Pese a sus 18 años, Güler demostró en dos campañas que tiene carisma para soportar la presión de jugar en un club grande siendo un niño
Arda Güler es un nuevo caso de la apuesta por talento joven del Real Madrid. La fórmula que trajo a un grupo de futbolistas que ya lidera Vinícius. El radar siempre activo de ojeadores bajo la dirección de Juni Calafat, que avisó de un futbolista por el que se pelearían los grandes de Europa. Es Arda Güler, mediapunta zurdo de apenas 18 años, con tanta calidad técnica que el deseo en la casa blanca es que se convierta en el heredero de Luka Modric.
Jude Bellingham, con 20 años, y Güler, de 18, son las últimas apuestas firmes del Real Madrid por los jóvenes talentos que despuntan en ligas extranjeras. Antes fue Endrick, al que se espera con los brazos abiertos en un año desde Brasil. Una política de fichajes retocada con Florentino Pérez al mando, que pasó de asestar golpes de talonario en el mercado por 'galácticos', a la apuesta por futbolistas en pleno proceso de crecimiento.
Algunos ya son titulares indiscutibles. Los casos de Fede Valverde, Vinícius Junior o Militao. Otros crecen de forma continua en protagonismo como Rodrygo, Eduardo Camavinga o Aurélien Tchouaméni. Unos se tuvieron que ir cedidos para demostrar que merecen su espacio, Dani Ceballos o Brahim Díaz. Y también hay casos que salen mal -Luka Jovic y Lucas Silva- o que enlazan cesiones sin tener la oportunidad en el Real Madrid -Martin Odegaard, Take Kubo o Reinier-.
En el caso de Arda Güler era una oportunidad de mercado que el Real Madrid no podía dejar escapar. Pese a sus 18 años, demostró en dos campañas que tiene carisma para soportar la presión de jugar en un club grande siendo un niño. Lo hizo bajo la presión del Fenerbahce, de donde se marcha tras jugar 51 partidos, marcar nueve goles y repartir diez asistencias.
Nacido en Ankara (25/02/2005), será el primer jugador con nacionalidad únicamente turca que jugará el Real Madrid, ya que Mesut Özil, su gran valedor, Hamit Altintop y Nuri Sahin disponían de la doble nacionalidad con la alemana, sus primeros pasos los dio en su ciudad natal, en el Genclerbirligi, donde fue captado por el Fenerbahçe que ya le hizo un contrato profesional con 16 años. Era un futbolista diferente.
La precocidad en sus primeros logros han marcado su carrera. Debutó con el primer equipo del Fenerbahçe con apenas 16 años y cinco meses, y se convirtió en el goleador más joven de la historia de la selección turca al lograrlo con 18 días y 114 días. Su conducción de balón con la zurda, la habilidad en el regate, la verticalidad partiendo desde banda derecha o apareciendo en la mediapunta, provocaron una comparación con Leo Messi pero, sobre todo, le convirtieron en ídolo local siendo un chico.
De los 25,000 euros pagados por Fenerbahçe a los 20 millones más variables y un porcentaje de una futura venta que ha acordado el club turco con el Real Madrid, han pasado unos meses en los que Güler pasó de desconocido a convertirse en una de las grandes sensaciones del fútbol europeo.
Una oportunidad de mercado que despertó el interés de los grandes clubes y ha acabado convirtiéndose en un triunfo del Real Madrid sobre el Barcelona, que viajó a por el jugador y hasta su presidente Joan Laporta hizo declaraciones cuando veía que estaba cerca de cerrar la operación. El futbolista eligió y las conquistas de la 'Champions' recientes del conjunto madridista pesaron.
De 1,76 metros de altura y 61 kilogramos, a sus 18 años solamente hay tres jugadores con mayor valor de mercado que Güler. Son Gavi del Barcelona con 83,7 millones de euros, Vitor Roque del Athletico Paranaense con 37,1 millones y Youssoufa Moukoko del Borussia Dortmund con 24,8 millones.
Su última campaña, en la que jugó 35 partidos, 18 ya como titular, marcó seis goles y repartió seis asistencias, fue nombrado mejor jugador de la final de la Copa de Turquía que se convirtió en el primer título de su carrera, y un tramo final de curso repleto de brillantez con broche final en la selección con un gran gol a Gales, provocó que se iniciase una puja por un jugador que desborda magia.