<
>

Maradona, "genio del futbol mundial"

ESPN Digital

No he visto a otro jugador más valioso, más importante en una selección campeona del mundo como Maradona en 1986. Estaba en otro nivel, tocado por los dioses.

La noticia me dejó en estado de shock. Primero pensé que pudo ser una de tantas noticias falsas, pero las confirmaciones no tardaron en llegar. La muerte de Diego Armando Maradona ha puesto de luto al deporte. Se ha ido “el genio del futbol mundial”, como dijo aquel 22 de junio Víctor Hugo Morales en el relato del épico gol ante Inglaterra en el Estadio Azteca.

El Mundial de México 1986 me marcó, igual que a muchos de mi generación. A mis 12 años de edad, haber tenido una Copa del Mundo en casa fue muy especial. Lo veo en perspectiva y representó un antes y un después en mi vida. Fue cuando el futbol me cautivó para siempre. El principal intérprete de aquella sinfonía futbolera en tierras mexicanas fue justamente Maradona.

No he visto a otro jugador más valioso, más importante en una selección campeona del mundo como lo fue él en 1986. Estaba en otro nivel, tocado por los dioses. Sus cambios de ritmo, su explosión, su picardía, su capacidad definidora eran punto y aparte. Todos tenemos grabados en la mente aquellos goles contra los ingleses, pero después contra Bélgica en semifinales también entregó otras dos joyas de colección. Estaba encendido, era simplemente incontenible. 'El Coloso de Santa Úrsula' lo vio brillar como nunca.

En el campo su influencia estaba fuera de toda discusión, era muy visible en cada gol, en cada asistencia, en cada victoria que fue labrando el camino de Argentina a la obtención del campeonato del mundo. Si en lo futbolístico su peso específico fue sobresaliente, en materia de liderazgo fue tanto o más importante.

Aquella Selección de Argentina, que se concentró en las instalaciones del América en Coapa, llegó a México llena de dudas y cuestionamientos a su entrenador, Carlos Salvador Bilardo. Aquello era una olla de presión, que habría hecho explotar a cualquier vestidor. Si alguien fue determinante para aglutinar aquel grupo, para cerrar filas y ponerle el pecho a las balas, fue Maradona. Al final de aquel Mundial la frase más recurrente era: “Bilardo perdónanos”, de los mismos que lo liquidaban antes de la competencia.

Sé que hablo por muchos de mi generación. Verlo en México en 1986 nos marcó de manera definitiva, fue cautivador. Eso tengo que agradecérselo al 'Diez', y justamente en esa faceta de futbolista es que lo voy a recordar con mucho agrado siempre. En el terreno de juego parecía indestructible, fuera de él fue muy vulnerable, imperfecto, envuelto en el escándalo.

Adiós “Genio del Futbol Mundial”. Nunca te olvidaré.