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La satisfacción de ser el único mexicano que marcó en un Clásico

ESPN Digital

Siempre hay partidos en la vida de un jugador que tienen un tinte más especial, y bueno, los Clásicos son los Clásicos

Se avecina un Clásico no solo del futbol español, un Clásico que ya es considerado mundial. Ahora se tratará de un partido un poco descafeinado porque esta temporada que inició con la pandemia ha sido desfavorable tanto para azulgranas como merengues, en especial para los culés y sus problemas extradeportivos.

El Barcelona se encuentra ocupado planeando su futuro a corto, mediano y largo plazo, además de que Messi quiere irse del club. A pesar de golear 5-1 al Ferencvaros en el primer partido de Champions League, los culés no pueden ocultar sus problemas internos y las divisiones que éstos generan.

Por su parte, el Real Madrid no ha tenido el mejor inicio de temporada, en LaLiga iban bien encaminados, pero esa derrota ante el Cádiz en el Estadio Alfredo Di Stéfano les dañó. Luego vino una caída más dolorosa ante el Shakhtar en la Champions League con un primer tiempo a favor de los ucranianos por 3-0, un resultado insólito y difícil de entender.

Su pequeña mejora en el segundo tiempo no alcanzó ni para el empate, y esta derrota, sumada a la caída ante Cádiz, dejan en duda el liderazgo de Zidane. A pesar del crédito que tiene el francés por los títulos conseguidos, se cuestiona su credibilidad y el partido del sábado será esencial para la dirigencia y la decepcionada hinchada madridista por esa mala imagen que están dando.

Ojalá que este partido le sirva al Real Madrid para retomar confianza, algo que no implica una misión muy difícil porque sin público en el Camp Nou no hay la misma presión, y lo digo por experiencia. Tuve oportunidad de jugar muchos Clásicos en las siete temporadas como merengue y estoy contento de haber anotado 10 goles.

Siempre hay partidos en la vida de un jugador que tienen un tinte más especial, y bueno, los Clásicos son los Clásicos. Ahí no hace falta motivar a los jugadores, esos duelos son como las finales, se tienen que ganar. Cuando sales derrotado es una desilusión tremenda, cuando ganas y participas de manera directa con un gol es increíble, y tengo la satisfacción de ser el único mexicano en haber marcado en el Clásico.

En esos partidos me sentía excitado, cada gol lo festejé con una pasión y éxtasis tremendo, de hecho, dentro de mis fotos preferidas está una celebrando, con los brazos en alto y la playera llena de lodo, un gol al Barcelona.

Barcelona era una ciudad que me inspiraba, Zubizarreta fue el portero al que más goles le anoté en España, en segundo lugar estaba N’Kono del Espanyol. No sé si era por revanchismo o el hecho de demostrarle al equipo culé que se equivocaron al no ficharme y preferir a Archibald. Agradezco a Dios haberme destinado hacia el cuadro blanco.

Me da tristeza que Javier Hernández no disputara uno de esos Clásicos, esos partidos de gran magnitud que vivías con intensidad desde la semana anterior al duelo, e incluso después de haberlo jugado.

Me hubiera gustado también verlo marcar y festejar un gol ante el Barcelona, solo espero que en un futuro cercano más mexicanos tengan la oportunidad de vivir estos Clásicos, ya sea con el Real Madrid o portando la camiseta de los culés.

La pasión y la dimensión de estos partidos, son inolvidables.