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Queiroz afirmó que habrá cambios pero no se preocupa por las amarillas

SALVADOR (Enviado especial) -- Cuando habla, Carlos Queiroz parece no decir demasiado. Su discurso gira en torno a dos o tres conceptos bien claros: mejorar partido a partido, formar un equipo que sepa cuándo y cómo hacer lo necesario para lograr resultados y mostrar responsabilidad en la competencia. No habla de nombres propios, no da precisiones futbolísticas y no se mete en ningún tipo de polémicas. Sólo se pueden sacar conclusiones desde la interpretación, nunca desde la expresión literal. Ni siquiera en la previa de un partido sin tensión como el que enfrentará la Selección Colombia ante Paraguay arrojó claridad sobre el once que presentará en el cierre de la fase de grupos.

"De las amarillas no me preocupo. Mañana es un partido más, tan importante como los demás, un test de madurez para nosotros. Hay jugadores que tienen amarilla pero cuentan también con la experiencia para jugar bien a pesar de eso", afirmó en la rueda de prensa oficial. En su ideal, lo único que vale la pena es cómo están los futbolistas y cuál es el adversario. Así fue contra Argentina y también ante Qatar y así será frente a Paraguay.

Cuando habla de posibles modificaciones, Queiroz usa la palabra "decisiones". No parece ser una casualidad, sino una forma de entender el manejo de grupo. Un cambio es una decisión que genera consecuencias, tanto individuales para quien entra y para quien sale y también colectivas. Tomó decisiones importantes al dejar en el banco a Santiago Arias en el debut y luego al reemplazar a Radamel Falcao García por Duván Zapata. Y quizás haga lo mismo para el choque frente a la Albirroja.

"No voy a tomar ninguna decisión por las amarillas, sino por el estado de cada futbolista. Esta es una competición muy dura. Todos los partidos son muy intensos, así es el fútbol en Sudamérica y así será mañana", explicó y luego dejó en claro que los 22 elementos disponibles están en condiciones de jugar, incluso Radamel Falcao García, quien se entrenó de forma diferenciada en la primera parte de la sesión del jueves.

Entonces, ¿habrá cambios? Lo más seguro es que sí. El primero ya confirmado será el de Camilo Vargas por David Ospina, quien se encuentra en Colombia por problemas familiares y se espera que regrese antes del final de la Copa América. En defensa se verá el ingreso de Santiago Arias para sumar confianza y quizás juegue también Cristian Borja en la banda izquierda. Davinson Sánchez y Yerry Mina podrían mantener su lugar para continuar afianzando una dupla que cada vez está mejor. En el centro del campo se impone la aparición de Edwin Cardona y en ataque la de Luis Díaz. El resto es una verdadera incógnita.

"Siento que lo más importante es tener la concepción de jugar bien. Un fútbol práctico, efectivo, moderno, que nos ayude a ganar. Esa es la base que tenemos que trabajar, el proyecto que tengo. En cada partido y entrenamiento buscar el equipo más eficiente, más funcional, más armonioso". Queiroz siempre deja bien claro que lo que más importa es ganar y para eso debe jugar lo mejor posible. Es un concepto muy claro que trasciende a aquel debate del "resultadismo".

Sobre Paraguay afirmó que su necesidad de ganar puede provocar un encuentro con condiciones diferentes a los dos anteriores. Es decir, con Colombia en una actitud más pasiva, lo que significa que puede no ser tan necesario defender bien adelante y buscar recuperar el balón lo más rápido posible. Con eso en mente, los cambios podrían ser todavía más, tanto en defensa como en el mediocampo. "Lo importante es preparar las diferentes opciones que el partido nos puede presentar, aunque después son los jugadores quienes eligen. Nosotros solo preparamos las tendencias u opciones que puedan pasar y ellos toman las decisiones", declaró.

El seleccionado nacional realizó el entrenamiento oficial en el estadio de Vitoria para conservar el campo de juego del Arena Fonte Nova. Allí, a diferencia de lo ocurrido el jueves, cuando se pudo ver a algunos futbolistas trabajar fuera del campo, no hubo ningún tipo de pista.

Con respecto al futuro cercano, Queiroz fue contundente: "Ahora empieza la Copa América". El seleccionador nacional admitió que el objetivo es llegar a lo más alto: "Estamos lejos de donde soñamos. Estamos mejor que un par de días atrás pero lejos del fútbol que queremos jugar. Sueño todo los días con que seamos los mejores del mundo, no se pagan impuestos por eso. Para eso, hay que trabajar. Si queremos ser extraordinarios, hay que hacer cosas extra. Mejorar la cohesión, la armonía y armar un equipo funcional. Saber cuándo jugar adelante, atrás, las transiciones. Hay mucho por hacer".