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Luis Suárez y el deja vu de lo vivido en Liverpool hace 10 años

La situación vivida actualmente por Luis Suárez en Gremio de Porto Alegre es muy similar a la que se generó hace exactamente diez años en el Liverpool de Inglaterra, club que llegó a separar del plantel al delantero uruguayo por intentar forzar una salida.

“No sabía qué hacer. No estaba entrenando bien, emocionalmente no estaba bien. Quería que la gente entendiera por qué quería irme, pero me veían como un jugador codicioso y sin lealtad, algo muy lejano a la verdad”.

Esta declaración de Suárez no es de este 2023, sino sobre el período de pases de cara a la temporada 2013-14, donde estuvo a punto de fichar por el Arsenal.

El uruguayo habló detalladamente sobre aquella situación en el capítulo ‘Tan cerca’ de su libro autobiográfico ‘Mi vida. Luis Suárez’ (Editorial Planeta, 2014). En ese capítulo, el uruguayo repasa su última temporada en el club inglés, institución a la que había llegado a fines de enero del 2011 desde el Ajax de Ámsterdam.

A falta de cinco fechas para el final de la Premier League 2012-13, Suárez fue sancionado con diez partidos por morder a Branislav Ivanovic, defensa del Chelsea, situación que generó duras y constantes críticas a nivel público. A su vez, el Liverpool había terminado en la séptima posición, por lo que no logró clasificarse a la siguiente UEFA Champions League.

Estas circunstancias llevaron a Suárez a pensar, así lo manifiesta en su autobiografía, que su tiempo en Inglaterra había terminado. “Me sentía sofocado. Me quería ir. El deseo de irme en el verano (europeo) del 2013 era la acumulación de varias cosas. (...) Estaba cansado de verme todo el tiempo en los periódicos”.

Su representante (Pere Guardiola) le informó que en su contrato vigente había una cláusula que decía que, si el Liverpool no lograba clasificarse a la Champions League, podría irse ante una oferta superior de 40 millones de libras. Pero el problema fue que el único club que llegó a esa cifra fue el Arsenal, que sí se había clasificado a la Champions, pero que no cumplía ese deseo del uruguayo de abandonar Inglaterra.

“La cabeza me daba vueltas. ¿Sería este traspaso la respuesta o podría crear aún más problemas? No sabía qué hacer”, confesó el atacante en su autobiografía, en donde también destaca que comenzó a pensar que al menos cambiar de ciudad y vivir en Londres sería mejor que quedarse en Liverpool, además de poder competir en Europa.

El uruguayo quería irse, el Arsenal comprarlo, pero el Liverpool no quería venderlo. Los Reds rechazaron en julio una primera oferta de 35 millones de libras esterlinas, y días más tarde tampoco aceptó la de 40 millones, propuesta que alcazaba la cifra que Suárez y su representante entendían estaba establecida en la cláusula de rescisión ya mencionada.

A pesar de que hasta autoridades del propio Arsenal confesaron tiempo después que se dieron cuenta que esa obligación de venta ante este escenario no existía, Suárez intentó forzar su salida y el Liverpool tomó la decisión de separar del plantel al delantero.

“Luis está entrenando por su cuenta (con el equipo de reserva) y él entiende esta decisión", dijo el viernes 21 de julio del 2013 el técnico Brendan Rodgers, quien no convocó al atacante para el amistoso del día siguiente contra el Celtic de Glasgow.

El DT agregó en esos últimos días de julio: “Ha sido un periodo difícil para él, pero mi papel es el de proteger al grupo. Una vez que se encuentre en el estado de ánimo adecuado, regresará. Tenemos que controlar la situación, no lo queremos vender. En algún momento él comprenderá que el club no va a dejar que se vaya y dará el 100% en el campo. Es un delantero de clase mundial. Estoy seguro que tendrá el mismo impacto esta temporada que la pasada”.

El martes 6 de agosto del 2013 se publicó en el diario británico Daily Telegraph una entrevista donde el futbolista manifestó: “Quiero una transferencia para jugar la Liga de Campeones y hay un club que me ofrece esa posibilidad. Le he dicho al entrenador que quiero dejar el club. Me acusan de falta de lealtad, pero el año pasado tuve la posibilidad de ir a un club grande de Europa y me quedé pensando que si no clasificábamos a la Liga de Campeones en la siguiente temporada me iban a dejar partir”.

