México no ha evolucionado, se quedó estancado en la pandemia y lo único que ha pasado es que la relación del ‘Tata’ Martino con el medio se ha deteriorado.
Para octubre del 2020, México tenía una racha de cinco victorias consecutivas y una súper inercia de 16 juegos ganados en sus últimas 17 presentaciones, era la máquina de resultados del ‘Tata’ Martino, que estaba por vivir su momento más glorioso con el triunfo 0-1 contra Países Bajos en el mismísimo estadio del Ajax.
Miel en los labios, tango de celebración, expectativas de quinto partido, pero a la vez, un espejismo, la cima de la montaña desde la que el equipo cayó rodando a una nueva realidad durante los siguientes dos años, justamente en la previa del Mundial de Qatar 2022 y después de cederle todos los trofeos del área a Estados Unidos.
Ese día el ‘Tata’ Martino puso la siguiente alineación: Talavera (Ochoa estaba lesionado); Gallardo, Moreno, Montes y Rodríguez; Guardado, Álvarez y Herrera; Pizarro, Jiménez y Corona. Básicamente la base de todo su proceso.
Desde entonces, el técnico de la selección se quedó atrapado en el tiempo y, si no fuera porque Rodolfo Pizarro y el Chaka Rodríguez desaparecieron de la escena, así como por la lesión del Tecatito y la disponibilidad de Ochoa, fácilmente podría repetir su once en el debut mundialista contra Polonia, es decir, la alineación que veremos en noviembre del 2022 la decidió on octubre del 2020.
El problema es que no se trata de continuidad, sino de falta de flexibilidad, porque ante los malos resultados, el Tata simplemente no buscó soluciones distintas, se quedó atrapado en lo que le dio resultados al principio de su proceso y que lo llevó a fracasar en los torneos de CONCACAF del 2021.
Ahí estaba la señal de alarma que no le interesó escuchar, cuando se hizo evidente que el ritmo del medio campo ya no daba para competir ni con Canadá y eso que Héctor Herrera aún jugaba en el Atlético de Madrid… Pues imagínense ahora que está con uno de los peores equipos de la MLS.
Aún así, sus caballos se mantienen en las convocatorias ya sin tiempo para intentar mucho más, como si el ‘Tata’ Martino les debiera algo por haber tenido un éxito efímero, como político que mantiene a su equipo de campaña una vez que llegó al poder, sin importar que ya no sean los más capacitados en un escenario que ha cambiado.
México no ha evolucionado, se quedó estancado en la pandemia y lo único que ha pasado es que la relación del ‘Tata’ Martino con el medio se ha deteriorado por culpa de los resultados, de su aferre y de su ausencia, como si hubiera decidido navegar en piloto automático la parte más importante de su trabajo en México.