A dos semanas de que Barcelona masculino golease al Madrid, el Clásico femenino de la Supercopa fue un paseo para las azulgrana
Al Barça femenino el Real Madrid le aguantó el empate media hora. Y después se rindió, goleado tal como el masculino sufrió en Arabia para perder la final de la Supercopa. Si en Yeda el equipo de Ancelotti cayó por un concluyente 5-2, en Leganés las futbolistas de Alberto Toril lo hicieron por 5-0. Sin discusión ninguna y sospechándose que la goleada pudo ser, perfectamente, más amplia para el conjunto azulgrana.
Una manita mayúscula que aumenta a 58 los goles que en 16 Clásicos femeninos le ha marcado el Barça al Real Madrid, que ha anotado 7 dianas. Y siguiendo la estela del equipo masculino, tras ganar por 0-4 el partido de Liga, le metió cinco en la final de la Supercopa. Aunque con una manita limpia, puesto que lo hizo sin encajar.
Ya son 16 los Clásicos del fútbol femenino y ya son 16 las victorias del Barça, que sigue sin dar opción a un Real Madrid ante el que este domingo demostró la sideral distancia entre los dos equipos. De hecho entre el conjunto azulgrana y cualquier rival español que se le ponga enfrente...
El partido, con todo, fue de especial significación puesto que era el primer trofeo que se decidía en un Clásico, la primera final entre un equipo que ha hecho del ganar una costumbre y del golear un hábito y otro que de tanto perder contra el Barça se diría que ansía no ya ganar. Al menos competir lo máximo posible para, de verdad, ser capaz de acabar con ese dominio incontestable y brutal de las azulgranas.
De momento no hay manera. Ni se adivina cercano el día en que lo sea. El proyecto del Barça femenino está tan asentado, es tan serio y tiene una base tan sólida que las prisas del Madrid por hacerle frente se estrellan una, otra y otra vez contra la realidad.
La realidad dibujó una final de Supercopa coloreada en azulgrana de principio a fin en Leganés. Cuando las quejas, infantiles y fuera de lugar del entrenador merengue Alberto Toril (que si un día menos de descanso cuando el pasado año fue el Barça quien lo tuvo o que si tuvieron que entrenar más temprano, obviando que el trofeo lo jugaron en 'casa'), dejaron paso al fútbol el equipo de Pere Romeu convirtió el partido en, casi, un monólogo.
Casi porque, en honor a la verdad, el Madrid mantuvo el tipo media hora larga y tras el 1-0 de Hansen a los 30 minutos anduvo cerca del empate por medio de Linda Caicedo... Pero a la que Pajor anotó el 2-0 a los 36 minutos la final se dio por finiquitada.
SIN MÁS
Más aún cuando la propia Pajor, en el último suspiro del alargue del primer tiempo, marcó el 3-0 que daba a pensar que con el título ya asegurado se abría la puerta a una goleada. A otra Clásica Goleada...
Sin capacidad de respuesta y manteniendo el tipo como buenamente podían, las futbolistas del Madrid agradecieron que el VAR anulase un penalti de Olga Carmona a Aitana Bonmatí pero ya se arrodillaron cuando a la hora de partido Patri Guijarro, con un soberbio trallazo, logró el 4-0.
En contadas ocasiones atravesó con peligro el equipo de Toril el centro del campo. Cuando encontró la velocidad de Linda Caicedo se respiró algún síntoma de preocupación en la defensa barcelonista, pero la comparación se entiende fuera de lugar por cuanto si la delantera colombiana personalizó las contadas llegadas del Madrid, cualquier azulgrana era capaz de poner en guardia a Misa.
Alexia concretó la manita en la recta final (minuto 84') y el Barça mantuvo la intención de aumentar la renta, buscando la media docena hasta que la árbitra Olatz Rivera Olmedo le ahorró sufrimiento innecesario al Real Madrid, señalando el final del partido sin alargar los más de cuatro minutos que, por los cambios e incidencias, debió imponer.
No hay color. El Clásico femenino es del Barça. Como siempre.