El lateral izquierdo uruguayo Lucas Olaza se ejercitó este miércoles en solitario ante su inminente salida del Celta de Vigo, que comunicó a Boca Juniors, propietario de los derechos del jugador, su intención de desprenderse del futbolista antes del próximo 30 de junio, fecha en la que finaliza su cesión.
Ambos clubes firmaron el pasado verano una ampliación de la cesión por una temporada, incluyendo en el contrato una cláusula que obliga al Celta a comprar al jugador por 4 millones de euros en caso de que dispute 20 partidos, para lo que tan sólo faltan dos.
La delicada situación económica de la entidad presidida por Carlos Mouriño y la condición de extracomunitario de Olaza han sido determinantes para que la dirección deportiva haya rechazado la posibilidad de quedarse en propiedad al jugador que más minutos acumula en el presente campeonato, por delante del peruano Renato Tapia.
Además, la salida del lateral izquierdo charrúa permitirá al Celta cumplir el deseo del técnico Eduardo Coudet, que pidió a los dirigentes un esfuerzo para fichar a su compatriota Franco Cervi, que milita en el Benfica.