<
>

Barcelona desprecia a su cantera y la usa para ingresar dinero

BARCELONA -- El Barcelona vuelve a mirar a la cantera como negocio y salvavidas de sus cuentas. Otra vez. Cinco semanas después de que el Barça B se quedara a las puertas del ascenso a 2ª División A y no pocos de sus jugadores recibieran elogios indisimulados, presentados como potenciales aspirantes al primer equipo, la realidad se descubre del todo contraria: apenas ningún futbolista del filial tendrá hueco en la plantilla de Ronald Koeman y se trabaja en el traspaso de buena parte de ellos.

El club concretó el lunes la salida de Ivan Rakitic con destino a Sevilla, espera noticias de Arturo Vidal, a quien en Italia colocan en el Inter de Milán, y se mantiene expectante con Luis Suárez, puesto en la órbita de la Juventus o el PSG pero poco dispuesto a abandonar el Camp Nou si antes no se le paga buena parte del salario de esta pretemporada que ya comenzó.

Se entiende más difícil a corto plazo solventar los casos de Todibo, Umtiti, Junior Firpo o Rafinha, además de Matheus Fernandes, que puede pasar a la historia como un fichaje efímero... Y a la sombra de todos ellos se acelera por dar salida a varios canteranos que, de pronto, han pasado de contemplar el futuro inmediato con ilusión a entender que nada cambia, en el fondo, en este Barça.

Ronald Koeman dio a entender durante su presentación la confianza que tenía en los jóvenes; mantuvo una charla con Javier García Pimienta explicándole su teoría, pero a la hora de la verdad, falta saber por decisión de quien, los jugadores del Barcelona B que pudieran suspirar con hacerse un hueco en la primera plantilla saben que deben buscarse una salida.

Alex Collado, Juan Miranda, Oriol Busquets, Monchu o Akieme ya conocen que en el club no se cuenta con ellos, que no tendrán espacio en la plantilla y que el escenario óptimo es encontrar un club dispuesto a ficharles para negociar un traspaso semejante al que se acordó hace un año con el Getafe con Cucurella: una opción futura de recompra que, después, ya se vería cómo solucionar.

No hay sitio más que para Riqui Puig, Ansu Fati y Araujo; Iñaki Peña mantendrá, se supone, su plaza a caballo entre el primer equipo y el filial y Jorge Cuenca está a la espera de saber qué ocurre con el deseado fichaje de un central... Pero, en principio, no existe la sensación que vaya a tener tampoco sitio y se le busca también salida.

Collado, cuya aparición supuso un soplo de aire fresco tan optimista como efímero la pasada campaña, se recupera de una lesión pendiente de las negociaciones abiertas con distintos clubs. Desde Italia Sampdoria, Torino y Verona han aparecido en el escenario, también existe interés en Alemania, del Hertha de Berlín entre otros, tal como ocurrió con la Real Sociedad o el Celta, opciones casi descartadas, con el objetivo de concretar un traspaso que mantuviera al Barça con una opción de recompra.

Con Monchu, destacadísimo durante todo el curso con el filial y que llegó a debutar en el primer equipo frente al Napoli, ocurre una situación similar, estando el Celta interesado en su incorporación en calidad de cedido pero prefiriendo el Barça ese traspaso que también se trabaja en el Camp Nou con Akieme y Oriol Busquets y Miranda, regresados de sendas cesiones y cuya esperanza de ganarse un lugar a en la primera plantilla ya ha sido desechada.

La operación salida en el Barcelona no se detiene. A la sombra del interés por reforzar la plantilla con fichajes para apuntalar la plantilla de Koeman, lo que se demuestra es que, un año más, la cantera sigue sin tener apenas opción de dar que hablar.