En el futbol "el que se lleva, se aguanta" y Lionel Messi se llevó fuerte con la afición del América
LOS ÁNGELES -- “El que se lleva, se aguanta”. Y el aficionado mexicano –en general--, se lleva más de lo que se aguanta. Y especialmente si es en el futbol.
Lionel Messi enervó y enfureció a la afición mexicana. No sólo a la presente en el Estadio Allegiant de Las Vegas, sino en redes sociales, y en especial a los americanistas. De tricampeón a tricampeón.
Tras conseguir el gol del empate (1-1) ante el América, Messi respondió a los abucheos, pitidos, insultos y demás lindezas que le había venido dedicando la tribuna, sembrada de americanistas.
Con la mano, Leo mostró el número tres (por los títulos mundiales de Argentina), luego hizo un gesto como para arrejuntar a todos los mexicanos y les preguntó cuántas tenían, y cerró el puño para dejar en claro que cero.
Sí, Messi presumía que Argentina era tricampeón, al igual que Pelé, el único futbolista tricampeón del mundo. Tantas copas tiene Argentina, como las que emblematizan a Edson (QEPD). En ese momento, el tricampeón hizo mofa –específicamente-- de los tricampeones de la Liga Mx.
¿Se burló? Sí. Sin duda. Y el tres podría significar también su tercera burla contra las sensibleras huestes futboleras de México.
1.- En el Mundial de Qatar, Messi dejó la camiseta del Tri (de Andrés Guardado) en el piso, dentro del vestidor, y la empujó con el pie, lo que desató la rabia del aficionado tricolor. La interpretación indignada desde el patriotero instinto del “más si osare” era que había pateado la camiseta.
2.- Gracias al colapso neuronal de Héctor Herrera, Leo marca el 1-0 en la victoria sobre el Tri en Lusail, que revive a Argentina en el Mundial de Qatar, y que el mismo Messi reconocería después que fue el partido más nervioso e intenso de la justa. ¿Por qué jugó Herrera y no Edson Álvarez? “Pregúntale a aquel p… (Gerardo Martino)”, fue la expresión del mismo Edson en la zona mixta para los medios con derechos.
3.- Y la nueva befa, esa mímica inconfundible del sábado por la noche, que, para colmo de los enardecidos aficionados americanistas, tuvo como desenlace el triunfo del Inter de Miami en un amistoso, luego de una horrorosa tanda de penaltis, tras empatar a dos en tiempo regular. El tricampeón de la Liga Mx quería proseguir los festejos y se los aguaron.
Cierto, los mexicanos podrán tener argumentos para rebatir o al menos para intentar descarapelar esas tres estrellas que enarboló Lionel Messi. Parecerán letanías del despecho, pero, ahí están, dos de ellas inapelables.
1.- En el libro El Hijo del Ajedrecista 2 (2008), el autor Fernando Rodríguez Morejón relata detalladamente cómo su tío, Miguel Rodríguez Orijuela, capo del Cártel de Cali, encabezó --por solicitud del general Jorge Rafael Videla--, el soborno del seleccionado peruano en el Mundial de 1978. En entrevista con ESPN, relató cómo él mismo participó en entregar el dinero a Teófilo Salinas, directivo peruano, y ante miembros del equipo.
2.- Aurelio Pérez Teuffer, director de la Comisión Médica y Antidopaje del Mundial de 1986, relató a este reportero cómo, después de que Argentina se corona ante Alemania, se quedaron esperando a los tres jugadores de la selección albiceleste citados para los exámenes de orina, y entre ellos estaba Diego Armento Maradona, quien por entonces ya tenía sus nexos con la camorra de Nápoles.
3.- Y en un tema, muy subjetivo, pero polémico, las dudas sobre al menos cuatro de los penaltis que fueron marcados a favor de Argentina durante la Copa del Mundo de Qatar. Insisto, éste, es un tema estricto de interpretación y óptica. Y el VAR es el VAR en todas partes del mundo.
Pero, “el que se lleva se aguanta”. ¿Recuerdan el pasaje del Mundial Brasil 2014? La aerolínea de Países Bajos, KLM, al ser eliminado México por Holanda, postea en redes sociales un mensaje: “Adiós amigos” y el anuncio de “Salida” de un aeropuerto. Sí, la empresa aeronáutica se burlaba del Tri. Nada de qué alarmarse ni exagerar, pero…
¿Qué ocurrió? El actor Gael García Bernal, quien entonces duplicaba el número de seguidores que KLM tenía en Twitter, inició una cruzada contra la aerolínea. Miles de mexicanos se le unieron. KLM debió retirar su post, y su filial mexicana debió publicar una carta ofreciendo disculpas a los mexicanos. Entonces cómo funciona aquello de que “el que se lleva se aguanta”.
Quede claro que ni el América, ni su afición, ni la camiseta de Guardado, ni el chascarrillo de KLM son atentatorios contra mexicanidad alguna, sino que entran del parámetro –elástico, flexible--, con el que se rige el mexicano, y especialmente en el apasionamiento lúdico del futbol.
O cómo olvidar cuando Estados Unidos enfrentaba a México en el Preolímpico de Guadalajara en febrero de 2004. La afición tapatía empezó a gritar desde la tribuna del Estadio Jalisco: “Osama, Osama, Osama”, en referencia a Bin Laden y cuando era más fresca y doliente la herida en los estadounidenses por el ataque de Septiembre 11 de 2001, principalmente sobre Las Torres Gemelas de Nueva York.
Entonces, ¿sí?, ¿el que se lleva se aguanta? ¿O cómo es?
El Premio Nóbel Octavio Paz, el más enérgico psicoanalista de los renglones torcidos de los mexicanos, los describía así: “Es un ser a la defensiva, en una actitud de desconfianza que suele combinar con disimulos y estallamientos imprevisibles”.
Al final todo ocurre en el universo del futbol. Y debe quedarse ahí. Eso sí, bajo un principio intocable e irrefutable: “El que se lleva, se aguanta”.