Año 2014. Estadio Centenario. En apenas 45 minutos, Peñarol lograba lo que parecía imposible: igualar la serie de la CONMEBOL Sudamericana ante Estudiantes de La Plata. El pasaje a cuartos de final se debía dirimir por penales.
A poco del final del partido el técnico del Carbonero, Jorge Fossati, hizo un cambio que llamó la atención: sacó a Marcelo Danubio Zalayeta cuando todos daban por descontado que sería uno de los ejecutantes en la tanda de penales.
Sin embargo, Zalayeta tenía abierta una herida cuyo origen databa de más de 10 años atrás. El delantero fue claro: “Prefiero no patear”.
¿Cuál fue el motivo? El penal marrado en la definición de la final de la UEFA Champions League de 2002/2003 con Juventus ante Milan. Aquel dolor, sumado años después a uno similar que vivió con la Selección de Uruguay, en el repechaje contra Australia por un lugar en el Mundial de Alemania 2006, marcaron la carrera de Zalayeta.
EL HÉROE ZALAYETA
En aquella edición de la Champions 2002/2003, el delantero uruguayo se había convertido en el héroe de la Vecchia Signora, como se conoce a la Juve.
En el cruce de cuartos de final contra el Barcelona, tuvo un rol protagónico.
El juego de ida, disputado en Turín, terminó igualado 1 a 1. Esto determinó que Juventus tuviera que ir a buscar la clasificación a Barcelona. A los 53 minutos Nedved puso en ventaja a los italianos, pero Xavi igualó la serie y así se cerró el partido. El resultado habilitó la prórroga.
Zalayeta, que en el entretiempo había ingresado por Di Vaio, anotó el gol de la clasificación para la Juve a seis minutos del final.
En semifinales, los italianos dejaron por el camino a Real Madrid y fueron por el título ante el Milan.
EL PENAL QUE MARCÓ A ZALAYETA
En la final de la Champions, disputada en Old Trafford, Zalayeta ingresó a los 65 minutos en sustitución del holandés Edgard Davids.
El cero fue inamovible en el marcador, por lo que se debió recurrir a la definición por penales para dirimir el campeón.
Zalayeta, junto con Paolo Montero, fue designado por el técnico Marcelo Lippi para ejecutar uno de los penales.
Antes de que llegara su turno, el golero de la Juve, Buffón, contuvo el disparo del holandés Seedorf. Esto determinaba que si Zalayeta convertía, quebraba la serie. Pero su remate fue contenido por Dida, portero brasileño del Milan.
Sin embargo, Buffon le volvió a dar vida a la Juve al contener el remate de Kaladze. La serie increíblemente seguía 1 a 1 cuando le tocó el turno a Paolo Montero para poner a su equipo arriba. Pero el remate del zaguero uruguayo lo volvió a tapar Dida. Finalmente, el ucraniano Schevchenko marcó el penal que le dio el título al Milan.
El dolor que generó aquella definición, sumado al penal que volvió a marrar en el repechaje contra Australia por un lugar en el Mundial 2006, marcó un quiebre en la carrera de Zalayeta.
Desde entonces, optó por no rematar más penales como lo expresó en octubre de 2014 en una nota con Sport 890: “Prefiero no patear penales. No tengo buenas experiencias, no me siento seguro, no quiero perjudicar al equipo. Habiendo otros pateadores prefiero que lo hagan otros”.