Nicolás Orsini fue presentado oficialmente como nuevo jugador de Boca Juniors, desafío para el que aseguró estar "preparado", aunque admitió que seguramente su "vida cambie a partir de ahora" en todos los aspectos.
El delantero de 26 años, nacido en Morteros (Provincia de Córdoba) llegó al Xeneize procedente de Lanús y es la segunda incorporación para el equipo de Miguel Ángel Russo, que ya recuperó a Marcelo Weigandt, de su préstamo en Gimnasia LP.
En conferencia de prensa, Orsini aseguró estar listo para vestir la camiseta de uno de los equipos más importantes de Sudamérica: “Si no estuviese listo no hubiera firmado contrato. Es cierto que por ahí la presión entre Lanús y Boca puede ser diferente. Es un desafío y me siento preparado. Ojalá le pueda sacar todo el fruto a esta oportunidad".
“Seguramente mi vida cambie a partir de ahora y tenga que tomar otras responsabilidades como persona”, aceptó el atacante.
“La prioridad está en el día a día (cuando le preguntan por la Libertadores y el clásico con River en Copa Argentina). Hay que estar tranquilos de que estamos en un club grandísimo y que todos los otros nos respetan de una gran manera”.
“Soy una persona a la que le gusta aprender de ese tipo de jugadores. Es importante tener a esa gente en el club. Hay que aprovecharlo y sacarle el jugo. A Román (Riquelme) le agradecí por esta oportunidad”.
En tanto, el exgranate, quien debutó en Primera en Atlético Rafaela y luego hizo varias escalas en distintas ligas del mundo como la de Corea del Sur, Austria, Japón y Paraguay, antes de regresar al fútbol argentino, reconoció tener un pasado ligado a Boca Juniors.
Al ser consultado sobre si de chico se tiñó el flequillo como Martín Palermo, respondió: “Es una anécdota real. Admirar y respetar a los ídolos de esta institución. No me quiero comparar con nadie y hacer mi propia carrera”.
Además, contó su prueba en la inferiores xeneizes: “A los 15 años me probé en Boca. Jugué 3 años y Boca se había interesado en mí (una prueba en su pueblo en la que quedó). Vine, quedé y sentí que no era el momento. Todo ese sacrificio (después de los clubes por los qué pasó) me llevó hasta acá “.
Y explicó: “La vida en Buenos Aires es muy distinta a la de mi pueblo. En ese momento (por la prueba de los 15 años), no me sentía preparado para vivir acá".