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Algunas conclusiones que dejó, 'The Last Dance' eps 1-2

Este domingo se estrenaron los Episodios 1 y 2 del documental “The Last Dance”, que repasa la última temporada de Michael Jordan con los Chicago Bulls. Estos son las 5 conclusiones de dichas entregas.

  1. Vaya revelación de Michael Jordan con respecto al equipo que tuvo en su año de novato, llamado por un periódico: “El Círco de la Cocaína”. MJ lo confirma, al relatar que un día entró a una habitación en pretemporada, y vio marihuana, cocaína y mujeres. Revelador por tratarse de una liga profesional en EE.UU. a mediados de los 80’s, pero también porque te hace entender que Jordan destacó en los Toros por contraste. No hay un jugador, uno solo de ese equipo que haya hecho algo trascendente de su carrera. Será interesante, si no es que obligatorio, entrevistar a todos los integrantes de aquel equipo que vio llegar a Jordan a la NBA, para conocer su versión de los hechos.

  2. Qué importante papel jugó en la carrera de MJ aquella lesión en el pie durante su segunda temporada. Fue una lección de vida, alejado del deporte por primera vez, sin poder hacer nada. Además, esa lesión cimentó la desconfianza de Jordan ante Jerry Krause, un sentimiento que nunca se fue. Y, por otra parte, le inyectó la gasolina para las históricas actuaciones en el Boston Garden en 1986, la primera gran muestra de qué tan grande podía llegar a ser Jordan, quien jamás se intimidaba por nada ni por nadie.

  3. El papel de Jerry Krause en el equipo es fundamental, para bien y para mal. Claro que la narrativa del documental lo ubica como el villano de la serie, el que buscaba sacar provecho de las situaciones, el que quería cambiar a Pippen, el hombre que privilegiaba el negocio. Pero seamos realistas: Krause fue quien configuró a los Toros en la agencia libre, en los canjes y en los Drafts para rodear a Jordan de quien necesitaba. Sus méritos siempre son seguidos por un ‘pero’… peeero, Krause tiene un enorme mérito. Aunque nunca vaya limpio.

  4. Llama la atención las declaraciones de las figuras de la NBA en los 80, como Walt Frazier y Mark Eaton, subestimando el potencial de Jordan simplemente por su tamaño (1.98 mts). Tampoco se trata de una estatura impensable para que alguien trascendiera en la NBA. Solo que, en aquella época, los equipos se armaban de arriba hacia abajo, y por eso Hakeem, Ewing, Robinson, y un poco más tarde Shaquille se fueron como picks 1 globales. Eso después cambiaría desde Allen Iverson en 1996. Sin embargo, la tendencia y mentalidad de ‘primero los grandes’, fue la que privó a Portland de tomar a Jordan en el pick 2 de 1984, y en vez de ello eligieron a… Sam Bowie.

  5. El valor de Scottie Pippen es inmenso, gigantesco, y también infravalorado. Probablemente el jugador más subestimado en la historia de la NBA. Para quienes suelen clamar que “Jordan lo ganó todo él solito”, basta ver estos dos episodios. Sin Pippen no hay dinastía, y MJ lo reconoce: “no pude ganar sin Scottie”. Si bien es cierto que la coyuntura fue cruel con Pippen en ese contrato de 7 años y 18 millones de dólares, en lo económico la recompensa vino después. En los 5 años posteriores a la temporada del 98, Pippen ganó 11, 14, 13, 18 y 19 millones de dólares por año consecutivamente, en Houston y Portland. Y ya con la gloria deportiva en la bolsa, Pippen obtuvo lo que merecía.