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Mano derecha de Pinto en la Liga encuentra "creencias limitantes" en plantel de Alajuelense

Es casi un hecho que los rojinegros estarán en semifinales, pero el descontento volvió a aparecer tras volver a perder con los morados

A pesar de estar de líderes en el Torneo Clausura, el entorno dentro de la Liga Deportiva Alauelense es pesado debido a que perdieron el clásico contra el Deportivo Saprissa, lo que ha hecho que los cuestionamientos se hayan vuelto de nuevo hacia los rojinegros, pues eran los claros favoritos a dejarse el triunfo.

Una vez más, el conjunto erizo no apareció en el partido importante, ya son nueve enfrentamientos sin ganar ante el conjunto morado y las dudas inundan a los aficionados que escucharon de su propio capitán, Bryan Ruiz, decir que al equipo le sigue pesando el aspecto mental en estos momentos.

Para analizar este tema, ESPN consultó con Germán Retana, gestor de desarrollo con gran experiencia en el fútbol tanto en selecciones como la de Costa Rica, Honduras y El Salvador, así como dentro de la Liga Deportiva Alajuelense donde trabajó con entrenadores como Jorge Luis Pinto y Javier Delgado, entre otros.

Retana estuvo en épocas muy recordadas de los rojinegros como cuando alcanzaron el tetracampeonato en el 2002-2003, su trabajo gustó tanto a Pinto que este lo llevó a Honduras en el 2015.

¿Qué percepción tiene de lo que pasa en Alajuelense, donde hasta el capitán reconoce que les cuesta este campo?

Habría que profundizar para ver a que se refiere él, es como a nivel de empresas u organizaciones, existe el Síndrome de Límite Superior, lo tenemos todas las personas, es cuando estamos cerca del éxito y algo sucede en nuestro subconsciente que nos lleva a alejarnos del paso que falta y es el reto de trascender a resultados anteriores y los contenidos que nos programan mentalmente para algo y eso requiere su tratamiento, pero el primer paso es tomar consciencia de que existe la posibilidad de que nosotros como personas nos ponemos esos límites.

Me llama la atención como una sensación o un síndrome como usted menciona puede pasar de ser algo individual a algo totalmente colectivo…

No sabemos si lo padecen todos, no podríamos afirmarlo, el hecho de que el capitán diga que hay que trabajar en lo mental tampoco significa que lo tenga, a juzgar por los resultados se puede interpretar que hay alguna situación mental de por medio y son aspectos que los psicólogos deportivos y los que trabajan en ese campo tienen que intervenir.

Lo peor que se puede decir es que es una casualidad, así como le ocurre a un equipo hay otros como el Herediano que normalmente logran levantarse de rachas negativas y que todo mundo espera eso, entonces la mente va donde el cuerpo lo dirige, la mente es poderosa, a como nos puede ayudar también nos puede perjudicar y son milésimas de segundo donde la mente nos puede cambiar formas de pensamiento, crear creencias limitantes que son las que te impiden trascender a cierto nivel de éxito y hay que trabajar en cambiarlas a creencias habilitantes, eso hay que trabajarlo.

¿Estos aspectos mentales se mantienen a pesar de que los equipos cambien de planillas con el paso del tiempo?

Los equipos desarrollan identidad que se van pasando de generación en generación, normalmente los jugadores con más tiempo inculcan la identidad que es lo que hace fuerte a la institución, tener excelentes jugadores en un camerino no te garantiza mucho porque no se comparte un ADN y el ADN no se decreta, el ADN se va desarrollando con la historia, con el procesamiento de las victorias y de las derrotas, con el análisis profundo y realista de las cosas que suceden, con la autocrítica, con el liderazgo de jugadores y cuerpo técnico que comparten el ADN, si los diferentes jugadores y entes dentro de una organización se contradicen uno comienza pensar que cuál es el ADN y cuál es la realidad, si todos nos ponemos lentes verdes vamos a ver el horizonte verde, pero si unos usan verdes, otros azules y otros transparentes la misma realidad se ve diferente.

¿Qué recuerda de su época cuando estuvo trabajando en Alajuelense a inicios de siglo cuando usted ahí trabajó en el aspecto mental?

Esos son temas que se trabajan, estar todos en la misma página, la conversación sincera, el liderazgo fuera y dentro de la cancha, el liderazgo integral en la parte espiritual y mentalidad del equipo, el proceso de reinserción de jugadores a esa identidad. Es muy peligroso que cuando un equipo cambia todo, no se da cuenta que está cambiando su propia cultura y cuando los resultados no se dan se recurre a cambios radicales y en eso cambiamos algo más que jugadores, no estoy diciendo que es el caso de la Liga, pero puede suceder en los equipos.

Jugadores líderes insignias de esa época han pasado por el club como entrenadores y tampoco han conseguido éxito como Luis Marín, Harold Wallace, Cristian Oviedo, Javier Delgado, entre otros…

Acá hay algo delicado, usted menciona Javier Delgado y Javier Delgado fue campeón de Concacaf, UNCAF y nacional, el éxito no es una línea recta, cuando se respetan procesos las cosas tienden a salir bien y hay muchos ejemplos en el mundo, cuando un equipo pierde no convierte a su equipo en perdedor y cuando gana no lo convierte en ganador, lo importante es la línea ascendente que tiene y eso requiere tiempo, paciencia y ajustes entre dirigentes, jugadores, cuerpo técnico, lo que pasa es que cuando estamos orientados a lograr trofeos en cortísimo plazo dejamos de lado la palabra proceso y buscamos otras formas de buscar resultados, la pregunta es si esas otras formas son sostenibles o repetibles, depende de la visión que se tenga en un club.

Si uno quiere ir rápido, mejor va solo, si quiere ir lejos mejor va acompañado. En el fútbol es parecido, si yo quiero un equipo que siempre esté peleando el campeonato con seguridad tendré que dar tiempo al cuerpo técnico y jugadores para desarrollar identidad, ahora bien, no digo que se la Liga porque no estoy ahí, hay versiones diferentes de lo que está pasando y nos lo ven gris, otros azules y otro banco eso denota que hay una falta de conversación interna cuando algunos jugadores confían en lo que hace el técnico y otros no confían también dice cuál identidad táctica del equipo.

Son muchos factores en juego y nadie puede decir lo que está haciendo y, requiere de más profundidad y sobretodo un poquito de humildad para reconocer que cada uno tiene un pedacito de la razón, pero nadie tiene toda la razón.