Ronald Araújo fue el autor del 2-1 para el Barcelona con un excelente cabezazo, pero anduvo lento y desacertado en el empate final del Atalanta, que dejó a la vista los desajustes del uruguayo.
Ronald Araújo, capitán e ídolo para no pocos aficionados del Barça, futbolista de referencia durante los últimos años y líder defensivo indiscutible en temporadas anteriores, está en momento difícil. La nueva apuesta de Hansi Flick con la defensa obliga a los jugadores a una concentración máxima en las marcas, en mantener la línea, en saber sacar el balón... Y el uruguayo, se sospechó en algún partido anterior y se confirmó este miércoles, sufre. Mucho.
Es rápido al corte, es un corrector de primer nivel en las ayudas y tiene una rapidez a la hora de reaccionar excelente. Pero le cuesta horrores mantener la línea y queda en evidencia cuando debe sacar el balón desde atrás. Lo adivinó Gasperini y le acabó sacando provecho el Atalanta en el 2-2, cuando Araújo no estuvo al tanto del marcaje y acabó levantando el brazo al verse superado por Pasalic.
Fue su cruz, apenas seis minutos después de la cara que significó el 2-1 con un excelente testarazo, sabiendo encontrar el desmarque, al lanzamiento de corner de Raphinha, celebrado con rabia y agradecido a una hinchada que sigue creyendo en él sin dudarlo... Por más que al lado de Iñigo Martínez o Cubarsí se le vean las costuras más de lo aconsejable.
Rapinha, asistente
Asistió a Lamine Yamal en el 1-0 y lanzó el corner que cabeceó a la red Araújo en el 2-1. Dos servicios que podrían quedar en segundo plano pero que vistos con atención mostraron la visión y calidad excelsa de un Raphinha cuyo peso en el Barça no desciende, al contrario.
El pase en diagonal a Lamine Yamal, en carrera y pareciendo que podía perder el equilibrio, fue estupendo... Y extraordinario el toque de balón en el lanzamiento de corner, al segundo palo, para encontrar a Araújo.
Espíritu en la presión y trabajo descomunal... Y a ello una calidad con el balón fuera de lo común. Raphinha, día a día, es más.
Pedri, telescópico
Ve el fútbol como pocos. Mitad Xavi, mitad Iniesta, como si de un calco, a veces, de cualquiera de ambos se tratase, Pedri sabe donde colocarse, cuando hacerlo y como continuar cualquier jugada por difícil que parezca.
La fuerte presión del Atalanta puso en problemas al Barça hasta el punto que en esa segunda línea solo Gavi fue capaz de romper la línea rival y Pedri acompañar las jugadas, con rápidas combinaciones y transiciones hacia la banda que siempre, o casi siempre, agradecieron Lamine Yamal y Raphinha, responsables y protagonistas destacados en los goles de un equipo azulgrana en el que, a cada día más, el peso y trascendencia de Pedri es indiscutible.