DOHA, Qatar -- Cuatro años es un largo tiempo en el fútbol; sin embargo, los jugadores te dirán que el tiempo voló entre Rusia 2018 y Qatar 2022. Para algunos, se sintió mucho más rápido.
Desde que ganó la Copa del Mundo, la vida de Kylian Mbappé ha sido un remolino lleno de emociones y éxito. Sin un orden particular: Tenemos su decisión de quedarse en el Paris Saint-Germain y desairar al Real Madrid en mayo pasado; fallar el penal decisivo en la derrota de la selección de Francia ante Suiza en los octavos de final de la Eurocopa 2020; la derrota en la final de la Champions League 2020 ante el Bayern Munich tras fallar una oportunidad importante con el marcador sin goles. Tenemos los tres títulos de Ligue 1, los 193 goles anotados, las 93 asistencias registradas, la formación de la sociedad con Neymar y Lionel Messi y el triunfo en la UEFA Nations League de 2021.
Sin embargo, lo más importante es que, obviamente, Mbappé no es el mismo jugador de hace cuatro años.
"En 2018, Kylian no era el mismo jugador. No tenía la misma personalidad", expresó su compañero en el seleccionado francés Antoine Griezmann. "Ahora, lo vemos mucho más metido en el grupo y los entrenamientos. Habla mucho e inspira mucha joie de vivre en la vida diaria del equipo".
No olvidemos que el Mbappé de 2018 era un prodigio, apenas tenía 19 años, era considerado "figura en ciernes" y hasta cierto punto, aún tenía mucho por demostrar. Sin embargo, el Mbappé de 2022 está en otro planeta. Tiene 23 años, es el mejor jugador de este Mundial, el mejor futbolista del mundo, y una verdadera superestrella global por derecho propio.
Su evolución en la cancha, en su forma de jugar, su forma de marcar, su comportamiento, es sumamente obvia. "Ha llevado su juego al próximo nivel", indicó el delantero Olivier Giroud. "Ha mejorado en todos los niveles. Es más fuerte, más inteligente, más rápido, es mejor definidor".
El Mbappé de 2018 era muy decidido, pero aún no había encontrado su voz. Quería ser el mejor del mundo, pero en esa etapa aún tenía mucho por mejorar y aprender. El Mbappé de 2022 no está cerca de ser una obra terminada. Se destaca en todos los departamentos, especialmente frente al arco, donde ha ganado una precisión mucho más quirúrgica: 50% de sus tiros esta temporada van directo a puerta, en comparación con el 45% de la anterior.
Obviamente, sigue habiendo espacio para mejorar. A veces, Mbappé regatea demasiado y podría ser mejor en el juego aéreo. También debe hacer algunos progresos cuando juega sólo en la delantera, a la hora de recibir el balón de espaldas a la portería.
En líneas generales, el Mbappé de 2022 le da muchas vueltas al Mbappé de 2018. Actualmente, es más líder y eso ha quedado en evidencia en esta competición.
Tal como lo reconoció Griezmann, Mbappé es uno de los jefes del vestuario francés. En 2018, el artillero seguía manteniendo bajo perfil, comía su pasta y salmón, se relajaba con su PlayStation y seguía adelante con sus entrenamientos. En 2022, es mucho más expresivo: bromea con quienes le rodean para mantener el ambiente ligero y ha asumido el rol de guía del grupo, especialmente con la generación más joven. Chocó con la Federación Francesa de Fútbol sobre los derechos de imagen a nombre de la plantilla, que le apoyó en su totalidad. Vestirá el brazalete de capitán (actualmente en poder del veterano guardameta Hugo Lloris) más temprano que tarde, sin lugar a duda, y quizás eso marque el inicio de su próxima evolución.
"Él sabe que es importante para nosotros y que cada uno de sus movimientos será vigilado por los hinchas, los periodistas, sus compañeros", afirma Griezmann. "Es irreprochable".
Gracias a sus hazañas en la cancha, Mbappé se ha convertido en una superestrella a nivel global. Cuenta con una inmensa legión de seguidores en redes sociales (9.39 millones de seguidores en Twitter, 75.8 millones en Instagram), tiene cuantiosos contratos de patrocinio (ocupa el puesto 35 en la lista Forbes de los atletas mejor pagados del mundo) y tiene suficiente potencial para formar parte de la conversación de la cultura pop de la misma forma que lo hicieron varios atletas antes que él, como por ejemplo David Beckham.
Una de las citas más famosas de Mbappé surgió durante una conversación con su amigo Antoine Le Roy para un documental de la cadena de televisión francesa Canal+ en mayo de 2018: "No me hables de la edad. Si tienes suficiente calidad, estás en la cancha, punto. Nada de 'tienes la edad, o no la tienes'". Tenía razón, a pesar de que aún le faltaba mucho por demostrar a pesar de todo su increíble talento.
Cuatro años después, el joven astro debe sentirse contento con el sitial donde se encuentra y lo lejos que ha llegado. Y dentro de cuatro años, ¿cuánto más habrá crecido el Mbappé de 2018? No hay motivos para pensar que no seguirá elevando su nivel.