Liverpool derrotó a Chelsea por 1-0 en la final de la Copa de La Liga en el Wembley Stadium en un juego que fue vibrante y donde hicieron honor a la Liga de Inglaterra como la mejor del mundo en la actualidad. El colombiano Luis Díaz fue titular y se presentó como la mejor carta en ofensiva de los Reds.
El conjunto de Klopp llegó a este partido con lo justo, totalmente diezmado y con bajas sensibles en todos los sectores del campo de juego. Sin Salah ni Núñez, Gakpo ocupó el lugar de delantero central mientras que Lucho se posicionó sobre la izquierda y Elliot haciendo las veces de extremo por derecha, aunque sea no sea su función natural.
Sin sus mejores compañeros en ataque, Díaz se las arregló para ser un dolor de cabeza para Chelsea en los primeros 45 minutos. Tuvieron que doblarle la marca para intentar contenerlo pero aún así el guajiro generó mucho peligro. Hizo trabajar a Petrović con un disparo dentro del área a los 14 minutos y, ante Malo Gusto, tuvo un duelo particular en el que ganó la mayoría de los enfrentamientos.
Lucho también le sirvió una pelota de gol a Bradley cerca del final del compromiso. Tras una serie de rebotes en el área, el '7' tuvo la lucidez de observar al juvenil posicionado en soledad y tocó para él. El lateral intentó colocar la bola pero la muralla defensiva de los Blues se interpuso en lo que iba a ser el 1-0.
En el segundo tiempo, Díaz siguió siendo peligroso pero el 1-0 no llegó mediante él. Un tiro libre ejecutado por Robertson encontró la cabeza de Virgil van Dijk y la paridad se rompió. El '4' puso la bola en el ángulo inferior derecho del arco de los Blues y acercó a los Reds al título.
Increíblemente, el juez anuló el tanto mediante el VAR por una posición adelantada discutida, pero que terminó siendo suficiente para volver todo al 0-0.
A los 70, Lucho hizo una increíble jugada individual en la que gambeteó a tres jugadores, pasó en velocidad y le dejó la bola a Gakpo, que elevó el remate por encima del travesaño.
Con el correr de los minutos, las ideas de Liverpool se empezaron a desvanecer y la falta de alternativas de peso influyó. Klopp tuvo que recurrir a jugadores casi sin experiencia para refrescar el equipo, que enfrentó al tiempo suplementario con muchos juveniles en el once y con Luis Díaz como principal referencia en ataque.
Eso no impidió que los Reds sean protagonistas e incluso lograron poner contra las cuerdas a su rival, con un Petrović que tuvo que intervenir para evitar el gol del canterano Danns.
Ya en los 15' finales, Lucho se apagó. Sintió el desgaste, no fue el mismo y su influencia en la ofensiva de Liverpool no fue la misma. Sin embargo, un cabezazo llegó para salvar a los Reds.
Como en el segundo tiempo, Virgil van Dijk le ganó a todos en el área y, con un cabezazo letal, puso el 1-0 a falta de tres minutos para el cierre del encuentro.
Liverpool tuvo premio. Luchó, dio todo y, aún con muchos juveniles en cancha, siempre fue protagonista. Díaz fue una de las figuras, opción siempre en ataque y hoy puede decir que tuvo su recompensa: Lucho volvió a gritar campeón en Inglaterra.