Fútbol Americano
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Javier Suárez, el venezolano que llegó por 'accidente' a Cruz Azul y a la Selección Mexicana

El 'Vene' participará con el Tricolor en el Premundial de Concacaf, que se celebrará del 11 al 16 de febrero en Guatemala 

Javier Suárez, nacido en Guarico, Venezuela, el 4 de mayo del 2006, actualmente forma parte de la Sub-18 de Cruz Azul y de la selección mexicana Sub-17, escuadras a las que llegó a representar luego de superar sucesos que han marcado su corta carrera en el futbol. Suárez pasó por Pachuca, fue pretendido por América y Mazatlán, pero fue La Máquina quien finalmente lo registró, donde fue visto por Raúl Chabrand, quien recientemente lo convocó al Tri para disputar Campeonato de Concacaf de la categoría.

La historia de la familia Suárez en México, comenzó en el 2008, cuando José Gregorio Suárez dejó Venezuela por temas laborales, pero fue hasta el 2010, cuando optó por concentrar al resto de los integrantes en Ciudad del Carmen, Campeche, a donde arribaron su esposa Pilar Belisario, así como sus hijos Valeria Suárez y Javier Suárez, quien llegó de tres años de edad, lista a la que se sumó Lionel Suárez, quien ya nació en suelo mexicano.

Con sangre venezolana, Javier Suárez practicó béisbol en sus primeros años en México, actividad que combinó con la natación, deporte en el que ganó premios a nivel estatal, pero a los siete años de edad conoció el futbol y tiempo después lo eligió sobre las otras dos disciplinas, luego de que el exjugador José Juan Hernández consiguió que realizara una visoria con Pachuca, al que se unió en el 2016.

“En los primeros años, había continuidad de juego. Ya cuando entra a básicas, lo dirigía el profe Raúl, que lo tuvo durante dos años. Posterior a eso, le cambian de entrenador y el entrenador al que cae, lo comenzó a colocar en una posición muy diferente a la de él, lo ponía de lateral izquierdo y Javier era derecho y no tenía el oficio defensivo porque era más de ataque”, recuerda José Gregorio Suárez en entrevista para ESPN.

“Fue mermando un poco su juego en ese momento y a ellos los evalúan constantemente, entonces, la evaluación de ese semestre, le quitan la escuela, lo dejan con lo deportivo y dicen: ‘vamos a evaluarlo seis meses, si en esos seis meses mejor, le devolvemos la escuela’. Pasaron esos seis meses, nada, seis meses más, nada. Javier ya se quería ir de Pachuca, Javier cuando cumplió los 12 años ya se quería salir, no se sentía a gusto”.

Javier Suárez pasó a la Sub-13 de Pachuca, que dirigía Pablo Sabater, quien estaba satisfecho con el desempeño del venezolano que recibió la naturalización mexicana en el 2016. Sin embargo, no pudo jugar por problemas con su registro.

“Lo convoca para el primer partido de liga que iba a ser contra Veracruz y el día antes del partido, le dice: ‘oye, Javier, no puedes ir porque no salió tu registro’. No pensamos nada malo. Pasaron semanas y no salía el registro, fui a hablar con ellos, que ‘por ser naturalizado, es un proceso burocrático. Federación debe de investigar con Federación de Venezuela si fue registrado en Venezuela’. Me puse a investigar por mi cuenta y me decían que todo dependía de cuánto presionaron en el club. Si el club deja que la Federación lo haga cuándo quiera, pues va a ser tardado”.

Justo cuando el papá de Javier Suárez buscaba la forma de destrabar los trámites para que pudiera ser registrado, llegó la pandemia por Covid-19 y todo se paró, pero el receso sirvió para que el ‘Vene’, como lo conocen sus compañeros, jugara en un equipo llamado ‘Cantera Coca’, que le ayudó a no perder nivel futbolístico, además de que sirvió para que lo viera América y Mazatlán.

“El que dirige esa Tercera, lo invita a unas visorias del América, eso fue en marzo del 2020 y lo ve Patricio Treviño, visor del América, y Patricio se interesa en Javier. Me dice: ‘lo quiero, pero me lo llevas en mayo al club para que lo vean’. Va a un torneo, en esa misma fecha, al Ajusco y estaba Mazatlán, ahí estaba el profe ‘Coca’ (González). ‘Coca’ también lo vio y estaba ‘dámelo, yo lo quiero, yo hago que lo registren rápido en Federación, son cosas del club que no ha querido, pero eso no es tanto trabajo’. Yo le pedía a ‘Coca’ que me diera un proyecto deportivo que me llamara la atención. Nunca me planteó un proyecto deportivo”.

Apenas un mes después, en abril, Javier Suárez fue invitado por Maximiliano Meza, hijo de Enrique ‘Ojitos’ Meza, quien armó un equipo para jugar partidos de preparación ante América y Pumas, con el pretexto de que vieran a su hijo, que finalmente llegó a las Águilas, equipo que volvió a ver al ‘Vene’.

“En esa gira, vuelven a ir al América y varios visores muestran atención en Javier, le dicen a Meza, pero ‘Maxi’ Meza no me dice a mí, él se lo dice al profe de la Tercera, no me entero de inmediato, porque si me lo dice a mí, pues hablamos con el club”.

Con la invitación de América de realizar unas pruebas en Coapa en mayo, Javier Suárez, con el conjunto de Maximiliano Meza, jugó contra un equipo de Santa Fe en abril, partido que sería visto por un visor de Pumas, que no llegó, y por Emmanuel González, el encargado de las fuerzas básicas de Cruz Azul, quien finalmente lo llevó a La Máquina, donde está desde el Apertura 2021.

“Le bastaron 20 minutos, él mismo tomó los datos, me envió el correo con todo y me dijo: ‘se queda de una y lo quiero para la Sub-18’. Javier tenía 14 años. ‘Lo quiero para la Sub-18 porque tiene físico, tiene potencia, tiene velocidad, tiene cualidades para competir en la 18’”, recuerda José Gregorio, quien acudió a tramitar la baja de su hijo a Pachuca. “Como él nunca fue registrado ante Federación, fue simple, fue sencillo. No me dijeron ‘¿por qué se va?’, ‘¿para dónde se va?’, nada”.

Convocatoria inesperada a la Seleción

Javier Suárez ha estado ligado con la selección mexicana desde febrero del 2022, cuando fue convocado como sparring, pero fue hasta un mes después cuando recibió una convocatoria formal por Raúl Chabrand para el combinado Sub-17, noticia que, a un año de que se presentó, aún no puede creer la familia del futbolista de Cruz Azul, así como tampoco no entienden que Venezuela no se haya acercado al ‘Vene’, pero no le cierran la puerta.

“Todavía, a veces nos ponemos a pensar, y decimos: ‘qué loco, cómo ha pasado todo’. No nos la creemos y que de él no sepan en Venezuela, es algo curioso. No soy como otros que sí tienen el patriotismo bien arraigado. Está representado a México, es el que lo vio, es donde se ha formado, donde ha crecido porque toda su vida la ha hecho acá y él está contento y estamos contentos también con todo lo que está pasando. Digamos que nunca hay que cerrar puertas porque está carrera es larga, uno nunca va a saber qué va a pasar más adelante”.

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