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El camino de Guillermo Vázquez en los banquillos visto desde los ojos de su padre

Guillermo Vázquez Imago7

La efectividad que ha demostrado el técnico Guillermo Vázquez en la Liga BBVA MX, con equipos de diferente presupuesto, como Cruz Azul, Pumas, Veracruz o Necaxa, está basada en una forma de trabajo que adquirió, sobre todo, mediante vivencias personales, más allá del curso de entrenador y experiencia en el extranjero.

“Cuando debutó Memo (1984), al medio tiempo apareció una pancarta grandísima en las tribunas del Olímpico Universitario que decía: ‘Memo Jr. está por su papá, Memo Vázquez’. Memo la vio cuando entró al vestidor. Al regresar a la cancha le metió un golazo de media cancha a Adrián Chávez, quien era un porterazo. Al final, la prensa lo esperaba para preguntarle y salió solo para decir: ‘Yo estoy aquí por mí, no por mi papá’ y se metió y los dejó a todos plantados. Le costó mucho a Memo estar donde está”", señaló Guillermo Vázquez, padre del técnico del Necaxa.

El arquitecto, que fue futbolista y entrenador, afirma que la metodología de su hijo en el timón de Necaxa “es un secreto que ni uno sabe”, pero que se basa en las enseñanzas que tuvo desde sus inicios en las fuerzas básicas de Pumas y trabajando o siendo dirigido por gente como Miguel Mejía Barón, Ricardo TucaFerretti o Víctor Manuel Vucetich.

“No a todos los jugadores se les puede hablar igual porque son tienen una personalidad diferente. Memo lleva un trato muy directo y respetuoso con los jugadores y eso hace que les dé mucha confianza; les transmite mucha fuerza para que crean en ellos. Y en grupo lo habla antes de los partidos”, comentó acerca de su hijo, quien tiene a los Rayos en las semifinales del Apertura 2019.

Agrega que “ha formado un equipo disciplinado y muy aguerrido como él lo fue como futbolista y además sabe cómo tratar a sus pupilos".

"Hay muchos que son empíricos y pueden ser buenos porque son de libro, pero no es lo mismo vivir un vestidor, ser jugador, ir a los estadios, sentir lo que se siente dentro de una cancha. De eso se dan cuenta de inmediato. Todo eso se los manifiesta tranquilamente a sus muchachos y exige lo que él sintió también. Por eso nunca se le van a rebelar”, agregó.

Vázquez no tiene duda que la personalidad de su hijo está plasmada en los Rayos. “Es aguerrido y nunca baja los brazos, tal como se vio el sábado, cuando de alguna forma el alumno superó al maestro”, en la vuelta de los cuartos de final en Querétaro.

A su juicio, “si no lo vieron jugar” no se puede decir que a Memo le falta carácter o que es ‘pecho frío’. “Se batía en el campo. Daba patadas, hacía goles de larga distancia. El sábado que Maxi Salas metió un golazo, cómo lo celebró; a ver si es cierto que no tiene sangre. Que gusto me dio. Ahí demuestra realmente su sentimiento de haber sido jugador, de hoy ser un gran técnico”, apuntó.

Para el señor Vázquez, la manera de conducirse de su hijo es la ideal, sin aspavientos, sin desbordarse, sin gritarles a los jugadores.

“A la mayoría de los jugadores no les gusta que les griten, que se meta. Me pasó algo así una vez y le dije al entrenador: ‘entra y juega por mí lugar’ y nunca más me gritaron. Si juego mal, sácame; si estoy de flojo y no acato tus órdenes, sácame; si no déjame ser libre. Así es Memo: los deja libres, siempre y cuando respeten la línea que les está dando”.

Memo hijo jugó como medio de contención y según su papá, eso le ayudó mucho como estratega, porque tenía visión de campo tanto para ofender y para defender, “porque lo vivió en carne propia”.

Fue mascota del Necaxa

El señor Vázquez afirma que su hijo lleva un camino hacia lo que son Vucetich y ‘Tuca’, “respetando las categorías".

"Le digo que no se desborde, que siga siendo el mismo hombre sencillo que es. Me responde: ‘tú me conoces papá’. El sábado le mandé un mensaje y le comenté que me dio mucho gusto cómo celebró los goles de su equipo. Se paró de la banca y gritaba y saltaba. Solo dijo bien ‘vaciado’: ‘gracias, papá’. Le emocionó que la gente coreara su nombre el sábado; me dijo que nunca le había pasado eso”.

Revela que Memo siempre quiere dejar una semilla en donde labora y en Necaxa no es la excepción, sobre todo porque es un club al que estuvo ligado desde niño.

“Yo fui necaxista desde los 10 años. Nací en Necaxa como jugador. Mi papá trabajaba en la compañía de luz y se formó un equipo de fuerzas básicas con hijos de trabajadores. Memo fue mascota del equipo; tenía como seis años. Cuando empezaron a decir que él era el menos necaxista le mandé la foto donde salió con el equipo, para que se las mostrara a los jugadores y supieran su conexión con Necaxa”, concluyó.