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Messi recibe descanso para el juego ante el Inter

MILÁN -- Sin Messi y sin Piqué. Ni Sergi Roberto. Valverde sabe lo que se juega el Barça y no está para riesgos. Al menos, para más de los necesarios. Aún fuera, de baja, Semedo, Jordi Alba, Dembélé y Arthur, que oficialmente sigue con problemas en el pubis, el Barça viajó este lunes a Milán con el orgullo intacto, pero la mirada en San Sebastián y, al fondo, en el Clásico. La Champions, hoy, está en segundo plano.

El Barcelona hizo los deberes en Europa, solventó con nota uno de los grupos más complicados que resultaron del sorteo en agosto… Y llegado diciembre cierra esta primera fase de la Champions con su pase a octavos finiquitado y como primero. Así, con el objetivo conseguido, el equipo de Valverde visitará este miércoles a un Inter que se juega la clasificación y atendiendo al calendario inmediato, el entrenador azulgrana enfocará el partido con todas las reservas del mundo.

Reservas en Valverde y en el club, donde este duelo en Milán se observa con frialdad y calma, alejándose de presiones extras y pensando más allá del martes. Aunque, de alguna manera, este viaje de turismo tiene una trampa: hay que demostrar que el Barça es más que Messi.

El técnico se llevó a 20 futbolistas y adivinar el once que ponga en juego ante el Inter en San Siro no es tarea sencilla. Se espera el debut de Neto en la portería, la presencia de Wagué en el lateral derecho y la posible de Todibo en el centro de la zaga acompañando a Umtiti; arriba estaría Suárez, confiado en acabar con un gafe goleador en Europa ya histórico y que le acompaña desde hace cuatro años, y podría entrar Ansu Fati, como en el centro del campo Aleñá… Y quien sabe si Riqui Puig, quien por fin se vio citado por el entrenador.

Para el Barça el partido tiene el mismo interés, nulo, que el último de la fase de grupos de la pasada temporada, cuando recibió al Tottenham reservando a medio equipo titular. Aquel día empató, resultado que precisaban los Spurs para meterse en los octavos y dejar fuera al Inter, que se quejó amargamente de lo que afirmó poca deportividad azulgrana… lo que no hará, seguro, esta vez Antonio Conte.

El sábado en San Sebastián y al cabo de cuatro días el Clásico. Dos partidos trascendentales en la Liga que ocupa mucho más ahora la atención de un Barça alegre tras la exhibición frente al Mallorca, ante el que se completó la mejor primera mitad en mucho tiempo para aparcar las críticas que siguen deambulando alrededor del vestuario y, especialmente, de Ernesto Valverde.

“Aquí solo sirve ganar. Y encima dando siempre espectáculo” ha manifestado, apesadumbrado, más de una vez el entrenador azulgrana. Probablemente esta sea la ocasión en que menos presionado estará. Lo estarán los futbolistas que jueguen, para enseñar que tienen mucho que decir en el Barça y demostrar que, aunque parezca imposible, este Barça es más que Messi.

¿Lo es?