El jugador regresa al país luego de su paso por el fútbol internacional
Hace pocos días firmó con el Club Sport Herediano el contrato de retorno a la primera división de Costa Rica, con ello se cerró un ciclo en el fútbol internacional, enfocado mayoritariamente en Noruega y Rumanía.
Deyver Vega se sinceró sobre lo que significó ser legionario por primera ocasión, le encantó conocer nuevas culturas, encontrarse con gente nueva, y tiene momentos futbolísticos inolvidables, los cuales quedarán en su mente para toda la vida, o al menos así lo menciona en conversación que mantuvo con ESPN.
Jugar para el Valerenga fue cumplir un sueño, el Brann marcó su carrera pues logró sobresalir por primera vez en un conjunto internacional, pero, no todo fue de lo mejor, pues no recuerda con mucha gratitud el ACSM Poli Iasi de Rumanía, ni los últimos meses en el Sandefjord de Noruega, pues pelear el descenso tiene una sensación terrorífica.
¿Cómo resume su paso como legionario después de siete años?
“En Noruega hay mucha calidad de vida, hicimos grandes amigos, ese fue nuestro plan al inicio, irnos, hacer vida. La primera ciudad que llegamos era muy parecida a acá, lluvioso, muchos latinos, muy bonito. Tuvimos muchas experiencias lindas en lo deportivo, recordando todo eso al inicio, puedo ver atrás y decir que estoy satisfecho, no es fácil estar en un país tantos años, viví muchas cosas, aprendí, le doy gracias a Dios por eso, ya llegó un punto al final que pusimos todo en una balanza y analizar lo mejor para mi carrera”
“Mi ADN es otro, ya el ambiente era complicado, no me sentía capaz de rendir por un tema de presión, allá era muy relajado todo, en un momento siento que les da igual ganar o perder, ese tema fue muy complicado, fue un choque cultural desde que llegué, pero, al final uno busca una solución, buscar otro paso en mi carrera, algo que me presionara, sentirme que puedo producir más, determinante”
“Se peleaba por el titulo, había condiciones diferentes, tuve un poco de mala suerte, diría yo, pero empezando el 2020”
¿Qué tal la experiencia con el Poli Iasi de Rumania?
“En Rumanía fue un poco complicado, muchos factores sociales. Fueron muchas cosas raras, yo tomé la decisión de ir ahí porque preliminarmente nada más eran cuatro meses y después buscar una liga más competitiva, segunda de Alemania estbaa en la mesa, tomamos la decisión de ir ahí para estar bien, y tener una liga que me funcionara, este equipo tuviese jugadores para salir del descenso y fue un buen contrato, fueron cosas buenas, estaba Dylan que estaba ahí, y al final coincidimos que era una buena oportunidad para alcanzar nivel y levantar, y encontrar al mejor”
¿Qué viviste que te marcó tanto en Rumanía?
“Lo que pasó fue que cuando llegué, es feo decirlo, pero veía jugadores fumando, es la cultura de ellas, había jugadores que no recibían salario hace cuatro o más meses, entonces cuando ves que llega un compañero nuevo, y que está bien, y a mí no me pagan, ahí hay un conflicto, eso lo trasladamos a la cancha, no entrenábamos, tratábamos de hablar con los superiores, era más pelear, que entrenar y jugar. Nos presentábamos, pero era muy complicado, hay cosas que no se pueden controlar como jugador, pero siempre traté de enfocarme, y hacer lo mejor de mí, no podía cambiar, o hacerle ver la realidad. Hubo jugadores que hasta querían retirarse por lo que estaba pasando”
“Fumaban tabaco, es algo cultural de ellos, pero en Rumanía no es así en todo lo general, tengo grandes amigos que han ido a otros clubes, y les ha ido bien”
¿Cón qué te quedas de toda esta primera etapa como legionario?
“Yo creo que me gustó mucho en el ambiente que pude vivir en el extranjero, me tocó compartir con Efraín Juárez, me tocó compartir con jugadores que hoy en día están en un gran nivel en Alemania, fue un ambiente muy diferente, fue tan lindo, muy latino, lo sentí. Lo que implica jugar en Valerenga, es el equipo de la capital, en Brann viví muchas cosas bonitas, quedamos sub campeones, clasificamos a Europa League, pero en Valerenga se nota es un equipo grande, uno todo eso lo valora, a veces hay cosas que no pueden controlar, y es dejar ir y quedarse con lo bueno”