Alexander Domínguez regresó a Ecuador para reinar en LigaPro. Después de dar la vuelta al continente, desde México hasta Argentina, el arquero volvió a Liga de Quito, su casa, para ser figura indiscutible de la temporada.
En sus manos reposan las dos copas que consiguieron los albos en el año. Con su gran rendimiento le permitió a su equipo levantar la CONMEBOL Sudamericana primero, un título internacional después de 13 años y también aportar para el título 12 en Ecuador, en la LigaPro.
En el arco de Liga se hizo gigante y no solo de forma figurativa. Realmente los rivales veían lo difícil que era vulnerar 1,95 de estatura, que sumado a su capacidad para atajar penales, le permitió evitar disparos claves en las finales contra Fortaleza e Independiente.
Pero no solo esa capacidad en el arco fue lo que le permitió brillar con los albos. Su liderazgo impulsó al plantel a pelear en los 2 frentes, porque no solo de atajadas puede vivir un arquero.
Las estadísticas lo pusieron como el de mejor rendimiento, sobre todo por lo que hizo en la segunda etapa. Apenas le marcaron 3 goles y dejó su arco en cero en 10 partidos, un récord personal. Alcanzó 735 minutos sin recibir goles y superó su propio registro, de 2007, cuando sumpo 719 minutos.
Domínguez regresó a Ecuador motivado por Luis Zubeldía. Después de quedar campeón de LigaPro, dijo que tenía a 3 entrenadores en el podio: Jorge Fossati, Edgardo Bauza y Zubeldía. No dudó en acudir al llamado del este último, porque para él la palabra de ellos es “sagrada”.
Después de su viaje por América, donde jugó Monterrey, Colón, Vélez Sarsfield, Cerro Largo y Deportes Tolima, optó por su regreso. Con 36 años sabe que no le queda mucho camino, pero con su experiencia acumulada no parecería que esos años son una carga.
Hoy, con sus enormes actuaciones, pudo festejar por partida doble, un hito en Ecuador. La Tricolor también lo tiene como uno de sus líderes y se enfoca también en alcanzar un nuevo Mundial en 2026.