MÉXICO -- Las leyendas del América se impusieron ante las de Cruz Azul por 3 a 1 con doblete de Cuauhtémoc Blanco este sábado en la cancha del Estadio Azul, en un partido que perdió el carácter de amistoso conforme avanzó el cronómetro.
En un vibrante duelo que presentó llenó en el coloso de la Colonia Nochebuena, la afición de ambos clubes llenó casi en su totalidad la grada, como si de un Clásico Joven con jugadores vigentes se tratase.
Las emociones llegaron desde los primeros minutos cuando Matías Vuoso se perdió de la primera clara del partido ante Norberto Scoponi, que atajó el mano a mano y evitó la caída de su marco.
A la siguiente jugada, apenas a un minuto del silbatazo inicial, Johan Rodríguez cometió mano dentro del área y el colegiado Armando Archundia decretó la pena máxima en favor de los azulcremas, misma que fue cobrada de forma correcta por Cuauhtémoc Blanco para hacer estallar a la hinchada visitante.
Ocho minutos más tarde Jesús Mendoza combinó cedió para 'Cuau', éste le devolvió de tacón y en una jugada individual dentro del área encajó el segundo tanto del América para ampliar su ventaja.
Cruz Azul se fue al frente para intentar reducir la rápida desventaja en la que se vieron envueltos, sin embargo la zaga azulcrema, la figura de Adrián Chávez e incluso el travesaño lo evitó en varias ocasiones; una de las pocas fallas que tuvieron fue gracias a González Tahuilán que cometió falta dentro del área a uno de los gemelos Rodríguez y que fue capitalizada por el capitán cementero Carlos Hermosillo.
A cinco minutos del entretiempo, César 'Chelito' Delgado tuvo el empate en sus botines, también de penal, pero lo envió por arriba del travesaño.
En el complemento, las emociones se calentaron entre los futbolistas gracias a Gabriel Pereyra que barrió fuerte a Isaac Terrazas y propició que ambos bandos fueran a los empujones hasta que Matías Vuoso, Emanuel Villa, Francisco Fonseca el mismo Terrazas calmaron los ánimos.
Al '78 y para sellar el resultado, Cuauhtémoc, que jugó casi todo el encuentro, disparó bombeado a la portería enemiga para clarear al portero, secar las aspiraciones locales cuando mejor jugaban en el partido y adjudicarse la copa "Adiós al Azul".