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Messi y una actuación decepcionante... Ahora ante el Real Madrid

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¿Le alcanzará la ventaja al PSG para el partido de vuelta? (2:44)

La mesa de ESPN FC analiza la victoria por la mínima del club parisino ante el equipo merengue en la Ida de los Octavos de Final de la UCL. (2:44)

BARCELONA -- Leo Messi ya suma ocho partidos consecutivos sin marcar un gol al Real Madrid y no acumuló cinco sin ganarle gracias a la jugada monumental de Kylian Mbappé en el último suspiro que le dio la victoria mínima al PSG y dejó en un plano secundario una actuación más que discreta del astro argentino, que pasó de puntillas por un partido que de tan esperado fue, en su participación, decepcionante.

Si Mbappé es el futuro, ya presente, Messi es el presente y casi pasado. El futbolista francés no solo sentenció el partido sino que fue el delantero más determinante de su equipo, poderoso físicamente, excepcional en el cambio de ritmo y en la búsqueda de espacios; el argentino quiso hacerse notar y lo hizo muy poco. Tanto que hasta Courtois le atajó un penalti en su único remate entre los palos. Disparó cuatro veces más de las que solo una el balón se marchó fuera mientas los tres restantes fueron bloqueados por la defensa merengue.

Combinó principalmente con Kylian (hasta en 11 ocasiones) y uno de sus pases, a la hora de partido, provocó el penalti de Carvajal que luego fallaría Leo. Tanbién intentó entenderse con Di María (8 pases) pero se le notó especialmente confiado en cuanto entró Neymar, a quien le dio cuatro pases en 22 minutos, dos de ellos especialmente peligrosos.

Pero perdió nueve balones (cuatro en la primera mitad, cinco en la segunda) y falló hasta ocho pases, un dato especialmente inhabitual en su carrera. Tanto como observarle a un ritmo por debajo de lo esperado atendiendo a la exigencia del partido, con el Real Madrid durante no pocos minutos arrinconado en su campo sin que apareciera aquel golpe de genio que tantas veces mostró en el pasado.

Y es que si su trascendencia en la fase de grupos, en los momentos cumbre, repondió a las expectativas, con cinco goles y actuaciones muy destacadas ante Leipzig, Manchester City o Brujas, en el primer duelo a cara o cruz y ante uno de los mayores aspirantes al título Messi anduvo muy lejos de lo esperado. Asentado en la posición de 10, secundado por Verratti o Paredes y buscando la combinación con Mbappé o Di María, el ex jugador del Barça apenas si dio muestras de su exquisitez al conducir el balón, solamente dos veces buscó marcharse a la carrera y fue más visto por sus pases que por su determinación indicidual.

Si de azulgrana siempre se esperaba su habitual genialidad, en el PSG Messi ya no ejerce de líder futbolístico porque ese papel, reservado principalmente para Mbappé, no lo reclama con la rotundidad que lo hacía en el Camp Nou. Marcado con inteligencia por

triángulos, tardó 17 minutos en dar señales de vida con un excelente pase por alto a Kylian, que se encontró con el cuerpo de Courtois y fue antes del descanso, a la media hora de partido, cuando remató por única vez a puerta, suave y desviado... Poco después volvió a intentarlo, pero Militao le adivinó la intención y bloqueó su disparo.

Combinó una vez con Achraf y otras dos con Mbappé sin fortuna para observarse su decepción con el penalti que falló, diez minutos antes de que una falta forzada por Neymar le diera la ocasión de redimirse... Pero lanzando directamente fuera y sin ningún peligro para Courtois. Casi al final vio la entrada a la carrera de Ney y le lanzó el balón en el área con presteza y eso fue, prácticamente, su despedida.

Silencioso de inicio y silencioso al final en un PSG que sigue esperando seis meses después de su llegada aquella imagen monumental que tanto mostró en el Barça y que tan poco se ha visto en París.