La salida de Adrian Newey, el diseñador de los autos de Red Bull, rumbo a Ferrari, ¿perjudicaría o beneficiaría a Checo Pérez?
Adrian Newey, el diseñador que ha ideado los autos Red Bull en los últimos 18 años, dejará al equipo y eso tendría un efecto inmediato y fundamental en toda la estructura de la organización, sin dejar de lado al piloto mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez.
Es impensable creer que Red Bull seguirá tal cual. Newey decidió, como se había dicho en medios europeos, abandonar a la escudería y por fuerza habrá una descomposición en el organigrama y las bases, y dicha descomposición ya empezó.
El ingeniero de cuya cabeza y mano derecha han salido los conceptos, que luego de ser plasmados se han materializado en los monoplazas RB ganadores de siete títulos mundiales de pilotos y seis de constructores, amén der los ganados con Williams, McLaren y demás logros, parece no estar a gusto con las recientes escisiones que han aparecido como grietas en la pared de Red Bull.
Newey tiene decidido irse, ya es oficial, y ahí es donde la pregunta surge ¿cómo beneficiaría o perjudicaría esto a Checo Pérez?
Pues, la pérdida de una de las mentes más brillantes de la Fórmula 1 nunca será buena noticia para el piloto que maneja sus autos, eso en sí, ya es una mala noticia para Checo Pérez.
Luego, la ruptura de la armonía en Milton Keynes que esto agudizaría y que en realidad comenzó con el fallecimiento de Dietrich Mateschitz, dueño de Red Bull, tampoco abona en nada a la búsqueda de buenos resultados.
Visto fríamente, aunque Checo Pérez no se ha decantado por ninguno de los bandos que hay en Red Bull en una lucha de poder, entiéndase Helmut Marko, Max y Jos Verstappen, los CEO’s de Red Bull, contra Christian Horner y el socio tailandés Charlem Yoovidhya (con Adrian Newey en medio de la refriega), el mexicano claramente se vería beneficiado de alguna manera si el Team Principal mantiene su puesto, a pesar de las acusaciones por conducta indebida que pesan sobre él y que aún reclama una ex empleada del equipo.
Checo Pérez debe su apoyo y lugar en Red Bull a la visión de Horner, quien lo ha defendido y que incluso peleó su arribo inicial sobre la voluntad del asesor especial Helmut Marko, quien siempre ha preferido a los pilotos surgidos que su programa.
Existe la teoría de que los contratos de Christian Horner y Adrian Newey están ligados por cláusulas de exclusión que pueden ser activadas si alguno de los dos deja el equipo.
Es decir, si Horner es separado de su empleo, Newey podría tener el camino libre para irse y viceversa.
Sin Horner y sin Newey, Checo Pérez tiene pocas posibilidades de continuar, ya que el otro extremo de las voluntades redbullianas no lo ve como prioridad.
Ahora, Newey se va y se queda Horner, el team principal pierde fuerza, al mismo tiempo que tal vez para Max Verstappen podría ser el pretexto para romper el contrato que lo liga con la escudería hasta 2028.
Eso cambiaría el panorama para Checo Pérez, ya que si bien no contarán con el diseñador estrella, hay un competente departamento que presumiblemente se quedaría (eso no lo sabemos), pero sobre todo sería la oportunidad de correr un todavía brillante RB21 diseñado en cierta manera por Newey, pero sin tener de coequipero al demoledor neerlandés.
Si bien es totalmente justificado que se le dé a Newey mucho del crédito que tiene por el éxito de Red Bull, sobre todo desde los cambios en la reglamentación de 2022, también es cierto que Red Bull es un equipo muy bien aceitado que tiene a un gran exponente en cada posición, desde ingenieros de carrera, deportivos, mecánicos, etc.
Pero más allá de lo que pueda sacar Checo Pérez en este río revuelto, desde que surgió la acusación contra Christian Horner parece inevitable que algo se rompa al interior o que alguien aproveche el sisma para quebrar algo. Red Bull no será el mismo sin Newey, como tampoco lo sería si Horner, sin Verstappen, sin Checo Pérez o incluso sin Marko.
En esta situación no existe la variable ganar-ganar, en Red Bull alguien va a perder irremediablemente.
Este texto fue modificado y actualizado, porque había sido escrito antes del anuncio de Adrian Newey de dejar Red Bull.