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Sobreviviente de cáncer de 93 años cumple máximo sueño gracias al Saprissa

Los morados se enteraron de la petición por medio de las redes sociales y no desaprovecharon la oportunidad de complacer a uno de sus más fieles aficionados

Don Antonio Díaz Artavia es un adulto mayor de 93 años, oriundo de Santiago de Puriscal, cantón ubicado a unos 45 km de la capital que estos días tuvo la oportunidad de cumplir uno de sus sueños más grandes en toda su vida que fue pisar la cancha del estadio Ricardo Saprissa.

En sus días de trabajador se dedicó a labores de campo y es super aficionado del club morado, toda su vida ha mostrado una gran devoción por la institución y aunque el pasar de los años lo tiene bajo cuidados especiales de su familia, nunca le ha perdido la pista al equipo de sus amores.

En las primeras semanas de julio tuvo un momento donde compartió con su nieto Roberto Díaz y le comentó que quería visitar el estadio Ricardo Saprissa para sentir entre sus dedos el césped de esa cancha donde los morados han alcanzado la gloria en múltiples ocasiones, por lo que Roberto decidió buscar la forma de conseguirlo y lo hizo mediante Twitter donde publicó una solicitud al presidente Juan Carlos Rojas para buscar la forma de que le permitieran visitar el inmueble con su ser querido.

“Don Juan Carlos mi abuelo de 93 años, más morado que usted y yo juntos, quiere ir a la Cueva, tocar el zacate dice, ¿cómo hacemos? Yo pago lo que sea”, dijo Roberto.

A lo que el jerarca morado le ayudó y luego de un par de semanas de estar buscando el momento óptimo, el viernes pasado don Antonio Díaz visitó la casa de su querido equipo y cumpliendo uno de sus sueños más anhelados, no solo pudo estar de pie en la cancha sino que recibió obsequios como una camiseta del Saprissa, una gorra y un cubrebocas.

ESPN contactó con Roberto Díaz, nieto de don Antonio para conocer más a fondo la historia de este día tan especial para su abuelo y contó que desde hace unos meses él le comentó que quería ir al estadio Ricardo Saprissa, al cual no asistía desde el 2003 cuando los morados vencieron 4-1 a la Liga Deportiva Alajuelense con goles de Alonso Solís (doblete), José Luis ‘Pupy’ López y Gerald Drummond.

“Se vino de Puriscal el 10 de setiembre, nos dijeron a las 9 a.m. y llegamos desde a las 8:58 a.m. al Ricardo Saprissa. Mi abuelo empezó a hacer amistad con el guarda hablándole de todo, viendo el estadio y ya después la atención que le dieron cuando llegó Porritas y le regaló el cubrebocas, la camisa, la foto. Todo lo que hizo Saprissa lo hicieron sentir como un rey”, contó su nieto.

Roberto cuenta que el trato que le dieron en la institución fue muy ameno y que hasta lo dejaron alzar la copa número 36 que se le ganó en mayo pasado a Herediano.

“Yo con que lo dejaran pasar al estadio yo era el hombre más feliz del mundo y después me dijeron que le iban a hacer un video y yo ‘cómo le van a hacer un video a mi abuelito en el equipo más grande de Centroamérica’, que digan que es de Puriscal, que digan que tiene 93 años y todo eso, verlo con toda esa ilusión y la sonrisa que tiene en el video a mí me motiva para tratar de seguir siendo un buen nieto”, explicó.

Su nieto añadió que don Antonio ha estado pasando momentos un poco difíciles en los últimos meses pero que esta visita le generó mucho impulso para volver a tomar una actitud positiva de nuevo. A él le cuesta un poco ver y escuchar y anteriormente venció el cáncer en dos ocasiones.

“Él venía muy bien pero de un tiempo para acá no quiere comer, está un poquito desganado y ahora el sábado andaban inyectándole hierro por un tema de que está un poquito enfermo pero el viernes por dicha todo estuvo súper bien, comimos demasiado rico más bien comió más que yo”, comentó.

Antonio Díaz Artavia es un saprissista de corazón, vaya donde vaya siempre habla de Saprissa y según su familiar hay dos momentos de la historia morada que le marcaron la vida, uno fue cuando los tibaseños visitaron Puriscal en la década del 60 para un partido amistoso y por primera vez pudo ver al equipo que tanto quería y la otra oportunidad cuando asistió como un aficionado al estadio para ver en vivo y a todo color el golazo que José Luis López le marcó a Álvaro Mesén en ese recordado clásico del 2003.