“Me dieron su palabra hace un año y ahora quiero que cumplan. No es algo verbal con el entrenador sino algo que está escrito en el contrato”, agregó el jugador en declaraciones a The Guardian publicadas ese mismo martes.

La situación permaneció incambiada durante varios días, con Suárez presionando para salir y con el Liverpool desechando una y otra vez la segunda oferta del Arsenal.

El lunes 12 de agosto, el medio Europa Press destacó la firme postura del club inglés, cuyo entrenador expresó: “Es un tema en el que tenemos que hacer todo lo que podamos para arreglarlo. Se ha dicho y se ha informado mucho; nosotros hemos hecho una declaración, como club y como entrenador, del compromiso y las normas requeridas. Si no tienes ese compromiso, entonces no jugás, es así de simple”.

Rodgers, que le exigió a Suárez una disculpas públicas, agregó ese día: “No hay ningún problema entre él y yo, pero obviamente hay que respetar al club y al equipo. No importa quién seas. Y hasta que no tenga la seguridad de que no vamos a tener otra cosa que no sea el cien por cien de compromiso, no habrá solución”.

Suárez recordó que en su momento se molestó por estas declaraciones públicas del entrenador, y aseguró que el DT lo decepcionó por dirigirse a él a través de los medios.

En medio de esta situación, el delantero fue convocado por el Maestro Óscar Tabárez para jugar el miércoles 14 de agosto por la Selección Uruguaya ante Japón en Miyagi (la Celeste ganó 4-2 con un gol del salteño). Estando Suárez en Asia, surgió la figura de Steven Gerrard, quien primero por mensaje de texto y luego ya personalmente en Melwood le expresó al delantero su pensamiento.

El volante inglés, capitán del Liverpool, le hizo ver a Suárez que si se iba tenía que irse a un grande del fútbol extranjero, no al Arsenal. Además, le aseguró que si se quedaba, el Liverpool iba a clasificar a la Champions 2014-15.

“Me dijo que esperara. No tenía sentido perderse lo que podía ser una gran temporada para el Liverpool y la posibilidad de resarcirme con los hinchas después de la suspensión, y tampoco irse salvo que fuera por un nuevo e importante reto. Después de hablar con él, todo encajó en mi cabeza”, rememoró el Pistolero.

Suárez también comprendió que Liverpool no iba a cambiar de ninguna manera su postura aunque el Arsenal mejorase la oferta, y entonces decidió quedarse, aceptando incluso una observación de Gerrard, quien le comentó que en algunos entrenamientos ‘no había sido el mismo’. Luis trabajó ‘más duro que nunca’, entendiendo que la única manera de dejar este conflicto atrás era dando lo mejor de sí en cada entrenamiento y en cada partido.

“Nunca había tenido problemas en el Liverpool. Nunca había tenido ningún problema con los hinchas o con mis compañeros. Solo quería cambiar mi vida y escapar de la presión y la tensión”.

Suárez realizó una sensacional temporada 2013-14 (marcó 31 goles, uno más que el año anterior) y el Liverpool quedó a un paso de ganar la Premier League, culminando en la segunda posición detrás del Manchester City. El uruguayo jugó el Mundial de Brasil 2014, y el 11 de julio del 2014 se anunció su traspaso al Barcelona por 81 millones de euros.

El atacante pudo irse por la puerta grande del Liverpool, valorado por sus compañeros, hinchas y hasta el propio Rodgers, quien ya en octubre del 2013 destacaba el compromiso diario de Suárez y años más tarde subrayó que ‘trabajar con el uruguayo fue algo increíble’.

Hoy Suárez parece vivir un deja vu, intentando salir de un club (Gremio), que como el Liverpool hace una década, no quiere desprenderse de una de sus máximas figuras. La tirante relación entre el futbolista y los directivos, y el apoyo del entrenador (en este caso Renato Gaúcho) que intenta comprender a su futbolista sin desautorizar a los dirigentes, son detalles que se repiten.

Sin embargo, hay un personaje clave en aquel 2013 que no encuentra su espejo en este remake, sino que tal vez todo lo contrario. Gerrard, uno de los más grandes compañeros que tuvo Luis, habló con él hace diez años para hacerle entender que una salida al Arsenal no era lo adecuado. Lionel Messi, tal vez el mayor socio futbolístico que ha tenido el uruguayo, no sólo no juega en Gremio, sino que seguramente desea reencontrarse con Suárez en el Inter de Miami.