hoy me siento mal, todavía me siento parte, me siento identificado. Irme así es algo que jamés imaginé ni pensé".
"Yo creo que, hasta lo último, sin poner en riesgo a mi familia, di todas las posibilidades. Yo le quiero comprar la casa a mis viejos. Tampoco me quiero salvar con Huracán, porque uno sabe cómo es la situación".