CIUDAD DE MÉXICO -- “Es amigo de Messi, el genial violinista, y él, a su lado, le pega al tambor sin ningún complejo”.
Jorge Valdano describe a Luis Suárez como un delantero que tiene un patrón de juego basado en la fe, cuyo enfoque se centra en lo mismo cada partido: la siguiente jugada.
“Creo que aún tengo mucho que aportar al club”, dijo el uruguayo hace unos días en una entrevista con el diario El País.
En ese entonces todavía los medios catalanes no destapaban la supuesta llamada de Ronald Koeman al goleador, en la que le comunicó que está fuera del equipo; sin embargo, en una de sus respuestas anticipó la fragilidad que se vive hoy en día en el futbol.
“Honestamente creo que en ocasiones falta un poco de coherencia, paciencia y sobre todo memoria”.
Lo dice un tipo de 33 años que en seis con la playera azulgrana ha marcado cerca de 200 goles (198) y es el tercer máximo anotador en la historia del club.
Lo dice el mejor socio que ha tenido Messi en su carrera; el que en la citada entrevista aseguró que estaba dispuesto a ir a la banca si era en beneficio del club.
Lo dice Luis Suárez, una leyenda del FC Barcelona para acabar pronto. Así de simple o así de complejo, según la capacidad de cada individuo para entenderlo.
Fiel a la fama de fríos y enemigos de los rodeos que tienen los holandeses, Koeman —según reportaron los medios casi oficiales del Barça—, le llamó por teléfono a Suárez para informarle que no cuenta con él en la temporada 2020-2021
Junto con Ivan Rakitic, Arturo Vidal y Samuel Umtiti, hasta el momento, Luis es parte de la limpia de un equipo exhibido en Lisboa, pero en descomposición desde hace varios años.
Existe un hilo muy delgado entre renovar y desbaratar, y la diferencia radica en la elección correcta de las piezas de las que se va a prescindir. Con Suárez, Koeman ya empezó mal.
El uruguayo está sin duda alguna en el ‘Top 5’ de los mejores centros delanteros en el mundo, codo a codo con Lewandowski, Benzema, Agüero, Kane y alguno más...
¿Cómo prescindir de un futbolista de su talla? ¿Por qué?... Son preguntas que el ‘frontal’ Koeman tendrá que responder en los próximos días cuando se haga oficial la salida de Suárez.
Que hay que buscarle sustituto por su edad, desde luego, pero tiene un año más de contrato, y en una temporada en la que fue operado de la rodilla y estuvo cinco meses ausente marcó 20 goles. ¿Acabado?
Memphis Depay, delantero holandés que milita en el sorprendente Lyon que se coló hasta las semifinales de la Champions League, se perfila como el candidato más fuerte para ocupar el enorme hueco que dejará el charrúa.
Se trata de un buen centro delantero de 26 años que hace poco se recuperó de una delicada lesión en la rodilla que sufrió en diciembre pasado, el cual brilló en el PSV, le fue muy mal en el Manchester United y se reencontró con el Lyon.
La posibilidad de que llegue Lautaro Martínez de momento parece una utopía, pues el Inter de Milán no tiene intención de vender al argentino y el Barça no cuenta con capital para desembolsar una cifra estratosférica.
Así las cosas, en una corta y fría llamada se borraron 198 goles, 97 asistencias, una Champions, un Mundial de Clubes, cuatro Ligas, cuatro Copas del Rey, dos Supercopas de España y una de Europa, y dos Botas de Oro...
Ahora que están de moda los telefonazos de Koeman, y en el entendido de que es imposible el siguiente escenario: qué bien le haría al Barcelona que el técnico entrante también le pudiera llamar al presidente (Bartomeu) para decirle que “no cuenta con él” la siguiente temporada.
Por ahí se podría empezar la verdadera reconstrucción del club.