Queda en la historia todos los procesos que fue cumpliendo en cada uno de los equipos que formó parte.
Llegó retiro oficial de Oribe Peralta, después de todas las situaciones que se le presentaron en este periodo que, la verdad, fue crítico y difícil de acuerdo a la trayectoria tan brillante como la que ha tenido en el futbol mexicano. Sobre todo por el desenlace con Chivas, el cual estuvo ajeno a la calidad, profesionalismo y resultados que arrojó en una carrera que ha sido envidiable.
Me parece que la decisión que toma, no corresponde a un adiós que se merece un jugador con su trayectoria, sobre todo por los espacios que cumplió con Santos, donde fue un referente importantísimo, o por su paso con el América, antes de aquella lesión que le provocó estar fuera del once titular, y que a lo mejor desgastó la imagen que se tenía de Oribe.
La decisión es importante porque, siendo un jugador con esa trayectoria y con el reconocimiento que se ganó a pulso, era lamentable pensar que estuviera a la expectativa de ver si había espacio algún equipo, solo con el único afán de continuar una carrera. Seguramente habría interés, no solamente de clubes de Liga de Expansion, sino también en primera división, después de haber estado en instituciones importantes como en Monterrey, Jaguares, Santos, América, e incluso por la etapa, difícil e inesperada para muchos, en Chivas.
En lo particular, creo que todavía cumplía con expectativas que podrían ayudar a un equipo con una buena propuesta, su capacidad como jugador le hubieran dado resultados. Pero bueno, las cosas de repente no suelen darse como uno aspira, y creo que la trayectoria de Oribe queda como la de un jugador siempre importante.
Un jugador que cuando tuvo la oportunidad de estar en convocatorias con la Selección Mexicana, algo que se ganó a pulso, respondió. A todos nos quedará siempre en la memoria lo que hizo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 bajo la dirección de Luis Fernando Tena, donde fue factor fundamental por su experiencia, capacidad y personalidad para la conquista de una medalla de oro.
En ese logro, Oribe Peralta fue un estandarte, sobre todo en esa final ante un equipo que en papel tenia mucho más potencial que México, y sin embargo, su figura estuvo por encima de todo. Consiguió, quizás, el logro más importante, no solo para él, sino para el futbol mexicano.
La decisión termina por ser prudente. Oribe Peralta nunca se distinguió por ser un jugador problemático, simple y sencillamente se sometió a todo lo que le correspondía como jugador profesional. En alguna etapa de su carrera, cuando formaba parte de Rayados, tuvo la oportunidad de ser solicitado como refuerzo para Chivas en la Copa Libertadores.
Queda en la historia todos los procesos que fue cumpliendo en cada uno de los equipos que formó parte, donde se ganó el respeto y reconocimiento de la gente.
Llega al final su trayectoria como jugador, después de no cumplir lo que seguramente planeaba con un equipo importante como Chivas, y lamentablemente no se dio por todo lo que ya sabemos que sucedió con el conjunto de Guadalajara. Llega el final de un jugador con esas características, con ese profesionalismo, con esa entrega.
Un jugador que se manejó siempre de manera profesional y al margen de todo, sin hacer demasiados cuestionamientos por su poca participación de acuerdo al historial que lo respaldaba.
Ahora toma una decisión que habrá que reconocerle y respetarle. Siempre estará respaldado por todos los logros que consiguió. Que se de el colofón que corresponde, todo mi respeto para su trayectoria.