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La salida de los entrenamientos se les está convirtiendo en pesadilla a la plantilla del Barça

BARCELONA -- Lo que primero era solo la solicitud de un autógrafo después pasó a ser una fotografía. Más tarde un selfie y, al final, un abordaje que mantiene en guardia a los servicios de seguridad del Barcelona en la Ciudad Deportiva.

La puerta por la que acceden y abandonan las instalaciones del club los futbolistas de la primera plantilla se ha acabado por convertir en un lugar de reunión de toda clase de aficionados. La mayor parte de ellos solo acude para ver de cerca a sus ídolos pero en los últimos tiempos el escenario ha variado. Y para mal.

"Son sus momentos de gloria. Con la presencia de cámaras y periodistas algunos se envalentonan con cuatro gritos. Después salen en televisión y ya tienen su objetivo cumplido", explicó a ESPN Deportes uno de los vigilantes de la ciudad deportiva, admitiendo este cambio en la forma de actuar de los hinchas... Si es que todos lo son verdaderamente.

"Deja a Messi tranquilo; a Messi se le respeta. Ten cuidado con lo que haces"... El 19 de noviembre, un día después de que a Leo se le preguntase en el aeropuerto, a su llegada de Perú, por unas declaraciones del tío de Griezmann en las que éste había dicho que en el vestuario imperaba "el régimen del terror" por la presencia del capitán, un pequeño grupo de aficionados se abalanzaron sobre el automóvil del delantero francés a su salida del entrenamiento increpándole y sorprendiendo a los guardias de seguridad del club.

Aquella noche se confirmó una nueva moda alrededor de las instalaciones del Barça. El respeto a los futbolistas empieza a estar en entredicho porque Griezmann no fue ni el primero ni el único en enfrentarse a esa situación.

Ni Messi, aunqune es la excepción porque el delantero argentino sigue recibiendo toda clase de ánimos por parte de los aficionados cuando se marcha de la ciudad deportiva, se ha librado totalmente de estas escenas, siendo alguna vez increpado por un aficionado en un momento determinado... aunque en lo que respecta a su relación con los periodistas no es siempre tan amable por cuanto, ante su silencio oficial y habitual, se aprovecha cualquier circunstancia, como ocurrió a su regreso de Perú, para 'asaltarle' sin miramientos.

Pero en lo que respecta a sus colegas de vestuario la situación es distinta. Desde que los jugadores abandonan las instalaciones y hasta que llegan a la autopista tienen que circular por una avenida en la que hay tres rotondas. Allí suelen apostarse pequeños grupos de hinchas cuyo carácter ha ido cambiando en los últimos tiempos. Desde la misma puerta de la ciudad deportiva y hasta la última rotonda es fácil contar hasta una veintena de personas, habitualmente jóvenes, que se dirigen a los coches de los futbolistas no siempre de manera amistosa. Y cada vez con menos educación.

"¿Por qué desde que estás en el primer equipo eres más chulo?... Cómo suena el coche eh, cabr..." tuvo que escuchar Riqui Puig mientras que Dembélé aguantó estoicamente como se reían de él diciéndole "eres buenísimo Dembélé... En el FIFA eres buenísimo".

"No tendrías que estar en el Barça" increparon en otra ocasión a Junior Firpo o "Ahí te vas, enfermo pero bien pagado y caradura" gritaron a Umtiti... Son escenas que se repiten y que desde el club se contemplan con preocupación pero con la imposibilidad de actuar puesto que se producen fuera de las propias instalaciones, donde los guardias de seguridad no tienen potestad ninguna para intervenir.